Para honrar la memoria de don Sebastián Ortiz Castro, oriundo de la región de la Cuenca del Papaloapan, que se distinguió por su participación en la Revolución Mexicana, legisladores del distrito de Tuxtepec solicitaron incluir el nombre de quien encabezó el primer levantamiento maderista en el estado en la población de Ojitlán el 12 de enero de 1911, entre los personajes ilustres cuyos nombres serán instalados en las diferentes salas y espacios físicos del complejo legislativo de San Raymundo Jalpan.
En la reciente sesión ordinaria de la Diputación Permanente del Congreso local, el representante popular priista por el distrito XVIII de Tuxtepec, Jaime Aranda Castillo, y los diputados Alfredo Ahuja Pérez, del PAN y Juan Bautista Olivera Guadalupe, del PT, ambos también originarios de esa zona, presentaron la petición correspondiente a la Comisión Especial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México y del Centenario de la Revolución Mexicana, la cual se turnó para su inmediata atención.
En el marco de los importantes festejos patrios de este 2010, el Congreso de Oaxaca distinguirá con el nombre de oaxaqueños ilustres a las salas y espacios del complejo legislativo de San Raymundo Jalpan, en honor a los héroes de las gestas patrióticas que registra la memoria histórica de la entidad y como un reconocimiento a sus aportaciones, por lo cual se efectuará la develación de las placas en una ceremonia especial.
Originario de San Lucas Ojitlán, Tuxtepec, don Sebastián Ortiz Castro, en 1911 encabezó la primera rebelión maderista en Oaxaca. Comerciante, pequeño agricultor, ganadero y antiguo simpatizante magonista que ejerció por algún tiempo el magisterio, lanzó un Manifiesto “A la Nación” en el que llamaba a la lucha armada, justificaba el levantamiento y su adhesión al Programa Antirreeleccionista de México. Con ello nació el autollamado Ejército Libertador “Benito Juárez”.
Junto con Sebastián Ortiz estuvieron Adolfo Palma, Arnulfo González, Juan Ortega, Manuel Alfaro, Sabino Villalobos, Antonio Peña, Catarino Baranda, José Montalvo, Antonio Montes y Roberto Ortiz, quienes fueron comisionados para que hicieran trabajos de propaganda en contra del régimen porfirista en las municipalidades circunvecinas, reclutar hombres y hacer acopio de armas y caballos. Así recorrieron Jalapa de Díaz, Soyaltepec, Ixcatlán, Usila, Mayoltianguis, y en general a la Chinantla.
De acuerdo con diferentes historiadores, a pesar de que el sur y sureste de México no fueron regiones en que los movimientos maderistas tuvieran gran importancia político militar, se puede afirmar que los movimientos maderista en Oaxaca sí tuvieron significación en el proceso histórico que culminó con el régimen porfirista.
Durante el levantamiento armado ocurrieron varios enfrentamientos entre las fuerzas de Sebastián Ortiz y las del gobierno; uno de ellos, ocurrió en un punto estratégico llamado El Cantón, situado como a media jornada entre Tuxtepec y Ojitlán, así como en sus inmediaciones. El encuentro más importante ocurrió en un paraje denominado Monte Bello; Ortiz afirmó que logró reunir 237 hombres, entre infantería y caballería, enfrentándose a las fuerzas federales que contaban con más de 600 hombres, perfectamente armados.
La batalla duró más de nueve horas, teniendo finalmente que retirarse para no exponer a sus hombres. Los problemas que impidieron su triunfo fueron: falta de armamento, además de ser de menor calidad y la falta de parque.
Los problemas mencionados hicieron que, a pesar de contar con una fuerza que llegó en un momento a 800 hombres, tuviera que tomar la decisión de dispersarlos, quedando con una pequeña fuerza de 20 hombres, pronto mermada por constantes deserciones. Después se vio obligado a andar huyendo por diversas comunidades de Puebla, Veracruz y del distrito de Tuxtepec, incluso en un momento casi fue atrapado.
En los años posteriores, si bien se pierde la huella histórica de Sebastián Ortiz, Tuxtepec continuó siendo testigo de los conflictos revolucionarios.