Nos reiteraba un inolvidable Profesor universitario, que la única forma que tenemos para evitar que la historia se repita, es leyéndola. Comento lo anterior, porque revisando nuestra historia reciente, me encuentro que fue en el mes de mayo del 2005, cuando un grupo representativo de la Sociedad Civil encabezados en ese entonces por el Patronato Prodefensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (ProOax), la Fundación Bustamante, la Red Ciudadana de Oaxaca y el Comité de Vigilancia Ciudadana, comenzaron sus primeras protestas ante lo que calificaron “ una insensibilidad” del gobierno del estado encabezado por Ulises Ruiz, ante la serie de obras sin consenso y con altos costos que en forma autoritaria comenzaba a realizar.
En ese entonces la oposición era a la ejecución al remozamiento de nuestro emblemático “Zócalo”, donde –como finalmente se hizo—se levantaría nuestra tradicional cantera verde, para colocar en su lugar adoquines grises. También se comenzó a rumorar que en la Zona Arqueológica de Monte Albán se instalaría un programa con un costo de varios millones de dólares. Esto aunado a la molestias por la tala de árboles históricos de la ciudad motivó a que se lograran unir los sectores más opuestos, pues lo mismo levantaron su voz los boleros que los artistas plásticos, cocineras de las fondas del mercado que vecinos de la calle de Crespo, a los que amenazaban con quitarles los árboles para ampliar la vialidad, a las cámaras de restauranteros afectados con la medida, a los viejitos que se enamoraron en el zócalo, pero también a integrantes de organizaciones no gubernamentales como Isabel Grañén Porrúa presidenta de la Fundación Harp Helú y al pintor Francisco Toledo, que como integrantes de Pro Oax no cejan en su empeño de impedir la destrucción del patrimonio cultural y natural de Oaxaca.
Cómo no recordar, el intento desesperado del gobierno del estado por detener la inconformidad ciudadana creciente, a grado tal que pretendió convencer a varios de los promotores de las protestas y para ello Ruiz Ortiz envió a un emisario a lo que hoy se conoce como “Casa de la Ciudad”, quien llevaba la consigna de obtener la aprobación hacia dichas obras, pero que ante la falta de argumentos, transparencia en los montos a disponer, así como de aspectos técnicos se sintió agobiado y concluyó la reunión con un tajante: “pues quieran o no, las obras se van a llevar a cabo”. En lo personal considero que esto fue el inicio de la inconformidad social que estalló en el año 2006 con la agresión al Magisterio y si lo escribo, es precisamente por la afirmación de mi Maestro de que si no leemos la historia, esta podría repetirse.
Hoy vemos como estos mismos grupos, encabezados por la Señora María Isabel Grañén Porrúa y el Maestro Francisco Toledo, tal y como lo hicieran en el año 2005, le están solicitando al Gobierno de Gabino Cué escuche las voces de los ciudadanos y de los expertos en relación a la construcción del distribuidor vial de “5 Señores”. El pasado día miércoles fui invitado a escuchar la ponencia del prestigiado urbanista mexicano Alberto Kalash y si algo noté en sus palabras y en la participación de los asistentes, es que nadie está en contra de que se ejecuten este tipo de obras tan necesarias para nuestra ciudad, lo que no les parece correcto es que habiendo proyectos alternativos que brindan la misma solución a la problemática que se pretende resolver, con costos notoriamente inferiores, con propuestas ecológicas incluidas y con una visión de largo plazo, no quiera ser considerada por quienes tienen a cargo los trabajos.
La propuesta de Alberto Kalash es muy clara: contener el crecimiento de la zona metropolitana, reforestar cuanto antes nuestros cerros colindantes, recuperar el Río Atoyac, contener el agua proveniente de las lluvias, ordenar el transporte urbano y construir un paso subterráneo en el sentido de Trinidad de las Huertas hacia Santa Lucía del Camino, en esta última propuesta fue más claro y abundante. Sostuvo que es una aberración que en un crucero como el de “5 Señores” se pretenda elevar un puente y construir un túnel a la vez, que o se hace uno o se hace el otro, pero no los dos. Con diapositivas mostró cómo se vería el acceso proveniente del Aeropuerto, si se decidiera por el subterráneo como es su propuesta. Una avenida totalmente arbolada sería la primera vista con la que se encontraría el visitante que arribe vía aérea. Insistió en que si lo que se pretende es agilizar la vialidad en esa zona y en otras igual de problemáticas, lo ideal es promover un transporte de pasajeros eficiente y no contaminante.
Convencido de la sensibilidad del Gobernador Gabino Cué, espero que pronto estas aportaciones puedan ser consideradas en las obras que con urgencia demandan, no sólo nuestra ciudad, sino todo el estado. Donde se privilegie la aportación ciudadana, la claridad en la licitación y adjudicación de las obras, la transparencia en los montos a destinar para las mismas y un plan integral que nos permita transitar hacia el progreso en paz y en forma ordenada. Insisto, nadie está en contra de que nuestra economía se reactive a través de la ejecución de este tipo de obras, es más se aplaude que así sea, lo que no es bien visto es que se pretenda hacer de la misma manera que tanto indignó e irrito a la ciudadanía en los años 2005-2006 y que ahora, si no se tiene cuidado puede ser utilizado por falsos líderes para crear escenarios que ningún ciudadano en sus cinco sentidos desea se repitan en Oaxaca. El cambio por el cual votamos miles de oaxaqueños pasa por eso. De ahí que algunos que se encontraban ausentes en esas fechas, o que incluso fueron parte de ese gobierno y que hoy ostentan un cargo público, tengan que ir a la hemeroteca para darse cuenta lo que provocó la molestia ciudadana y con ello el voto de castigo a lo que se catalogó como decisiones autoritarias. Hay que leer la historia, para no repetirla, así de sencillo.
Twitter: @Mario_Mendoza_F