Los Jesuitas se despiden de Oaxaca y entregan el Templo de la Inmaculada Concepción.

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Después de siglos de servicio en Oaxaca, la Compañía de Jesús ha anunciado su retiro de la ciudad y la entrega del histórico Templo de la Inmaculada Concepción a la Diócesis. A través de un comunicado, los jesuitas expresaron su agradecimiento a Dios, a la Iglesia, y a la comunidad oaxaqueña por el cariño, cercanía y apoyo que han recibido desde su llegada a la región en el año 1574.

“Reciban mis saludos y mis oraciones; pido al Dios de la Vida que se siga haciendo presente en el caminar de la Iglesia entre el pueblo fiel de Oaxaca”, se lee en el mensaje, en el que reconocen la tristeza que les produce esta decisión, resultado de un largo proceso de discernimiento. La Compañía explicó que esta difícil medida responde a la disminución de vocaciones en México y la necesidad de redirigir sus esfuerzos hacia otros lugares donde la Iglesia apenas está incursionando o donde los procesos de paz requieren acompañamiento urgente.

Los jesuitas han sido actores claves en el impulso de la fe y el desarrollo de la comunidad desde su arribo a Oaxaca en el siglo XVI. Su labor en el Templo de la Inmaculada Concepción se caracterizó por su compromiso con el bienestar espiritual de la comunidad, ofreciendo programas pastorales y sociales siempre orientados al beneficio del pueblo y a la mayor gloria de Dios.

“Son muchas las vivencias y proyectos que han nacido en el espacio de este templo; puedo decir con toda seguridad y esperanza que la semilla de Dios sembrada después de tantos años, seguirá creciendo aun con nuestra ausencia”, expresaron con esperanza los jesuitas, confiando en que el trabajo realizado perdurará en la comunidad de Oaxaca.

Por su parte, la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca expresó su profundo agradecimiento a la comunidad jesuita, destacando el cariño y la entrega con los que sirvieron durante tantos años. “Sea este un espacio de reconocimiento y cariño para los hermanos jesuitas que durante tantos años sirvieron en nuestra Arquidiócesis de Antequera Oaxaca”, reza el mensaje de despedida, reflejando el respeto y afecto de la comunidad católica hacia quienes dejaron una marca imborrable en su caminar.