Cualquier tiempo es bueno para el reencuentro con lecturas pasadas. Con ellas sucede como con las películas: con cada pasada se encuentra unos con detalles y se les puede ver con distintos lentes del analista.
Si Heráclito dijo que “nadie se baña dos veces en el mismo rio”, nadie lee dos veces el mismo libro. Es lo que paso con “EL MIEDO A LA LIBERTAD” de Erich Fromm.
Como el mismo autor lo señala, el tema principal del texto es “El significado de la libertad para el hombre moderno y el porqué de sus intentos de rehuirla”.
Escrito en 1941, el libro nos presenta una doble perspectiva. Desde el punto de vista individual y desde la Atalaya sociopolítica, explica las formaciones sociales de su tiempo y vaticina cual nigromante, las del nuestro, incluida la de México y -¿Por qué no?- la de Oaxaca.
La tesis que Fromm defiende es aquella que trata de demostrar que “EL HOMBRE MODERNO” (1941) afianzado en su yo y liberado de los lazos que lo ataban a la asfixiante sociedad pre individualista, no ha ganado –como habría de suponerse- libertad en su sentido positivo, sino que lo han vuelto ansioso e imponente.
A Guisa de ejemplo:
Cuando el niño crece, a este crecimiento le acompaña un fortalecimiento de sus manifestaciones físicas, metales y emocionales. En cuanto rompe las cadenas que le hacen fuerte, independiente e individual, paradójicamente, crece sentimiento de soledad que le torna ansioso, triste, desolado.
Es entonces cuando, ante la imposibilidad de revertir el proceso de individuación y por un mecanismo dialectico el niño hace una especie de renuncia a su libertad y desarrolla sentimientos de rencor, odio y resentimiento hacia quien les subyuga, generalmente, el padre o la madre.
Ante el aislamiento y la soledad e inseguridad, a una segunda alternativa: realizar en nuestros semejantes el trabajo y el amor sinceros.
-Un símil más:
El pecado original que desde el punto de vista religioso es un acto de desobediencia, desde el enfoque psicológico es un acto de libertad; el primer acto de libertad del hombre que conlleva un castigo, un sufrimiento. El hombre es separado de una mujer y son expulsados hacia el vacio. La soledad. El primer acto de desobediencia del hombre es un acto de libertad.
La historia de la liberta social e históricamente hablando es la historia de la abolición de la dominación exterior: el liberalismo económico, la democracia política, la autonomía religiosa y el individualismo en la vida personal.
Es el momento actual de México y el momento actual de Oaxaca, a pesar de muchas tentaciones de desertar la restricción de las libertades manifestadas a través de la perversidad que encubre marchas, plantones, bloqueos carreteros y pronunciamientos, en los que las culpas del malestar son atribuidos a las instituciones y sus actores, obligados por motivos políticos y/o vocación histórica, a respetar la libertad de pensar, reunirse y asociarse para pretender obtener una tajada de dinero público.
Cuando “El miedo a la libertad” fue escrito nadie hubiera imaginado sus alcances geográficos y en el tiempo.
La experiencia del totalitarismo era de la historia del niño que fortalece su mente, su cuerpo y sus emociones, pero ante su soledad e inseguridad y ansiedad entrega su libertad a un poder que lo domine, de modo tal que, los vínculos rotos primeramente se vuelven a hacer presentes.
El fascismo y el nazismo son dos caras de aquellos tiempos de renuncia a la libertad individual para no sentirse solo o angustiado; es así que cede su libertad a un poder externo que le somete.
Así paso el Medievo, los regímenes de Hitler, Musolini y Huy, a la distancia y con sus matices y proporciones aparte, el régimen trumpiano con un peligro mayor si las democracias occidentales de primer o tercer mundo no crean o fortalecen redes de apoyo.
Una especie de tercera guerra mundial a la que precede una nueva “GUERRA FRÍA” donde el etnocentrismo y el ideal de “SUPREMACÍA DE LA RAZA” amenaza con extenderse en un nuevo imperio o un neocolonialismo.
Es el momento exacto para creer a Fromm, mientras la historia como producto del hombre (que es a su vez resultado o producto de la historia) sigue su curso para permanecer “positivamente libres”.
“El progreso de la democracia consiste en acrecentar mentalmente la libertad, iniciativa y espontaneidad del individuo, no solo en determinadas cuestiones privadas y espirituales sino esencialmente en la actividad fundamental de la existencia humana: SU TRABAJO.
Toca ahora responder ¿Quién o quienes atentan contra la libertad de los oaxaqueños en tanto que individuos?¿Quienes atentan contra nuestra “actividad fundamental”, es decir, ¿Nuestro trabajo?
En aras de la libertad se cometen muchas injusticias y los ciudadanos somos cotidianamente rehenes de pequeñas “masas” amorfas que renuncian a su libertad individual y le entregan a “su” líder, para que se llene de dinero los bolsillos o los ocupe como barreras de contención para cerrar caminos.
La voluntad de cambio en Oaxaca se nota en una nueva relación se gobierno con los actores colectivos, Relación de respetos y sana cercanía, cuando se tiene el ánimo y la voluntad de aportar al bienestar de los oaxaqueños y voluntad para que el trabajo cotidiano, el trabajo creador, no sea interrumpido.
Oaxaca sigue cambiando, moviéndose.
De ahí los ajustes y los seguirá haciendo mientras sea necesario. Cero tolerancia al interior del gobierno para que hayan buenos resultados hacia el exterior.
El gobierno es un equipo y se van los que se tengan que ir, pecadores civiles del decálogo legal gubernamental.