El Arzobispo de Antequera José Luis Chávez Botello pidió poner mayor atención a la juventud en general, que cada vez se encuentra más desesperanzada y falta de fe no solamente en la Iglesia, sino en las instituciones y todo lo que le rodea.
Indicó que dicho malestar es generalizado en toda la sociedad, la cual ha perdido el rumbo de la vida, sin embargo se refleja más en las personas jóvenes que día a día se cuestionan valores como la honestidad, trabajo, justicia entre otros, en un ambiente rodeado de injusticia, impunidad, corrupción y la ley del más fuerte, por citar algunos de los lastres de la humanidad actualmente.
Chávez Botello aseguró que en la actualidad la juventud no ve un panorama alentador, por lo que es más factible que se dejen llevar por la salidas falsas, que los hacen crecer en la irresponsabilidad, la corrupción, las adiciones, la violencia, el crimen organizado, y lo más lamentable, el suicidio de personas que con una buena guía, hubieran podido hacer grandes cambios en la sociedad.
Aseguró que los vacíos y frustración que sienten los jóvenes son un llamado en serio, para realizar los cambios pertinentes en la sociedad, que permita retomar acciones fundamentales para encontrar el camino a la conciencia, el alimento para su sana estimulación, que les permita crecer como seres humanos.
Por el contrario, dijo, la sociedad, la familia, las instituciones en general siguen sólo enseñando cosas inmediatas que hacer, pero olvidan a donde va, razón por la cual no se ven espacios adecuados para el esparcimiento y la realización de la juventud, no sólo en el estado, sino en el país en general.
Exhortó a la comunidad católica a hacer caso de la alarma encendida, que vislumbran las inquietudes de las y los jóvenes, que llevan dentro, y que al no ser resueltas caen fácilmente en el crimen organizado, en las drogas y demás áreas que en nada beneficiaran su desarrollo personal.
Manifestó que en la actualidad un gran número de jóvenes asiste a las peregrinaciones de la virgen de Juquila, buscando respuestas a sus preguntas, o con la intención de llenar el vacío que sienten dentro de sí, las cuales tendrán respuesta total en cuanto exista un acercamiento a los preceptos de la Iglesia, ponderando el amor mariano, el cual debe dejar de ser sólo una emoción, que no trascienda a la vida de familia y en el compromiso de la sociedad.
Agencia JM