Los intelectuales y el Presidente: Luis Murat

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“La atmósfera en la que vive el intelectual de la clase media es una atmósfera de desamparo y de decepciones que sostiene las tragedias de la irresponsabilidad política. Las esferas de su acción y de las consecuencias sobre las que tiene algún dominio se reducen constantemente”. Wright Mills

Vaya revuelo que causó la carta de un grupo de intelectuales dirigida al presidente López Obrador, titulada “Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia”, publicada por el Diario Reforma, en la que se propone la creación de un bloque (integrado por una amplia alianza y partidos de oposición) con objeto de que se restablezca como un contrapeso al gobierno de López Obrador, y que mediante el sufragio se restablezca la pluralidad ciudadana en las próximas elecciones intermedias, toda vez “que se vive un clima de asfixia del pluralismo de la representación en aras de someter al poder legislativo a los dictados del Ejecutivo”.

Denuncia el grupo de intelectuales cómo “se ha destruido o deteriorado la administración pública y las instituciones constitucionales, invocando una supuesta cuarta transformación […] y un presidente que menoscaba las capacidades de gobierno, que toma decisiones unipersonales, polariza a la sociedad en bandos artificiales, desacredita al INE y ataca a quien no se identifique con su visión política”.

Ea carta se plantea el inicio de un proyecto político que cada día se hace necesario, toda vez que la realidad presente no se ajusta al desarrollo político y económico que corresponde al estado democrático que históricamente se aspira.

El grupo intelectual recibió inmediata respuesta del presidente López Obrador quien, al través de otra misiva titulada “Bendito coraje” mostró su irritación y desacuerdo a los planteamientos propuestos por el grupo intelectual:

“a tan famosos personajes les falta honestidad intelectual y política”, pero es bueno que “se quiten las máscaras” […] no cabe duda que vivimos tiempos interesantes. Sea por interés o por puro coraje, los conservadores que fingían ser liberales por fin se están quitando la máscara”.

Los acusó también de haber sido participes en los fraudes electorales cometidos en los pasados gobiernos del PRI y del PAN, “Ellos defendieron o guardaron silencio complice ante los fraudes electorales de la historia reciente del país”.

Hizo mención a la extradición de Emilio Lozoya, ex director de Pemex, para asegurar que las evidencias que se comprometió a presentar ante las autoridades de la FGR, revelarán como “se lograba el contrapeso que pretenden “recobrar” los 30 firmantes de la carta: “Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia”.

La inmediata respuesta presidencial dejó claro que la irritación y el arrebato definen un carácter que no admite la reflexión y la madurez de las ideas. Al respecto, Wrigth Mills escribió en: “La responsabilidad política de los intelectuales”: que las ideas son tarea de los científicos y artistas, sacerdotes, catedráticos, filósofos, y todos aquellos que representan el intelecto humano, “aquellos que forman parte del gran discurso de la razón y indagación, de la sensibilidad e imaginación que en occidente empezó en Jerusalén”.

Para Mills, los intelectuales son la memoria organizada de la Humanidad […] si escriben, pintan y hablan, si crean y distribuyen imágenes e ideas, su labor es públicamente provechosa. En tanto se les atienda, enfocan las opiniones de los individuos y desvían la atención de aquello que ignoran. Justifican ideas de autoridad o las critican, como en esta ocasión lo hicieron, al través de una carta dirigida al presidente López Obrador.

Para Wright Mills, los intelectuales son objeto de constantes descalificaciones por quienes consideran que la capacidad de raciocinio, de análisis, de investigación, de percepción para esclarecer lo nebuloso, la sensibilidad para ver lo que otros no pueden, son características negativas para sus críticos.

Para los intelectuales el saber que su responsabilidad es razonar e investigar con pasión, a fin de saber como y cuando deben encarar las situaciones de los hombres del poder.

Mills se pregunta: ¿Que científico pretendería formar parte del legado de la ciencia, permaneciendo como técnico a sueldo de la maquinaria oficial?

¿Que catedrático occidental pretendería formar parte del gran discurso de la razón mientras se refugia en trivialidades formales y absurdos exactos, en un mundo donde la razón y la libertad se desdeñan, se aplastan y se deja extinguir la condición humana?

Nubes cargadas de tormentas se amontonan en el cielo de nuestro país por lo que habrá que prevenirse para no ser ahogados por la tempestad política que se avecina.

@luis_murat

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