El primer grupo de seis presos políticos cubanos excarcelados por el régimen de Raúl Castro ha llegado a Madrid este mediodía junto a una treintena de familiares después de un lunes de infarto. Una hora después, ha aterrizado el séptimo disidente del régimen cubano en un segundo avión.
Anoche, los siete presos fueron trasladados desde la principal cárcel de la capital al aeropuerto, donde se encontraron con sus familias, fueron entrevistados por personal del Consulado español y solicitaron formalmente el visado. El objetivo de este trámite es comprobar que no se trata de una deportación, sino que su salida del país es voluntaria. Todo ello ocurría mientras, después de cuatro años de ausencia, Fidel Castro reaparecía en un programa de televisión para analizar “los peligrosos acontecimientos en Oriente Próximo”.
La tramitación de los documentos de viaje de los presos se hizo a toda prisa. Los opositores han viajado a Madrid en vuelos regulares de ambas compañías acompañados por funcionarios del Consulado español. Diversas fuentes han confirmado que un segundo grupo de prisioneros de conciencia saldrá hacia España este martes por la noche, aunque se desconoce su identidad.
La información es manejada con gran discreción por la embajada española y el Arzobispado de La Habana, pero se supo por los familiares de los presos que entre los que viajarán en el primer grupo está el disidente Ricardo González, de 60 años, uno de los prisioneros de conciencia más conocidos. Fue condenado a 20 años de cárcel y en el momento de su detención, en 2003, era presidente de la sociedad de periodistas Manuel Márquez Sterling y corresponsal de Reporteros sin Fronteras. Padece diversas enfermedades y ha sido intervenido quirúrgicamente en cuatro ocasiones mientras estaba en prisión.
La Iglesia Católica cubana informó ayer que otros tres presos serán excarcelados y próximamente viajarán a España, con lo que ya son 20 los autorizados a salir del país. La líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, explicó que de los 26 prisioneros políticos consultados hasta el domingo por la Iglesia, 20 se han manifestado dispuestos a salir de Cuba mientras que otros “seis han planteado que no, que se quedan en su Patria”. Todavía no se sabe que ocurrirá con ellos.
El presidente cubano, Raúl Castro, se comprometió el 7 de julio con el cardenal Jaime Ortega y el ministro español de Asuntos Exteriores. Miguel Ángel Moratinos, a excarcelar a los 52 presos de conciencia del Grupo de los 75 que quedan en la cárcel, siempre y cuando España los recibiera. Según el acuerdo, los familiares de los presos podrán regresar a Cuba libremente y no perderán vivienda ni propiedades, mientras que los ex reclusos deberán obtener una autorización para volver, explicó Moratinos.
Mientras tanto, Fidel Castro, que ese mismo 7 de julio reapareció en un lugar público -un centro científico- después de cuatro años de ausencia, regresó anoche a la televisión cubana. Fue un programa grabado con anterioridad, de aproximadamente hora y media, a modo de entrevista con participación de un periodista y dos académicos. El ex mandatario, que en agosto cumplirá 84 años, habló sobre una posible guerra en Irán, que consideró “el mayor desafío de la administración Obama”. Se le vio lúcido y bien de salud, aunque muy delgado. Desde 2007 Fidel Castro no concedía ninguna entrevista a la televisión cubana.
El País