Adecuar la política económica del país a un entorno internacional en desaceleración, y dar un piso suficiente de sustentación al gasto público para apuntalar el desarrollo económico, fueron los criterios principales de la Cámara de Diputados para aprobar, este jueves 16, el dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio 2015, minuta que fue turnado al Senado de la República.
La ley que aprobamos en la diputación como cámara de origen prevé un incremento de 26 mil 713 millones de pesos al monto previsto en la iniciativa en la materia enviada por el Ejecutivo Federal al congreso el 5 de septiembre, pues pasa de 4 billones 676 mil 237 millones de pesos a 4 billones 702 mil 951 millones de pesos, un incremento del 0.6 por ciento.
Las y los diputados consideramos necesario adecuar las previsiones de los principales indicadores para el próximo año en atención al cambiante entorno internacional, por lo que redujimos el precio del barril de petróleo, haciéndolo pasar de 82 a 81 dólares, el tipo de cambio lo ajustamos del 13 a 13.4 pesos por dólar, el PIB de 3.7 de crecimiento anual, la inflación de 3 por ciento y la plataforma de producción de petróleo de 2.4 millones de barriles diarios.
La reducción del precio del barril de petróleo, contra la insistencia de algunas expresiones políticas de elevar la estimación como siempre había ocurrido, la establecimos ante los signos de una economía mundial en desaceleración, es decir de menor crecimiento y en consecuencia de menor demanda de hidrocarburos, lo cual obliga a la contracción de precios, conforme a las leyes no escritas de la oferta y la demanda.
La reducción del precio del barril de petróleo se compensó con una mayor paridad del peso frente al dólar y un incremento de los ingresos tributarios no petroleros, además de una mayor eficiencia recaudatoria en el cobro del ISR, por lo que la federación podrá disponer de mayores recursos para hacer frente a las inmensas necesidades presupuestales del ejercicio 2015.
Pero no se trata sólo de montos, de estimaciones cuantitativas, sino de un ejercicio meticuloso de reflexión y análisis, para que en la discusión y la aprobación del presupuesto de egresos de la federación, una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados, los legisladores prioricemos un uso racional, productivo y de alto impacto social del gasto público, para que sea una herramienta fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo social, y no un dispendio de recursos públicos.
Un presupuesto con recursos suficientes para educación, salud, cultura, infraestructura carretera, deporte, campo, y para el combate a la pobreza, con especial acento en la atención de las comunidades indígenas, además de dar más a las entidades que más lo necesitan, como Oaxaca y el sureste mexicano.
Ya desde la propia ley de ingresos, y con responsabilidad frente a la nación, se prevén mecanismos compensatorios, como estímulos fiscales en materia de participación de los trabajadores en las utilidades, donaciones, contratación de personas discapacitadas y producción cinematográfica.
Se obliga al SAT a establecer un esquema ágil para las devoluciones del Impuesto al Valor Agregado, IVA, además de facilitar el ingreso de la contabilidad electrónica mediante un calendario.
Algo que a mí como profesional de la salud me importa mucho, como a millones de mexicanos y mexicanas más, es que se prevé que un monto similar al que obtenga por IEPS a bebidas saborizantes se destine a programas de promoción de combate a la desnutrición, sobrepeso y obesidad, así como proveer bebederos con suministro continuo de agua potable en inmuebles escolares públicos.
Con el objeto de fortalecer las finanzas públicas de las entidades federativas se prevé que las cuotas al precio final de gasolinas y diésel se actualicen anualmente conforme a las variaciones de la inflación.
En apoyo a las autoridades que más en contacto están con las necesidades de la población, las entidades federativas deberán informar a la SHCP sobre las fechas y montos de las transferencias de los recursos federales entregadas a sus municipios.
De esta manera en la diputación aprobamos ya, en espera de la votación en la cámara revisora, mayores ingresos públicos, no puedo decir que plenamente suficientes por la magnitud de los rezagos, para encarar los desafíos del año próximo, a pesar de un contexto internacional que anuncia un menor crecimiento económico.
No quiero concluir esta reflexión semanal, sin señalar mi visita a mi alma mater, el Instituto Tecnológico de Monterrey, en donde a invitación del rector David Noel Ramírez pude convivir con los rectores de otros campus y con la comunidad universitaria, especialmente con los cientos de estudiantes de origen oaxaqueño, en el marco de la Muestra Cultural y Gastronómica 2014.
El encuentro fue propicio para discutir fórmulas y políticas públicas para impulsar juntos, Congreso Federal e instituciones educativas, una mejor educación superior para las nuevas generaciones, en un mundo cada vez más globalizado, interdependiente y demandante, sin dejar de señalar y condenar los hechos virulentos y deleznables de estas semanas que han indignado y ensombrecido a los jóvenes y a toda la nación.
Desde la Cámara de Diputados del Congreso Federal, y desde todos los foros universitarios y de la sociedad civil, mi voz, mi participación y mi voto seguirán siendo en favor de leyes y presupuestos que beneficien a los mexicanos, que apoyen a la educación y la cultura, que incentiven el desarrollo, que atenúen los desequilibrios y las asimetrías regionales, que combatan la pobreza y que abran un horizonte de concordia, civilidad y mayores oportunidades para los jóvenes y para todos los mexicanos.