A unas horas de que inicie la Copa del Mundo Brasil 2014, se nota cada vez más la presencia de las fuerzas de seguridad por las principales calles de Río de Janeiro y en especial por las playas turísticas de Leblon, Ipanema y Copacabana, entre otras. Alrededor de 150 mil elementos del ejército, la policías de tránsito y federal y representantes civiles trabajarán juntos con la Oficina Civil de Defensa para garantizar la seguridad de los aficionados.
Se espera que lleguen a Brasil 600 mil turistas extranjeros.
Las autoridades brasileñas han informado que se invirtieron cerca de 850 millones de dálares en seguridad y adecuación de Centros de Comando y Control Integrados en las 12 ciudades sede, y unos 32 millones fueron destinados a la compra de armas no letales para los policías que vigilarán las zonas para que se realice el torneo de la FIFA.
El Ministerio de Justicia de Brasil entrenó a 13 mil policías que actuarán en las 12 ciudades para hacer frente a la ola de protestas que se han registrado desde hace varios meses. Los escenarios previstos van desde simples peleas entre aficionados hasta ataques terroristas pasando por manifestaciones de protesta.
Río de Janeiro modernizó el centro de mando integrado y control con aparatos de alta tecnología y lo último en cámaras y aparatos de geolocalización. En este lugar se coordinaron acciones de 39 instituciones de seguridad y movilidad.
Más de un centenar de policías procedentes los servicios de inteligencia de 40 países colaborarán con las autoridades brasileñas.
Agencias







