* Con la estrategia mediática de manipuleo de la conciencia colectiva de Steve Bannon y Epi Ibarra los presidentes Trump y López Obrador han impuesto el nacionalpopulismo en Estados Unidos y México.
*¿Será casualidad la captura en EU de Genaro García Luna y en España de Emilio Lozoya Austin, operadores y cómplices de Salinas o es una estrategia del imperio en complicidad con el gobierno de AMLO?
(A Redy Yescas, director de La Verdad de Oaxaca por su apoyo, solidaridad y generosa difusión de esta columna en su portal, así como a Rubén Íñiguez de la Voz de la Nación y a Felipe Cruz García de Voz del Sur. Gracias por su amistad al igual que a todos nuestros lectores)
La neurociencia se ha convertido en un campo que sustenta biológicamente la cognición y la conducta. Aplicada a la política, administración pública y negocios permite manipular la conciencia.
Estudia el sistema nervioso, su estructura, función, desarrollo ontogenético y filogenético, bioquímica, farmacología y patología, y cómo sus diferentes elementos interactúan.
A partir de este conocimiento el genio mediático estadounidense Steve Bannon, después de 30 años de intensa y permanente campaña llevó a la presidencia de Estados Unidos a Donald Trump.
Ex marine, ex banquero en Goldman Sachs, se convirtió en 2012 en director de la página web de noticias Breitbart News, “la plataforma de la Alt-right”, derecha alternativa o nacionalpopulismo.
Su estrategia: ataques antisemitas a los rivales de Trump durante su campaña presidencial, negando los elementos defensores del nacionalismo blanco, del antisemitismo y la homofobia.
Guardadas las debidas proporciones el genio mediático mexicano Epigmenio Ibarra siguió los pasos de Bannon para imponer como presidente de México a Andrés Manuel López Obrador.
El éxito de Epi, destacado periodista y productor de series televisivas de narco-cultura, fue crear el ambiente propicio para derrotar al PRI asociando a los priistas a los narcos y al narcotráfico.
Manipulando la conciencia colectiva con teleseries como Ingobernable vinculó al gobierno de Enrique Peña Nieto y La Gaviota al narco, ahora, difunde premonitoriamente Preso No. 1, serie en la que por primera vez en la historia se lleva a la cárcel a un presidente mediático por corrupción.
Al guatemalteco nacionalizado mexicano Epigmenio Carlos Ibarra Aldama tuve oportunidad de conocerlo en el Instituto Mexicano de Televisión del que era corresponsal de guerra, del narco y la guerrilla en Centro y Sudamérica. Su esposa Verónica Velasco, era conductora en IMEVISION.
Enseñanza nada nueva la de Bannon y Epi, pues fue expuesta por el insigne médico griego Hipócrates: “Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías, los placeres, la risa y la diversión, y de la pena, la aflicción, el desaliento y las lamentaciones.
“Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido”.
A la luz del combate político a la corrupción en México, desatado por Andrés Manuel López Obrador podemos adelantar que de la mano de Echeverría, AMLO va por Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari.
La detención del salinista-peñista Emilio Lozoya Austin, ex director de PEMEX prueba fehacientemente que sigue en disputa el proyecto de nación entre populismo y neoliberalismo.
Resurge la lucha a muerte entre el populismo socialista izquierdizante impulsado por el ex presidente Luis Echeverría Álvarez en la década de los 70 enfrentado a Carlos Salinas de Gortari.
Hoy, los actores protagonistas de esta pugna son el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrentado abiertamente al último presidente de la mafia del poder PRIAN, Enrique Peña Nieto.
La genial perversidad del presidente Andrés Manuel López Obrador es la misma del mandatario de Estados Unidos Donald Trump, a quien no solo interesa ir por Peña Nieto y Calderón sino, sobre todo, por Salinas.
Este es el verdadero fondo de la detención en Estados Unidos del súper policía mexicano Genaro García Luna como ocurre, ahora, con la captura de Lozoya, ex director general de Pemex en la ciudad de Málaga, España.
Al igual que lo hace Genaro García Luna muy pronto Emilio Lozoya Austin ambos salinistas-peñistas buscará negociar con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para reducir su condena e inculpar a Peña Nieto y Salinas.
¿Será simple casualidad la detención en Estados Unidos de Genaro García Luna y en España de Emilio Lozoya Austin, operadores y cómplices de Carlos Salinas de Gortari o se trata de una estrategia diseñada en el imperio en complicidad con el gobierno de López Obrador?
Lo señalamos de manera responsable corriendo el riesgo de escandalizar a las hipócritas buenas conciencias, históricamente amnésicas a conveniencia, y a los políticamente correctos.
Reiteramos que no comulgamos con el capitalismo explotador e inhumano y menos con su hermano bastardo, el socialismo-comunista, hijos de los milenarios padres de la mentira. Somos partidarios del comunalismo comunitarista fincado en el respeto y el servicio a los demás.
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