Como lo ofreció Gabino Cué Monteagudo, este 21 de marzo, ha hecho un somero balance de los primeros días su gobierno.
Destacan de su mensaje la propuesta de reforma constitucional que se presentó al congreso el 1 de diciembre, las primeras acciones de infraestructura orientadas a terminar obras inconclusas de la pasada administración y el arranque de otras nuevas, la política social en materia de salud que ha incorporado a mas de 40 mil nuevas personas al seguro popular, el anuncio de los programas sociales para adultos mayores, madres solteras, personas con discapacidad, jóvenes de educación superior, niños y niñas, entrega de materiales a las escuelas de educación básica, la constitución de consejos ciudadanos que acompañen a la administración fungiendo como enlaces entre esta y la sociedad, las audiencias públicas en las regiones, la detención de distintas bandas de secuestradores y delincuentes, la política de derechos humanos para atender a migrantes, medidas cautelares de indígenas y comunidades como los desplazados de San Juan Copala, etc.
El gobierno del cambio visualiza la necesidad de transformar el andamiaje jurídico autoritario que concentraba poderes en el ejecutivo, impedía la participación más activa de la ciudadanía, favorecía la discrecionalidad y la opacidad en la administración pública; de reorientar la política social con una mayor racionalidad para combatir la pobreza y la marginación focalizando acciones en los territorios y sectores más vulnerables; de favorecer la utilización sustentable de recursos naturales y generar empleos y bienestar para la población; de reorientar la utilización de recursos de infraestructura con sentido estratégico para el desarrollo económico y social; de mejorar los servicios de la administración, transparentando y haciendo más eficiente el uso del dinero público siempre limitado para las necesidades del Oaxaca; de colocar en el centro de la acción de gobierno al ser humano y fortalecer sus capacidades, conocimientos y habilidades.
El Programa Preliminar de Gobierno elaborado durante el año pasado es la base para la formulación del Plan Estatal de Desarrollo que deberá quedar concluido a fines de mayo. Será obligatorio para la administración e indicativo para la sociedad.
Hay acciones ciertas y rumbo claro en la ruta en el porvenir.
La complejidad de Oaxaca muestra sin embargo que no será fácil avanzar sin la voluntad y participación generosa de la ciudadanía para enfrentar ordenadamente nuestros retos y rezagos: la conflictiva municipal, política, agraria, religiosa, étnica, del autotransporte, las cajas de ahorro defraudadas, etc. son apenas una pequeña muestra de ello.
Los grandes problemas estructurales de la pobreza y la marginación, la incomunicación de muchas de nuestras comunidades, los rezagos educativos, el atraso tecnológico y la baja productividad, la pérdida de suelos y áreas forestales, los incendios, deslaves, inundaciones, temblores, riesgos ambientales, tratamiento de residuos sólidos, contaminación de ríos y lagunas, expansión de la delincuencia organizada, son retos que no admiten soluciones fáciles e inmediatas.
Los primeros 111 días muestran que no será fácil tampoco cambiar conductas que fueron generándose en el tiempo, prácticas, actitudes, inercias pervertidas e irregulares: medios de comunicación acostumbrados a recibir dinero del erario público, líderes sociales que bajo presiones obtenían financiamiento sin rendir cuentas, servidores públicos que aprovechaban su posición en el gobierno para obtener ingresos ilegítimos, etc.
Por otra parte, Oaxaca, como decía un investigador oaxaqueño en su tesis doctoral, pasa rápidamente de la complejidad al caos. El 15 de febrero tuvimos una muestra de ello. Una nueva relación que nacía entre el gobierno del cambio democrático y la sección 22 se deterioró rápidamente y hoy coloca nuevamente a la sociedad en estado de preocupación cuando aun no sanan las heridas del 2006.
Las cosas se complican por la existencia de fuerzas políticas y sociales interesadas en generar escenarios de conflicto e ingobernabilidad para volver al poder que apenas perdieron afectando sus privilegios e intereses.
Para avanzar en la ruta que se ha trazado, el gobierno deberá apresurar el ritmo, ofrecer resultados en el corto y mediano plazo , informar y rendir cuentas de su actuación de manera más eficaz, organizarse mejor.
Solo así podrá avanzar en la satisfacción de las expectativas de la población que voto por el cambio, la paz y el progreso y remontar los obstáculos que hoy pretenden ponerle los emisarios e intereses del pasado autoritario.