La entrada en vigor de una ley migratoria en Alabama (sur), tensiona hoy el ambiente entre partidarios y detractores de una reforma migratoria en Estados Unidos, considerada prioritaria por la Casa Blanca.
La víspera las autoridades policiales comenzaron a aplicar la normativa, la cual, según un fallo de la jueza de distrito Sharon Blackburn, tiene algunas partes que entran en conflicto con las leyes federales, aunque otras no.
Grupos defensores de los derechos de los sin papeles opinan que la legislación es la más estricta del país, incluso que las aprobadas en Arizona, Utah, Indiana y Georgia, y criticadas por su falta de humanidad con los indocumentados
A partir de ahora, las autoridades pueden interrogar a sospechosos de estar sin permiso en el país y mantenerlos detenidos sin derecho a fianza, y revisar el estatus de los estudiantes en escuelas públicas, según planteó el republicano Robert Bentley, gobernador del estado.
En la actualidad hay tres demandas contra la normativa, incluida una del gobierno federal. Asimismo activistas proinmigrantes plantean que apelarán la decisión de Blackburn, porque en su opinión la regulación viola la Constitución de Estados Unidos.
La decisión de la magistrada de permitir en Alabama la ley de detener y preguntar, que autoriza a la policía solicitar los documentos migratorios de las personas, es cuestionada en varios estados.
Hace varias semanas el sector empresarial agrícola rechazó la ley porque afecta sus necesidades de fuerza de trabajo.
Doug Chapman, del Sistema de Extensión Cooperativa para la horticultura en diez condados del estado, confirmó que los agricultores no pagan sueldos por debajo del sueldo mínimo.
Lo que los estadounidenses consideran un trabajo agotador y sucio, es para muchos inmigrantes el pasaporte hacia una vida mejor que la que tenían en sus países, afirmó.
El miércoles, el presidente Barack Obama culpó a los republicanos de carecer de liderazgo para enfrentar una reforma integral de las leyes migratorias, y criticó su rechazo a cualquier proyecto de ley que regularice la llegada de extranjeros y responda a la existencia de cerca de 11 millones de inmigrantes ilegales en el país.
Obama dijo que el país no puede tener 50 leyes de inmigración, una por cada estado.
El tema se perfila como un asunto candente en la campaña de demócratas y republicanos camino a los comicios presidenciales de 2012, e influyente en la atracción del voto hispano.
PL