Nintendo parece ser la última compañía en la que los cibercriminales han puestos sus ojos. El pasado mes de abril un grupo de hackers entraron en los servidores de Sony, dejando expuesta la información personal de más de cien millones de usuarios sin que ningún grupo se haya hecho responsable del ataque.
En mayo, y sin que los ataques contra Sony hayan terminado, le tocaba el turno a Square Enix, desarrolladora de algunas sagas tan conocidas como Tomb Raider o Final Fantasy. Dos de los sites de la compañía, Eidos en Montreal y el dedicado al juego Deus Ex fueron hackeados, comprometiéndose la información de 25.000 usuarios.
También en mayo los jugadores de Modern Warfare 2 en Xbox Live se vieron afectados por un ataque de phishing lo suficientemente serio como para activar el servicio de alertas de Microsoft y advertir a los usuarios de un potencial riesgo de seguridad.
Parece que los hacker siguen centrados en el mercado de videojuegos y ahora le ha tocado el turno a Nintendo, que asegura que están muy pendientes de su seguridad, que la protección de la información de sus clientes es su “mayor prioridad” y que los servidores afectados por los ataques no tenían información sobre los usuarios, afirman en Reuters.
Ha sido el domingo cuando los servidores han sido atacados y ha sido el grupo Lulzsec quien se ha atribuido el “mérito”. Lulzsec fue quien atacó los servidores de Sony Pictures Ententainment la semana pasada, además de las televisiones PBS y Fox.
Esta semana Nintendo presentará la sucesora de la consola Wii, la primera consola de sobremesa que llegará al mercado en cinco años.
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