El primer ministro italiano Silvio Berlusconi reconoció la voluntad de los italianos, quienes en un referendo votaron por el “No” a la Ley de Legítimo Impedimento que le otorga inmunidad.
“El Gobierno y el Parlamento ahora tienen el deber de acoger plenamente la respuesta a los cuatro referendos”.
Los datos del Ministerio del Interior confirmaron que 57% de los electores acudió a emitir su voto en un referéndum que también incluyó el uso de la energía nuclear, la privatización del agua y el aumento de las tarifas en servicios públicos.
Berlusconi declaró en un comunicado que “la alta afluencia en los referendos demuestra la voluntad de participación de los ciudadanos en las decisiones de nuestro futuro que no puede ser ignorada”.
El jefe de Gobierno había llamado a no acudir a las urnas, para evitar que se alcanzara los votos mínimos necesarios (51%) de los 50.4 millones de italianos convocados (incluidos 3.3 millones residentes en el extranjero).
Representantes de la Liga del Norte, un partido aliado externo del Gobierno, expresaron su malhumor por haberse dejado arrastrar por la línea “perdedora” del premier.
“En las elecciones administrativas de hace dos semanas sufrimos la primera bofetada, ahora con el referéndum llegó la segunda y no quisiera que se volviera costumbre recibir bofetadas”, dijo Roberto Calderoli, ministro para la Simplificación y miembro de la Liga del Norte.
Apuntó que por ello el próximo domingo esa formación política dirá a Berlusconi lo que deberá presentar ante el Parlamento el 22 de junio (cuando está prevista la ‘verifica’ que servirá para conocer si el Ejecutivo aún tiene mayoría parlamentaria).
En tanto, los partidos de oposición, que promovieron el referéndum, pidieron la ‘inmediata’ renuncia del primer ministro.
La de ayer es la primera vez en los últimos 16 años que en Italia un referendo de carácter abrogativo alcanza el quórum.
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