Los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados gastan recursos públicos con “limitada rendición de cuentas”, lo que se refleja en que fallan en comprobar que todo el dinero que reciben es utilizado en tareas legislativas, advierte la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su informe sobre la Cuenta Pública correspondiente a 2013.
En el documento dado a conocer este miércoles, la ASF señala que las bancadas gastaron ese año 1,992.6 millones de pesos, una cantidad que representa 28% del presupuesto ejercido por la Cámara de Diputados en el Palacio Legislativo de San Lázaro en este periodo.
De ese dinero, 1,166.6 millones fueron de subvenciones a los grupos parlamentarios y, según la ASF, éstos no presentaron todos los documentos para comprobar las erogaciones.
“No se contó con la información que permitiera evaluar la razonabilidad del gasto o comprobar si los recursos se ejercieron en trabajos legislativos, por lo que persiste una limitada rendición de cuentas en el ejercicio de recursos por concepto de subvenciones”, señala el informe, que recomienda a la Cámara baja modificar su normatividad interna para mejorar sus mecanismos de fiscalización.
“Se otorgaron subvenciones especiales al amparo de acuerdos emitidos en ejercicios anteriores, no obstante que son autorizadas en situaciones excepcionales y tienen el carácter de únicas para atender asuntos específicos”, agrega.
El documento —que analiza otras instancias de los tres niveles de gobierno— también menciona que, de los 1,992.6 millones de pesos gastados por las bancadas, 219.7 millones fueron para “Apoyo para transporte” de los diputados.
Al respecto, la ASF considera que el órgano legislativo carece de mecanismos para asegurar que los legisladores utilicen ese dinero “exclusivamente para los fines autorizados” y, en caso contrario, se les contabilice como un ingreso por el que deban pagar impuestos.
En reiteradas ocasiones, organizaciones civiles han advertido que la legislación actual favorece que las bancadas legislativas trabajen en la opacidad, pues no hay reglas que las obliguen a realizar una puntual rendición de cuentas.
Gastos en obras y personal
En otro apartado, el informe de la ASF critica el manejo que la Cámara de Diputados dio a los recursos que se le asignaron en 2013 para conservación, operación y equipamiento de sus recintos, cuya principal sede es el Palacio Legislativo de San Lázaro, al oriente del Distrito Federal.
La ASF detalla que el órgano obtuvo un presupuesto de 500 millones de pesos, de los cuales se ejercieron 394.6 millones y se devolvieron a la Tesorería de la Federación (Tesofe) 105.4 millones.
Del monto ejercido, según el informe, la Cámara baja gastó 200.6 millones (50.8%) en los conceptos previstos, mientras destinó 194 millones (49.2%) a otros rubros.
Algunos de ellos son comunicación social (47.8 millones), eventos (8.6 millones), viáticos (8.2 millones), asesoría y consultoría (7.1 millones), papelería y material de oficina (6.9 millones), alimentos (4.6 millones), telefonía celular (3.9 millones), estética y peluquería (140,000 pesos), obsequios (89,800 pesos) y vales (78,600 pesos).
“(Se recomienda) que la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión fortalezca sus mecanismos de control y supervisión a fin de asegurar que los recursos fueron programados y autorizados para un fin específico se ejerzan en el mismo”, indica la ASF.
Otro apartado del informe da cuenta de que en un año creció en 41.1% el monto de dinero destinado a “Servicios personales”, es decir, la contratación y pago de personal para San Lázaro.
La ASF indica al respecto que la Cámara baja justificó ese incremento argumentando que su número de comisiones ordinarias pasó de 44 a 56, lo que hizo necesario contratar más gente.
El informe de la ASF —que aún puede recibir observaciones— se da a conocer a seis meses de que la actual Legislatura termine funciones a finales de agosto.
Los 500 legisladores que la integran serán sustituidos por los diputados que resulten electos en los comicios federales del domingo 7 de junio.
CNN