Ley energética puntal de desarrollo para el Sur sur-este: EPM

Print Friendly, PDF & Email

21-evielAnte los grandes retos del desempleo, ante la caída del petróleo, del envejecimiento de la industria petrolera y la demanda en materia de luz y gas, de una población cada vez más creciente, esta reforma energética contempla no sólo la modernización de la paraestatal sino la construcción de la nueva industria generadora de energías, afirmó el Senador de la República Eviel Pérez Magaña.

El gran reto en el Sur sur-este es el empleo y uno de los objetivos de esta Reforma Energética, sin duda, es darle ruta al Sur y fortalecer la industria petrolera y sus proyectos.

Esta ley energética cimenta la posibilidad de construir nuevas oportunidades a las nuevas generaciones, a través de la modernización de sus refinerías en Salamanca, Salina Cruz, Minatitlán, Cadereyta, Tula y Ciudad Madero, aseguró el Senador Pérez Magaña.

La Reforma Energética es una aspiración de largo alcance: no se trata únicamente de cambios o ajustes legislativos, sino se trata de una profunda transformación a nivel constitucional con altos impactos para el sector y mercados energéticos.

Además, esta reforma establecerá un marco legal que fomente el uso de energías limpias y renovables, incluyendo la eólicas, solar y geotérmica, lo que detonará, las fuentes de empleos y oportunidades.

Tanto la reforma constitucional, como las iniciativas de legislación secundaria, prevén mecanismos para que México avance en la dirección correcta que aseguré la soberanía energética, la modernización de las empresas del Estado, y mayores beneficios para el pueblo.

Con esta Ley tendremos un mejor aprovechamiento de los recursos, seguridad energética, recursos adicionales para obras públicas, pagar menos por luz y gas, mejores ingresos para las Finanzas públicas, modernizamos a Pemex y a CFE, los recursos seguirán siendo de la Nación, más empleo, más inversión, una ruta real de reactivación al campo a través de fertilizantes más baratos y mayor crecimiento económico.

México está cambiando el modelo cerrado de crecimiento para abrirse la nueva configuración regional y mundial de la economía, impulsando el desarrollo del Sur de nuestro país.