Los gobiernos de Líbano, Jordania, Irak y Turquía debaten hoy en Ginebra qué hacer frente al problema de los dos millones de sirios que han huido de la guerra civil y se han refugiado mayoritariamente en sus países.
Ministros de esos cuatro países conversarán hoy con el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, cuyo organismo brinda ayuda humanitaria a gran parte de los refugiados sirios, de los que un millón son niños.
Por Líbano asistirá a esta reunión el ministro de Asuntos Sociales, Wael Abu Faour, y por el resto de países lo harán sus ministros de Relaciones Exteriores, el iraquí Hoshyar Zebari, el turco Hamet Davutoglu, y el jordano Nasser Judeh.
Sin embargo, cada país expondrá a Guterres una problemática muy específica.
Turquía, por ejemplo, decidió desde el inicio del conflicto hacerse cargo sola de los refugiados y en ello ha gastado ya 1.500 millones de dólares, recibiendo a cambio muy escasas contribuciones internacionales, que, según cifras facilitadas por Guterres, apenas llegan al 10 por ciento de ese importe.
Líbano, un país pequeño de 4.2 millones de habitantes, ha visto totalmente alterada su demografía con la llegada de más de 700 mil refugiados sirios, lo que preocupa mucho a las autoridades.
En Jordania se han levantado dos grandes campamentos de refugiados y uno de ellos, el de Zaatari, se ha convertido en el segundo más grande del mundo, con 130 mil personas, de un total de 515 mil refugiados que han llegado a este país.
Además, las autoridades jordanas están preparando la apertura de un tercer campamento para refugiados.
En Irak, los refugiados sirios se concentran en la región autónoma de Kurdistán, al norte, y su entrada se ha acelerado en las dos últimas semanas, periodo durante el que han entrado cerca de 47 mil, con lo que el total supera los 110 mil , indicó el ACNUR.
Agencias