Aprendemos todos los días, en diferentes circunstancias y con muy diversas personas, somos esclavos de nuestros pensamientos, buscamos consolidar las metas personales que nos eleven a un estatus social que nos permita alcanzar nuestros sueños de reconocimiento a nuestro trabajo en lo profesional y de lucha constante en lo personal.
En ese camino de la vida nos hacemos y construimos ilusiones, sembramos amores, odios y rencores, encontramos obstáculos que nos hacen más fuertes, personas que nos ayudan a sortear esas peripecias del camino, logramos experiencias a los que nos asiste la juventud y fortalecen su espíritu aquellos que cuentan con muchas primaveras e inviernos en su calendario personal, pero lo único real es que con mucha o poco edad, vamos entendiendo a golpe de experiencias que somos seres humanos que con virtudes y defectos tenemos la inmejorable oportunidad de dejar huella con nuestras acciones y preservar nuestros pensamientos a través de las palabras.
Hay seres humanos de acciones, de hechos contundentes como los conquistadores, los guerreros, los valientes que cuerpo a cuerpo, con sudor, lágrimas y sacrificios, lograron con esfuerzo estoico, posicionarse en la historia como los revolucionarios, los hacedores de hazañas impensables que en su momento fueron elogiados, glorificados o señalados por su tiempo y que la historia los condenó sentenciándolos al olvido, descansan en paz.
Los hay otros que con la fuerza del pensamiento, con la belleza de la oración, con la sutileza del dicho, con la palabra extraída del pensamiento o del alma, edificaron tesis, construyeron ideas, motivaron masas, inspiraron corazones, manejaron espadas sin tocarlas, derrocaron gobiernos sin pelear en los campos de batalla, con perversidad o con verdad la historia también los juzgó los condenó a ser recordados siempre, a que no descaran en paz cuando constantemente sus dichos sean traídos a las conversaciones en muy diversos temas, de muy diferentes lugares y siendo el pretextos de mil formas de ver la vida, entonces sus propias palabras los esclavizaron por la eternidad.
Los amores como las guerras, llaman siempre a tener un vencedor, las palabras y los hechos pensamos son opuestos en la concepción de que no hay amores sin hechos, ni guerras sin palabras, pero al mismo tiempo nos condenamos a no ver que como el mal no puedo existir sino predomina el bien, los hechos y las palabras necesitan la una de la otra para no desaparecer, para no convertirse en una simple vanidad del poeta o del guerrero.
No debemos restarle valor, ni a la dulzura de la palabra, ni a la contundencia de los hechos, debemos armonizarlos, aquilatarlos en su justa dimensión, llevarlos a la circunstancia donde no se denigre la verdad y nos ayuden a consolidar lo que venimos construyendo, esa es la tónica de estos tiempos construcción de manera integral para vivir con la gracia de los dioses y la cruda realidad de los guerreros.
Nuestra generación necesita de las mejores ideas, de las causas justas que inspiren los hechos más nobles, si la historia nos enseñó que primero fue la palabra, hoy obliguémonos a comenzar con acciones que después sean sustentadas con palabras que sigan construyendo camino.
Necesitamos renovarnos, actualizarnos, sin perder el sentido de nuestro origen, esa nueva forma de ver la vida y de actuar, necesita de primeros pasos, de perder el miedo a equivocarnos por hacer algo diferente, la sociedad necesita una nueva alianza confiando en sí misma, una nueva alianza que provoque que los hechos sean más que las palabras de los de siempre.
La bendición de la palabra, no podrá seguir siendo profunda, así como el hecho por si solo se perderá cuando carece de sustento, este binomio debe ser determinante que señale y marque camino siempre de la mano… Por eso estamos aquí esta nueva generación en esta nueva alianza, contigo todo, sin tu participación nada, juntos construyamos una idea común como pensadores, como románticos o poetas, juntos hagámoslo realidad como verdaderos guerreros.
Encontremos en el equilibrio entre lo que se hace y lo que se dice, algo que requiere el mundo, el país, nuestro Estado y que necesitamos los seres humanos, las personas, los ciudadanos… CONGRUENCIA.
*Presidente Estatal de Nueva Alianza en Oaxaca
@bersael