Linchamiento frustrado en Juxtlahuaca: Horacio Corro Espinosa

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El domingo, entre la 1 y 1:30 de la tarde, varios taxistas colgaron a un chavo de 23 años de edad, a un árbol ubicado exactamente frente a la presidencia municipal de Juxtlahuaca.

El joven, de nombre Moisés, fue colgado al árbol después de encontrarle una cartera propiedad de uno de los pasajeros de un taxi colectivo del lugar.

Por ese hecho fue detenido por algunos trabajadores del volante, quienes decidieron por cuenta propia, darle un escarmiento a este carterista, pues no es la primera vez, aseguran, que realiza ese tipo de robos.

La policía municipal acudió en su defensa, pero casi al mismo tiempo llegó otro grupo más nutrido de taxistas, quienes mediante forcejeos se lo quitaron a los cuatro elementos policiacos.

Posteriormente, los policías estatales salieron por diferentes rumbos de la ciudad para a buscar al detenido.

Mientras era localizado, los taxistas habían vuelto al primer cuadro de la ciudad para colgarlo de las axilas al árbol que se encuentra frente a la presidencia municipal.

La hora de ese episodio, coincidía con la asistencia de gran cantidad de gente que se encontraba en el centro de la población, pues a unos cuantos metros está una cancha de pelota mixteca, donde casualmente, se desarrollaba un torneo regional con la participación de por lo menos 15 pueblos. Así que mucha gente se arremolinó en el lugar para ver o para incitar al linchamiento.

Ante la ausencia de algún representante del ayuntamiento municipal de Juxtlahuaca, tuvo que intervenir la vicefiscal del lugar, quien le dijo a la gente que su actuar no era el correcto, pero la gente no le hizo caso porque siguió igual o más enardecida todavía.

Otros, los que trataban de calmar los ánimos, tuvieron que pedir la ayuda del cura del pueblo para que convenciera a los frenéticos instigadores y no colgaran vivo al carterista. Gracias a este hombre, la gente se detuvo, y hoy, la autoridad municipal puede respirar tranquila.

Pero ese no es el único caso registrado en Juxtlahuaca. Hace meses hubo una racha de robos de taxis en esa región, pero un día agarraron a uno con el vehículo en las manos, y los taxistas lo iban a linchar en el mismo árbol donde colgaron el domingo a Moisés. Para fortuna de ese sujeto, los policías pudieron meterlo a la cárcel, pero la gente estaba tan enojada, que quería entrar por él. El encargado en ese entonces de la policía municipal, le mostraba al detenido las fotos de lo que estaba sucediendo afuera, y éste, se les arrodillaba a los elementos para que no lo sacaran, porque de otra manera perdería su vida.

Más tarde descubrieron que quienes robaban esos autos, era una célula que habitaba en los alrededores de San Juan Mixtepec, y Los tejocotes. Después de esa detención se acabaron los robos en la región de Juxtlahuaca.

El argumento de los taxistas de este domingo, era que, si dejaban libre a Moisés, al rato las autoridades lo iban a poner nuevamente en circulación y volvería a hacer exactamente lo mismo como todos los días, pues aseguraban, que las leyes están para proteger a la delincuencia, y no a los ciudadanos.

Tan caliente estuvo el evento, que los mismos taxistas quisieron golpear a una mujer policía quien registraba mediante fotografías, estos hechos.

Ustedes se preguntarán que dónde estaba la autoridad municipal de Juxtlahuaca para apaciguar las aguas violentas. Bueno, pues por órdenes del presidente municipal, solo se trabaja allí de las 8 a 4 de la tarde, y que ruede el mundo.

Por fortuna, ayer llegó la ambulancia aérea del gobierno del estado, para llevarse a Moisés bastante grave a la ciudad de Oaxaca y ser atendido.

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