Los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) se retiraron hoy del barrio de Salahedín, en Alepo, ante la ofensiva lanzada por las tropas gubernamentales para retomar el control de la zona.
Un portavoz del ELS, el coronel desertor Qasem Saadedin, aseguró a Efe que sus combatientes se retiraron de Salahedín por “motivos tácticos”, que no explicó.
Desde Alepo, la activista Wed al Hayat precisó a Efe que la retirada de los insurgentes se debió a que les faltaban municiones para enfrentarse a los leales al régimen.
“Hay pocas brigadas del Ejército Libre Sirio (en Salahedín) y los bombardeos son muy intensos”, agregó Al Hayat, que destacó la presencia de un alto número de francotiradores en la zona.
El barrio de Salahedín (Saladino) está ubicado al suroeste de la ciudad de Alepo, centro económico de Siria que en las últimas semanas ha sido objeto de fuertes enfrentamientos entre las tropas del régimen y los rebeldes.
El Ejército sirio mantiene desde ayer una gran ofensiva sobre Alepo, sometida a intensos bombardeos, y particularmente sobre el citado barrio, donde los rebeldes se habían impuesto.
La televisión estatal siria informó de que las fuerzas gubernamentales mataron a decenas de supuestos terroristas -como denomina el régimen a los opositores armados- y los expulsaron de los barrios de Asila y Bab el Nasr, en Alepo.
Asimismo, las tropas se enfrentaron a los grupos armados en el barrio de Hanano, en la misma ciudad, y causaron la muerte de varios de ellos aunque otros escaparon, según la televisión.
Dicho canal señaló que las fuerzas del régimen acabaron con la presencia de “terroristas” en la zona de Jan al Uazir, en Alepo, donde habían instalado una sede desde la que atacar.
La ofensiva del Ejército sirio también se ha localizado en otras provincias como Deraa (sur), Hama (centro), Deir al Zur (este) y los alrededores de Damasco, escenarios de distintos actos de violencia que en total causaron la muerte de al menos medio centenar de personas en Siria, según los activistas Comités de Coordinación Local.