La investigadora Liliana Vianey Vargas Vásquez expuso que hace falta reconocer el trabajo y la participación de las mujeres indígenas en los procesos políticos de las comunidades, sin sobreestimar las versiones de que en dichos pueblos no se permite la participación de las mujeres en esas actividades.
Por ello, subrayó la importancia de reconocer la lucha y los procesos que las mujeres indígenas están emprendiendo desde sus comunidades, a fin de apoyar sus esfuerzos, pero sin llegar a imponer desde fuera visiones que satanicen a las comunidades indígenas.
Durante su participación en el Diplomado Internacional de Estudios de Mujeres, Feminismo y Descolonización, cuya organización apoya la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Vargas Vásquez precisó que para entender la participación de las mujeres en las comunidades indígenas, hay que considerar la visión respecto a lo comunitario que tienen dichas ciudadanas.
Es preocupante que se afirme de forma general que en las comunidades indígenas no se permite la participación de las mujeres, pues esta aseveración da pie a la creación y aplicación de políticas públicas que llegan a trastocar la vida de los pueblos indígenas, subrayó la también integrante de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México.
La investigadora comentó que dichas políticas públicas erróneas parten de consideraciones que se toman sin consultar a los pueblos indígenas ni tomar en cuenta su visión social.
Vargas Vásquez insistió en que el trabajo y la participación de las mujeres indígenas en las comunidades, aunque existe, no es reconocido en forma tan amplia como el de los hombres, por lo que es necesario considerar en qué acciones comunitarias participan las mujeres y cómo lo hacen.
Al presentar su conferencia en el Diplomado, la investigadora originaria de Tlahuitoltepec, Mixes, puntualizó que para las mujeres y los hombres indígenas lo comunitario no implica únicamente el aspecto de la participación política, sino que abarca toda su identidad como integrantes de un pueblo originario.
Explicó que esa concepción integra una forma de vida e implica una visión muy específica de la realidad, que influye en todas las esferas de la vida social, incluyendo lo político, lo religioso y hasta el ámbito interno de la familia.
La antropóloga y especialista en igualdad dijo que es necesario reconocer los procesos de las comunidades indígenas respecto a la forma en que se está abriendo espacio a la participación de las mujeres en los cargos comunitarios en los que logran mayor decisión.
Para ello debe considerarse al sistema de cargos como eje central en la vida comunitaria, ya que junto con el tequio permite a los individuos integrarse al tejido social, abundó Vargas Vásquez.
Recordó que es importante que la participación de las mujeres se analice considerando el contexto y la cosmovisión de los pueblos originarios, pues para ellos la participación va más allá de los cargos políticos, ya que desde esa perspectiva el servicio a la comunidad permite a cada persona ser parte de la propia comunidad, pero también le da a ésta sentido y la mantiene viva.
Apuntó que las dinámicas comunitarias están cambiando, pues en algunos pueblos ya se considera la participación de las mujeres al mismo nivel que la de los hombres en los casos de familias monoparentales, pues en esos grupos la responsabilidad de representar a la familia en la asamblea comunitaria le corresponde a la mujer.
Vargas Vásquez agregó que en las comunidades indígenas también se están abriendo espacios a mujeres solteras, con ciertas características, como por ejemplo su nivel educativo y su poder económico.
Modificaciones como esas son muestra de que las mujeres indígenas están en el proceso de entrada a los cargos, señaló la investigadora, para insistir en la necesidad de respetar los procesos propios de las comunidades.
El Diplomado Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismo y Descolonización es una actividad académica que busca involucrar a las mujeres y en especial a las indígenas oaxaqueñas en los actuales debates sobre género, feminismo y descolonización, mediante el intercambio de experiencias con 24 especialistas de Argentina, Bolivia, Ecuador, España, Estados Unidos, Inglaterra, México y Uruguay, junto con expertas locales.
La actividad se realiza desde el año 2014 con el esfuerzo conjunto de la asociación Luna del Sur, la Defensoría del Pueblo de Oaxaca; la Coordinación para la Atención de los Derechos Humanos del Poder Ejecutivo del Estado, la Procuraduría General de Justicia, así como de las asociaciones civiles Centro de Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco Briseño”, Centro de Derechos Humanos “Gobixha” y Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción.