Nuestra reportera Burócrata trae la joya de la temporada y el coraje servido en plato fuerte: ya está confirmada la cuenta mínima de $53,090,883.36 para el “Día del Empleado 2025”. Sí, leyó bien: cincuenta y tres millones, noventa mil, ochocientos ochenta y tres pesos con 36 centavos. Agárrese, que viene lo bueno.
El martes 23 se publicó el fallo de la LPE-SA-SA-0081-08/2025 (las medallas). Tal como advertimos la semana pasada, hubo un solo tirador: Proveedora de Bienes y Servicios Gladiola, S.A. de C.V. se llevó el lote único por $25,234,169.60. Para el pueblito noble y sabio que paga la fiesta a cuotas de IVA, los centavos sí cuentan, aunque al gobierno le encanten los redondeos patrióticos.
Las bases piden diseño y cuños y dos preseas: oro 14k (37 mm, ~24 g) para trayectorias largas y plata .925 (40 mm, ~31 g) para los “veinteañeros” del servicio público; 654 medallas con estuche de poliuretano, luz LED y grabado fino, no vaya a ser que el reconocimiento se apague solito. Pura sobriedad… versión joyería.
Mientras tanto, el marcador del derroche va así: medallas por $25.23 millones, uniformes deportivos por $13.62 millones, pachanga con rifas y escenario por $14.23 millones. Total, mínimo confirmado: $53,090,883.36. Y todavía falta la licitación de la comida y bebidas.
Ahora bien, a ver qué va a decir el “nutridísimo” de Noel Hernández Rito, titular de Administración, para explicar semejante baño de oro al presupuesto. Porque festejar al Godínez no sólo es esta licitación: cada dependencia organiza su propio desayuno/comedero con rifas y foto de recuerdo. Haga la suma mental y verá que el “agradecimiento institucional” sale casi al precio de un quirófano VIP.
Por si el sindicato STPEIDCEO no tuviera caja, también toca pagarles vestuario y prendas de protección. Aquí entra la licitación: LPN-SA-SA-0036-08/2025, la tienda de raya oficial.
Es contrato abierto —en cristiano: fijan precios unitarios y luego cada dependencia compra lo que le dé la gana dentro del periodo. En las bases está clarito: surtidos centralizados y distribución “según requieran” las entidades con personal sindicalizado. Traducción: el gasto real se conocerá después, cuando caigan las órdenes.
El surtido es kilométrico: pantalón de mezclilla, gabardina y vestir para dama y caballero; camisas manga larga; blusas; chamarras repelentes al agua; zapato casual, tenis y chancla unisex —para el trámite ligero y que no se lastime el juanete ni se agriete el carcañal—; y, para el frente de batalla, botas tipo óxford, nobuk, con casquillo y especificaciones de seguridad.
Ciento cincuenta y ocho partidas técnicas con muestra de referencia y acabados de pasarela. Si el Godínez no trabaja bien vestido, no será por falta de look.
El fallo “partió la piñata” en cuatro proveedores y —ojo al dato— consigna “monto total por precio unitario”, no un techo global del contrato abierto. Ahí aparecen $35,825.17 para Uniforma T con 10; $38,384.32 para Beyram; $41,243.21 para Spaher; y $12,997.21 para Keyri. Sumados dan $128,449.91, pero eso no es el costo del contrato: sólo son sumas de precios unitarios. El gasto real saldrá de las órdenes que cada dependencia vaya emitiendo durante la vigencia.
Para acabarla, el propio documento remata que el instrumento jurídico se formalizará “bajo la modalidad de contrato abierto” y que “no será obligatorio ejercer el monto máximo del recurso autorizado”. En plata pura: no hay total cerrado. Transparencia básica que falta: publicar techo global y consumos mensuales por dependencia.
Aquí conviene un paréntesis con tirantez. Grupo Industrial Keyri, S.A. de C.V., el mismo que aquí gana el lote 1, arrastra polémicas públicas de otros años: se le vinculó con contratos de guías didácticas del COBAO cuando la doctora Verónica y el inefable Pacheco mandaban, pese a que Keyri no era una imprenta especializada; lo mismo con uniformes. Si hoy surte vestuario al sindicato, sería sano que la Secretaría de Administración explique criterios técnicos, experiencia y capacidad instalada de cada proveedor. No es venganza: es debida diligencia. Menos opacidad, más ficha técnica.
Regresemos al hilo. ¿Por qué esta licitación “se ve” barata? Porque es contrato abierto. Sin techo ni calendarización pública, el número queda difuso hasta el cierre. Legal, sí; ciudadanamente inverificable, también.
Si la historia como cada año se repite, las promesas de terminar con esos gastos excesivos, también se repiten, que la administración primaveral le mienta y le vea la cara al pueblito noble y sabio, también se repite.
Al tiempo…
Nuestra reportera Police Woman, que últimamente anda con lupa en mano y lámpara de minero colgada en la frente, se metió a revisar las cifras alegres —y no tan alegres— que cada jueves presume el famoso TEAM Intriga. Esos mismos que juraban que “Hablamos, no bloqueamos”, aunque en la práctica andan más bien en “madreamos no hablamos”. Resulta y resalta que sus reportes sobre inseguridad y percepción ciudadana se parecen a la realidad tanto como un buen téjate de Huayápam a un frappé de Starbucks.
Querido ciberlector, usted y yo no nos chupamos el dedo: mientras el TEAM Intriga asegura que en tal municipio ya bajó la incidencia y que en otro los ciudadanos viven tranquilos, uno sale de casa cada mañana con el Jesús en la boca, rezando que no se cruce un roedor de dos patitas a mitad del camino. Porque lo que dicen los numeritos de sus conferencias y lo que vivimos en carne propia son mundos paralelos.
Y aquí aparece Karina Barón Ortiz, flamante Secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP). Ella es la encargada de recitar las cifras de “confianza ciudadana”, aunque más bien parece karaoke con pista inventada.
Pero ojo: a las conferencias de prensa del gobernador, las de los lunes y martes, ya no la invitan. Dicen que fue instrucción directa de Salomón Jara, cansado de que, en lugar de ayudar, Karina se dedicara a repartir culpas en momentos delicados. Por esa ausencia, el mismísimo Niñito Dios ha tenido que salir a prenderle fuego al incendio con declaraciones insensibles y comentarios fuera de lugar.
A Karina sólo la dejan “brillar” en la conferencia de los jueves, que encabeza su jefe, “El Niñito Dios”, secretario de Gobierno, quien por cierto, que terminan metiendo al gobierno en más broncas.
Ese TEAM de intriga —también conocido como el Cártel del Niñito Dios— funciona con un manual sencillo: presionan presidentes municipales para que acepten sus programas de “paz” y “pas”. Si no se cuadran, zas, les echan la grilla negra directo al oído del gobernador. Y como en Oaxaca el rumor es ley y la intriga pan de cada día, varios ediles ya han doblado las manos y ahora tienen que ejecutar sus programas de la paz. Ejemplos hay muchos…
Lo grave es que mientras ellos se entretienen con sus números alegres, la realidad cobra vidas. El caso de Andrea, la mujer que murió en los separos de la Policía Municipal de Salina Cruz, sigue oliendo a impunidad. Andrea cargaba con el calvario de su hija, violada y torturada presuntamente por el ex comisario Eloy Girón Alcuria —que de impartir justicia pasó a sembrar terror y ahora cobra como asesor—. Perseguida, hostigada y revictimizada hasta el final, Andrea se convirtió en la segunda mujer muerta bajo custodia policial, después de Abigail en 2022.
¿Y qué dijo el Niñito Dios? Con la frescura de quien se lava las manos en agua bendita, aseguró que todo fue un “descuido en el protocolo”. Ni mencionó a Andrea, ni dio un pésame en nombre del Estado. Apenas soltó que cinco policías están en proceso judicial y, para colmo, defendió a Karina diciendo que los elementos estaban capacitados en el flamante C3. Si eso es estar capacitados, querido ciberlector, mejor compramos estampitas de San Juditas, porque al menos esas no fallan en control de confianza.
Karina, por su parte, presume programas para mujeres y se toma la foto con moños violetas cada marzo. Pero cuando toca dar la cara por Andrea o Abigail, opta por callarse. Sororidad selectiva, le dicen. Y las mujeres lo tienen claro: descuido es tenerlos a ellos en el poder; descuido es que el gobernador los mantenga en esos puestos; descuido es olvidar que también son hijos, hermanos o padres de mujeres. La muerte de Andrea no fue un descuido, fue una omisión criminal.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) lo confirma: menos del 50% de la población confía en la policía municipal, y un 45.2% reportó haber vivido un acto de corrupción en el primer semestre de 2025. Con esos números, lo único que nos queda es encomendarnos al supremo y esperar volver completos a casa.
Y como si no bastara, Karina sigue coleccionando tropiezos. Desde el primer año, la administración se le fue de cabeza: corrió al primo que tenía de administrador, pero el desorden sigue igual o peor. Y luego vino la joya: la compra de 75 rifles ARAD a Israel Weapon Industries. Para que un estado importe armamento necesita la Licencia Oficial Colectiva vigente y un permiso extraordinario de SEDENA. Todo eso implica que los policías deben estar capacitados y evaluados en control de confianza. ¿Qué hizo Karina? Echar culpas y evidenciar a su personal en el Comité Técnico como es su costumbre, en vez de asumir que la decisión fue suya.
Como el pecho de nuestra reportera no es bodega, nos informe que años atrás se hablaba de “compras consolidadas” con la Fábrica de Armas de la SEDENA, pero como los de la Defensa no se ponen la del Puebla, se abrió la puerta a que los estados compraran “por la libre”, siempre que sus licencias estuvieran en orden. Bajo ese esquema, Karina optó por los rifles israelíes. Y cuando se le salió de las manos, prefirió culpar al gobierno federal.
Para acabarla, la ASFE ya le observó “desaseo” en el manejo administrativo, y la ASF tiene el gasto federalizado bajo la lupa. Los informes de la Cuenta Pública 2024 están en revisión y, si no solventan, febrero de 2026 podría traer pliegos de responsabilidades como balde de agua fría. Así que no es exageración, estimado ciberlector: de que hay humo, hay humo y ese del más negro.
Al final, queda clarísimo que al TEAM Intriga lo último que le importa es la seguridad. Les importa el billete, el negocio y el poder. Karina, con sus licitaciones infladas, ya se ganó el apodo de la “Saymi Pineda versión ultra remix”: muchas compras dudosas, pocas justificaciones y cero resultados.
Así que, querido ciberlector, vaya calentando motores, porque apenas vamos en el intermedio. Esto da para largo, y lo que falta está peor que flor marchita.
La próxima semana le contaremos de adquisiciones que parecen cuentos de terror y del DESASEO que ya huele a cadáver administrativo. Por lo pronto, vaya comprando sus palomitas en combo extra grande… y eso sí, que no sean de Israel, je, je, je.
El proceso electoral para la renovación de autoridades municipales bajo el régimen de sistemas normativos en Oaxaca ya comenzó. Con ello, la agenda de riesgos aumenta, pues la disputa por el poder municipal es asunto serio.
San Juan Mixtepec, San Martín Itunyoso, Santa María Chilchotla y otra veintena de municipios están en foco rojo. Esperemos que la sangre no llegue al río.
De las protestas e inconformidades que surjan por los resultados, les estaremos informando.
Nuestra reportera aficionada a la verde nos informa que, si el ambientalismo tuviera soundtrack, en Oaxaca sonaría más a “La Cumbia del Garrote” que a un himno verde… y es que si en la Secretaría de Medio Ambiente sembraran árboles, como siembran la intriga, Oaxaca estaría cubierta de bosques tropicales.
El caso más fresco es el de Pedro Alberto López Garrido, ex titular del Organismo Operador de Residuos Urbanos. Hace apenas un mes le pidieron la renuncia —dicen que con empujones políticos incluidos— y hoy resulta que lo quieren regresar como asesor de la propia Secretaría. El padrino de su regreso es Manuel Valdez, operador ambiental de vieja guardia.
Pero lo sabroso viene aquí: el que movió todo para sacar a Garrido antes fue Jesús Romero, alias “el Niñito Dios”, que anda jugando a ser el nuevo “Rey de la Basura” versión Oaxaca, y es que dicen que le estorbaba en su nuevo negocio, así que intrigó e intrigó hasta que logró que lo corrieran, para poner a una persona que obedece solo sus órdenes. Así, como se lee estimado ciberlector: el hombre que sueña con ser presidente municipal, gobernador y hasta emperador del relleno sanitario.
Lo malo es que no sabemos si su modelo es gestión de residuos o aquel estilo Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, de oscuro recuerdo en la capital del país. Esperemos que no aplique aquello de las encerronas con las damas de la oficina. Je, je, je.
Y mientras se dan de codazos por el trono de la basura, la secretaria Karime Unda Harp, a quien le encanta que le diga “La Rambo Pinzón Unda”, presume sus Caravanas Ambientales “Layú Stidu”. Según la narrativa oficial, son el gran programa de concientización; en la realidad, parecen excursión de kínder.
En Ixtlán de Juárez —cabecera distrital nada menos— las agencias brillaron por su ausencia, los comités vecinales no llegaron y la asistencia fue tan pobre que daba pena ajena. El símbolo de la jornada: una lona con una catarina, como si el futuro ambiental del estado dependiera de un cartel de feria escolar. Y lo poco que se entregó a las autoridades locales fue ese trillado kit de manta, una USB y el libro “Las Mujeres Cuentan”, reciclado del Festival de las Aves. Así cualquiera se da cuenta de que las Caravanas son más foto que proyecto.
La incongruencia se repite puertas adentro. El 25 de septiembre, Día Naranja, la titular pidió a todas las trabajadoras vestirse de naranja para grabar un video contra la violencia. Pero la asesora Liz Matus fue marginada de la actividad y, de paso, relegada a un cubículo pegado a los sanitarios. Feminismo de manual para la foto, pero violencia laboral cotidiana en la oficina. El único entusiasta en apuntarse para el video fue un consultor ambiental llamado Manelik, que ya se ve con dirección en mano. Así se construyen “liderazgos ambientales” en la Rambo Pinzón S.A. de C.V.
Pasemos al capítulo de la farsa de los ríos. El 23 de septiembre, Karime Unda llegó a la mañanera del Gobernador a presumir “avances” del Plan Integral de Saneamiento de los ríos Atoyac y Salado. ¿Avances? Solo en PowerPoint. No hay listado público de acciones, ni cifras abiertas en la página oficial, ni evidencia de las famosas mesas municipales que, dicho sea de paso, nunca se concluyeron. Peor aún: los defensores de los ríos fueron excluidos de la comisión.
El evento se hizo en el patio del Palacio de Gobierno, con una firma de compromiso que además de estar improvisada, solo sirvió para simular que trabaja, aunque eso nadie se lo cree. El saldo: una foto y firma más para el archivo muerto.
Pero eso no es todo estimado ciberlector, tenemos un broche de oro: la licitación exprés LPN-SA-SM-0043-09/2025, para la compra de tres camiones recolectores de basura con capacidad de 21 yardas cúbicas. El contrato es clarito: no son donados, es compra con recursos estatales, partida 517 de vehículos y equipo terrestre, a nombre de la Secretaría de Medio Ambiente.
Plazo de entrega: nueve días después de firmar. Pagados en una sola exhibición, sin anticipo, y con obligación de entregarlos rotulados con logos oficiales.
¿Beneficiarios? Ixtlán de Juárez, Santa María Huatulco y San Lorenzo Cacaotepec. ¿Por qué esos municipios y no la capital, los municipios de la zona conurbada que se ahoga en basura? Política pura estimado ciberlector: Sierra para el control, Costa para el turismo, Valle Central para los amigos.
Y aquí viene lo más jugoso: en las bases de la licitación se detalla hasta el calibre de la lámina de los camiones, el tamaño de la tolva y el color de la pintura, pero en ningún lado se dice cómo se entregarán a los municipios beneficiarios.
¿Cuánto costará al pueblito noble y sabio la compra de esos camiones?
Para los municipios, ¿será donación, comodato, asignación administrativa o simple préstamo con moño verde? Nadie lo sabe. Lo único escrito es que Ixtlán, Huatulco y San Lorenzo Cacaotepec son “beneficiarios”, pero el esquema legal de entrega brilla por su ausencia.
Dicho de forma más clara: el Gobierno compra los fierros, pero deja a discreción de la Secretaría decidir cómo y por cuánto tiempo se los cuelga a los ayuntamientos.
Y ya sabemos lo que significa eso en Oaxaca: margen para acomodo político, favores y hasta para quitarles el juguete si se portan mal.
La pregunta que queda en el aire es dura pero inevitable: ¿cuándo se empezará a limpiar la basura real de Oaxaca y cuándo la otra, la que se acumula en las oficinas de la Rambo Pinzón Unda, en la del Niñitos Dios y la de sus tentáculos?
Al tiempo…
Mientras Oaxaca se partía el lomo en horario laboral, el viernes aterrizó en la Verde Antequera Luisa María Alcalde, hoy presidenta nacional de Morena, para apretar la tuerca de la estructura territorial. El parte oficial presume la ‘siembra’ de comités en las 71,541 secciones electorales del país; y acá, los organizadores juran que ya van más de 2,000 en Oaxaca —cifra que, por cierto, habrá que auditar con lupa, porque el diablo vive en el Excel”.
Hasta ahí, política de libre reunión. El detalle es quiénes estaban y a qué hora. En las fotos que subieron a redes sociales se puede ver a la “Flor Marchita” Saymi Pineda Velasco, secretaria de Turismo estatal; a Juanita Arcelia Cruz Cruz, directora general del Instituto de Planeación para el Bienestar; y a Diego Moisés Pérez de la Cruz, subsecretario de Política Social para el Bienestar. Funcionariado en pleno… en día y hora hábil.
La pregunta del millón: ¿Pidieron su “hoja de descuento” por ausentarse? Porque una cosa es militar, y otra usar tiempo pagado con recursos públicos para asistir a eventos de partido. La Ley General de Responsabilidades Administrativas obliga a la legalidad, imparcialidad y honradez; y tipifica el uso indebido de recursos públicos (sí, también el tiempo-hombre) como falta sancionable. Oaxaca tiene, además, su propio marco de responsabilidades. Que no se nos ofendan: presenten el descuento y tan amigos. Aunque sabemos que la ley siempre se la pasan por el arco del triunfo.
También nos preguntamos: ¿quién autorizó la salida? ¿Cuántas horas? Turismo no se detiene porque haya asamblea; Planeación tampoco; y Bienestar menos. Un pantallazo del permiso, un folio de control y listo: se apaga el sospechosismo.
Estimado ciberlector, Morena viene de anunciar que apretará reglas internas y discurso de austeridad y congruencia. Si la línea nacional pide mesura, en los estados toca predicar con el ejemplo: actividad partidista, sí; en horario institucional, no.
Oaxaca no se espanta por la política —vive de ella—, pero hay turnos que se pagan con dinero público. Así que, funcionarias y funcionarios que acudieron el viernes: o muestran su descuento o tengan tantita progenitora. Y si el argumento es “fue una horita”, que sea una horita descontada.
La militancia se honra en el tiempo libre; la nómina, en la oficina.
De los creadores de “La Mataviejitas” y “El Mochaorejas”, llega hasta tu Pueblo Mágico el nuevo estreno: “El Mata Perros”, protagonizado por Esaú López Quero, presidente municipal de Mitla. Sí, así como lo lee estimado ciberlector, ya lo conocen en el bajo mundo de la política local.
Y no es apodo gratuito: en apenas cuatro meses se han reportado más de 30 perros envenenados en Mitla. Perritos callejeros y hasta mascotas con dueño han caído víctimas de bolsas de carne y salchichas envenenadas tiradas por las calles. Una masacre disfrazada de “control animal”.
¿La cereza del pastel? Esaú, que en su campaña prometió “amor” y progreso, inauguró su “perrera”: un corral de alambre y malla sombra, sin comida, sin agua, sin techo digno. Un campo de concentración canino más que refugio.
Los animalitos, denunciaron activistas, quedaban a la intemperie entre lluvia y sol. Y mientras la gente lloraba a sus mascotas, el ahora conocido como “El mata perros” se carcajeaba en la radio prometiendo “investigar” … pero con tono de burla, como es su costumbre.
¡Ni Luis Milla, su antecesor, se atrevió a tanto! Y claro, la indignación ya trascendió: diputados pidieron a la Fiscalía una investigación seria, pero nada se ha hecho, organizaciones alzaron la voz, y nadie las escucha, y hasta turistas dicen que ya no quieren ir a Mitla por la mala fama.
Eso sí, estimado ciberlector Esaú se siente intocable, protegido por su cuate en el gobierno estatal – aquel que lo impuso con artimañas y manipulando los votos-, como si envenenar perros fuera un logro de gestión.
Mitla, del Pueblo Mágico al “antro de quinta”
Pero no contento con ser recordado como el “Mata Perros”, Esaú también quiere ser cantinero de quinta. ¿La pista? Nada menos que la zona arqueológica de Mitla, patrimonio cultural, historia viva… convertida en un tugurio iluminado con luces de neón que más parecen su bar clausurado La Mata.
Lo que llama la atención es que Mientras el gobernador Salomón Jara presumía en redes cómo quedaría la iluminación patrimonial —sobria, dorada, respetuosa—, Esaú cambió todo, y encendió reflectores azules y rojos que hicieron ver el sitio como un “table” mal pintado. Y claro, ahí andaba él, feliz, creyendo que estaba inaugurando la disco más grande de Valles Centrales, como si eso fuera un gran logro de gobierno. ¡Vergüenza le debería dar!
La basura y el negocio
Y por si no fuera suficiente, hasta la basura le apesta. Vecinos denuncian que llegan camiones de otros municipios a tirar desechos en Mitla, mientras el arco de seguridad no sirve “para nada y para nada”. Eso sí, a los repartidores que entran a surtir tiendas locales les cobra 200 pesos “de cuota”. Negocio redondo: basura de fuera y mordida para adentro. ¿Adivine con que funcionario primaveral trae el negocio?
Dicen los que lo conocen que el ahora conocido como “El Mata Perros”, es de esos que no aguantan la critica y la descripción de la realidad de sus actos. Y es que quienes se han atrevido a denunciar (habitantes, medios de comunicación, y quién sea), les marca, les envía mensajes intimidatorios, también los manda a amenazar por medio de terceros. Sí estimado ciberlector, se pone agresivo cuando alguien le dice la verdad.
Que alguien le explique que el poder no es eterno y que el miedo no es estrategia. El día que madure como persona y político quizá lo entenderá, o quizá no.
Lo que si sabemos es que a este paso Esaú pasará a la historia como lo que es: uno de los peores presidentes municipales de Mitla. Está llevando a este pueblo mágico al retroceso.
Así que ya lo saben, estimados lectores: Mitla hoy no solo es Pueblo Mágico, también es Pueblo Trágico.
Entre perros muertos, zonas arqueológicas convertidas en antros y calles llenas de basura, Esaú se consolida como el Mata Perros, el Mata Cultura y el Mata Pueblo.
Y la pregunta final: si así trata a los animales, al patrimonio y a la basura, ¿qué no hará con su gente?
Cuenta nuestra reportera universitaria fifí, que quien anda en modo diablillo —y pretende pasarse de listo— es David Zabdiel Martínez Pérez, “Rector” de la BUO. Y no es casualidad que de pronto se haya puesto muy activo soltando dinerito a medios: el motivo de ese shopping mediático es tapar lo que en los últimos días se le vino encima.
Resulta y resalta que desde el 10 de septiembre, estudiantes denunciaron expulsiones por exigir títulos, RVOE claros y planes de estudio que no parecieran escritos en servilletas. Algunos relataron que el rector llegó salón por salón con lista en mano, advirtiendo quién seguiría si insistían en preguntar a la SEP o al IEEPO. Por si fuera poco, circulan videos de la visita de Profeco, que habría suspendido instalaciones tras una ola de quejas, y en redes se repite la etiqueta incómoda: “universidad patito”.
En medio de ese fuego cruzado, el “brillante” “Rector” decidió sacar la chequera, (porque el dinero dice que le sobra). Está pagando a unos medios para que digan que la universidad es de funcionarios de la administración primaveral, y a otros para que acusen a otros funcionarios de entorpecer los trámites. En cristiano: quiere armar una cortina de humo con mentiras. Querido ciberlector, no se confunda, esas notas que vienen no son periodismo, son publicidad disfrazada de defensa personal, y dicen que unas mal pagadas y otras muy bien.
Y claro, mientras en papel presume convenios hasta con doña pelitos, en los pasillos la historia es otra: expulsiones, amenazas, falta de títulos y alumnos defraudados. Dicho queda: son señalamientos que él mismo debería aclarar con documentos, porque en este asunto el silencio no trae RVOE ni títulos bajo el brazo.
P.D. Un mundo lo vigila…
Verdad o mentira
Qué en la pasada visita de CSP al llamado “templo de los alebrijes y delincuentes de la 4T”, quien andaba charoleando era Emmanuel Navarro Jara, dirigente estatal de Morena. El mismo que, para tener acceso al evento, se presentaba como organizador y como funcionario del Gobierno del Estado.
¿Cobrara también en la nómina del gobierno primaveral?
Será que a Alejandro Avilés ya le sopló el “aigre” de la Rosa de Guadalupe y por fin se dio cuenta de qué tono de verde es el correcto. Porque últimamente se le veía pegadito a Raúl Bolaños Cacho Cué, tanto que hasta lo destapó como candidato a la gubernatura y lo vendía como la joya de la corona.
La duda es si ahora ya entendió que el “damo de compañía” de Ricardo Monreal no tiene futuro en Oaxaca, o si lo que vemos es otra jugada de colmillo de Avilés, que, aunque últimamente le falla, no da paso sin cálculo.
En la foto lo vemos nada menos que con Pepe Estefan Garfias, presidente estatal del Verde, con la sonrisa de oreja a oreja y el hashtag implícito de “el verde es vida”.
¿A qué está jugando Avilés? ¿Se bajó de un barco que se hunde para subirse a otro que promete sombra y hojas verdes? ¿o será un plan con maña que trae con “él cara de fuchi”?
Estimado ciberlector, en política no hay casualidades, y mucho menos en el ajedrez de Avilés.
P.D. Para Pepe T: en la vida y la política, lo que pesa no es colarse al informe, sino olvidar saludar y mencionar a quien le abrió la puerta. #PrimerLlamado
Dice nuestro reportero Flechador del Sol, que en Huajuapan de León, es el único lugar donde el poder se pasea a caballo y la ley se escribe a lápiz, con borrador a la mano para los amigos. Allí, entre el polvo y el olvido, una mujer ha sido silenciada. No con amenazas, no con promesas incumplidas, sino con metal. Se trata de un muro de metal que le arrancó de un golpe la luz, la seguridad, el derecho a asomarse a su propia vida.
Así, sin permiso, sin consulta, sin vergüenza. Le han robado la vista, la luz, la seguridad. Le han robado el derecho a mirar la calle, a cuidar a sus hijos, a respirar.
La ventana de su hogar ya no mira a la calle. Ahora tiene un espectacular por cortina, un anuncio que escupe y grita publicidad mientras los niños intentan dormir.
Para sostener el metal que guardará la pantalla, pusieron un poste que invade la cebra peatonal como si el espacio público fuera propiedad privada, como si las banquetas fueran tierras sin ley.
Ya se colocó un medidor que servirá para alimentar el espectacular. El contrato fue solicitado a nombre de la C. Mariana Miranda Ramírez Flores, persona que no es vecina de la colonia y que nadie conoce en la comunidad, lo que despierta dudas sobre la legalidad del trámite.
Justo ahí, donde años atrás un menor murió electrocutado, hoy se alza otro peligro, otro descuido, otra firma que nadie asume.
¿Para esto se hizo alguna planeación urbana? ¿Se realizó una consulta vecinal? No hace falta preguntar cuando el presidente de la colonia ya cobró su mordida y el municipio, bajo el mando del presidente Chupón, estampó el sello sin mirar. Este ayuntamiento autoriza lo que brilla, aunque deslumbre y enferme.
El municipio, encabezado por el presidente Chupón, lo avaló. Cuando las mujeres de la calle Nuyoo piden explicaciones, el Síndico responde: “Yo no hablo con mujeres”. Así, sin rodeos. Como quien cree que el machismo es política pública. Como quien pasea a su amante en eventos oficiales frente a su esposa, porque el poder, en Huajuapan, se mide en humillaciones. No cabe duda que este gobierno utiliza el código del cantinero y no con la Constitución. En esa ciudad el poder no se ejerce, se exhibe con lujo de crueldad.
Pero esta ventana no es solo vidrio. Es símbolo. Es testigo. Es frontera entre lo íntimo y lo público. Taparla es callar a quien observa. Es castigar a quien incomoda. Es decirle a una madre que sus hijos no importan, que su descanso no vale, que su seguridad es negociable. En fin, pues, es decirle que sus noches en vela no valen tanto como el contrato de un anuncio.
Nuestro reportero esta aquí para recordarles a los funcionarios del ayuntamiento, que las calles de Nuyoo y la carretera Internacional 190 no son mercancía. Que la dignidad no se cotiza en el mercado de favores. Que la dignidad no se alquila por contrato. Que la mirada de una mujer, aunque la tapen con acero, sigue viendo. Y lo que ve, duele.
Huajuapan está bebiendo lo que nunca debió probar: su propio drenaje. Y no nada más su drenaje, sino también el de los pueblos vecinos de la cañada. No es metáfora, ni exageración del catastrofista de la esquina: son litros y litros de aguas negras que, empujadas por las lluvias, reventaron los tubos de riego en la Estancia. Desde entonces, esa corriente oscura corre sin freno hacia la presa de Yosocuta, ese sitio donde familias lanzan cañas de pescar sin sospechar que bajo cada ola no nada un pez, sino un coctel de desechos.
El ciclo es perverso y perfecto a la vez: de la presa al grifo, del grifo a la olla, de la olla al cuerpo. El agua viaja como un mensajero fiel, pero en vez de salud reparte enfermedad. Y mientras tanto, el Sistema de Agua Potable de Huajuapan —SAPAHUA para los íntimos— juega a ser banquero en lugar de garante de vida.
Nuestro “Flechador del Sol” ya lo había señalado: entre 2022 y 2024, SAPAHUA recibió más de 12 millones de pesos en préstamos municipales sin aprobación del cabildo. Doce millones que no se transformaron en filtros ni en tuberías, sino que se evaporaron con la misma rapidez que un charco al mediodía o la promesa de campaña tras el mitin.
La planta de Acatlima, ese caro monumento a la ineficiencia, a veces trabaja, a veces bosteza. Y cuando decide descansar, lo que llega a las casas no es agua, sino un caldo gris que huele igual que los drenajes de Jardines del Sur, la calle Gante o el Parque Colón. El aroma de miércoles —ese tufo que se pega en la ropa y en la memoria— es también la prueba de lo que los huajuapeños beben con resignación.
SAPAHUA dejó de ser proveedor de agua para convertirse en caja registradora. El único líquido que fluye con abundancia allí no es el vital, sino la impunidad. Mientras tanto, el ayuntamiento reparte millones en ferias, juegos pirotécnicos y fotos sonrientes del presidente municipal, mejor conocido como “Chupón”. El agua no da votos inmediatos; el aplauso sí.
Así, el pueblo paga puntualmente sus recibos, aunque lo que recibe es agua turbia, contaminada, indigna. Una traición líquida, servida en vasos familiares. Y lo más grave no es la crisis en sí, sino la normalización: la costumbre de vivir con veneno diluido en lugar de exigir agua limpia.
Huajuapan no merece beber drenaje. No merece cocinar con podredumbre. Y si SAPAHUA no está dispuesto a cumplir su función, que al menos tenga la decencia de reconocerlo. Porque las cuentas fantasmas y los discursos huecos no purifican ni una gota. El agua sucia cobra facturas más tarde o más temprano, y la paciencia del pueblo ya gotea en su límite.
Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector, la frase de la semana:
En política, el pueblo paga la luz… y también las sombras.
