Los fármacos piratas dominan el mercado

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Farmacéuticas nacionales revelaron que, según informes de la Procuraduría General de la República, desde 2010 los medicamentos ilegales y falsificados representan 60% del mercado mexicano.

 

Rubén Lanz, gerente para México y Centroamérica de Cognex Corporation, dio a conocer lo anterior al denunciar el acelerado incremento de la entrada de medicamentos pirata al mercado mexicano, pues su volumen aumentó en 50% en tan solo un año.

“De acuerdo con la PGR —indicó Lanz— a principios de 2009, de cada diez mercancías cuatro eran ilegales, y a finales de 2010 se reportó que la cifra era seis de cada diez; es decir, un aumento de 50%. Ante esta situación, resulta inminente para los fabricantes de las industrias impactadas comprometerse con el producto más allá de la línea de producción, dando un seguimiento integral a sus productos.

“La zona de mayor distribución se encuentra en Guadalajara y Guanajuato… y la PGR ha localizado que la mayor parte de medicamentos apócrifos se elabora en laboratorios clandestinos del país, pero otros son traídos de EU y Asia”, aseguró Lanz.

Los principales medicamentos falsificados son suplementos alimenticios, para bajar de peso, vigorizantes sexuales y los “controlados”, como psicotrópicos y medicinas para tratar el cáncer. Los fármacos piratas difieren en su precio de los originales en 60% a 80% menos del valor de mercado, y también existe la modalidad de falsificación de envoltura y paquetes.

Industria ilícita

La Organización Mundial de la Salud estima que en 2010 la venta de medicamentos falsificados y contaminados superó los 50 mil millones de dólares, y ubica a China, India, Pakistán, Rusia, Brasil y México, entre las naciones donde se concentra el mercado de fármacos falsificados, el cual es “un gran negocio en el que está involucrado el crimen organizado, gente ligada al tráfico de drogas”.

En Europa la venta de medicinas falsificadas es de 1%, y en América Latina, alcanza más de 30%.

“El mercado ilegal no sólo afecta la economía del país, sino que también pone en peligro la salud y la vida de las personas”, precisó Lanz tras referir que en la industria la “rastreabilidad o trazabilidad” se ha convertido en una herramienta para mejorar el proceso de seguimiento logístico integral, y con ella “se tiene una certeza sobre qué parte de su producción está en el mercado, su ubicación y la calidad de la misma, lo cual se traduce en mayor seguridad para el paciente”, abundó Lanz.

Sistemas de seguridad

Por ello, consideró, las farmacéuticas deben agudizar esfuerzos que garanticen la seguridad del empaque y la autenticidad de los medicamentos a través de toda la cadena de suministro, lo cual es posible a través de la visión industrial, que con el uso de sistemas, sensores y lectores garantiza una adecuada inspección y trazabilidad, y cuya eficacia no se limita a combatir solamente la falsificación del packaging (empaque).

Una de las principales medidas que están tomando es la implementación de códigos 2D Datamatrix en empaques primarios, que contienen información del lote, caducidad y un número de serie único.

Inclusive, algunos han comenzado a marcar cada empaque individual de pastillas o cápsulas, lo que complica en medida exponencial la falsificación. Si a esta opción se le agrega el marcaje con tintas invisibles al ojo humano, se puede asegurar de una manera robusta la seguridad del empaque.

Además, el uso de sistemas y sensores de visión industrial puede ayudar a asegurar la trazabilidad mediante la automatización de la inspección visual y, al mismo tiempo, capturan los datos de los códigos 2D para enviarlos al sistema que realice el almacenamiento y procesamiento de los mismos y lograr el seguimiento integral del producto desde la fabricación hasta que llega al paciente.

Aprueban medicinas de última generación

La Cofepris aprobó los primeros cuatro registros de medicamentos de última generación para enfermedades como reflujo gastroesofágico, osteoporosis posmenopáusica y pérdida ósea, cáncer de mama y de próstata, contra las cuales había pocas alternativas en México y con lo que se reducirán costos.

Luego de que en agosto de 2008 el gobierno federal eliminara el requisito de planta farmacéutica en México, la Cofepris realizó las pruebas de seguridad y otorgó su registro a tres medicamentos biotecnológicos para enfermedades graves, con pocas alternativas efectivas disponibles en el mercado.

“Según datos empresariales, la autorización de los tres medicamentos biotecnológicos aseguran inversiones por más de 100 millones de dólares en los próximos cinco años y van a incrementar en más de 100% su plantilla laboral en 2011”, aseguró Mikel Arriola, titular de la Cofepris,.

Además, esta medida incentivará las inversiones, generará empleos y alentará la competitividad de México.

Los medicamentos son Vectibix (Panitumumab) para el cáncer; Aranesp ( Darbepoetina Alfa) para la anemia sintomática asociada con insuficiencia renal crónica y cáncer con neoplasias neomioloides; Prolia (Denosumab) para la osteoporosis posmenopáusica y pérdida osea en pacientes con cáncer de mama y de próstata, y Dexibant (Dexlansoprazol) para tratar reflujo gastroesofágico.

Milenio