Donde sí se pusieron recios y están intentando tumbarle una buena lana al partido ganador de las elecciones pasadas, fue en la Comisión de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), quienes multaron a Morena con más de 197 millones del águila por el supuesto fraude que orquestaron con el fin de financiar operadores y candidatos durante las pasadas campañas, esto después de que dicha comisión, le pasara la lupa al “Fideicomiso por los Demás” donde asegura se manejaron por ahí de 78 millones de forma irregular y que fueron a parar a la campaña de quienes pregonaron a los cuatro vientos el cuarto cambio de México. (¡tómenla puercos y marranos!).
Todos recordamos con lágrimas en los ojos, como el entonces dirigente de Morena e ícono de los chairos con camisas del Che y actitud revolucionaria, su Santidad Andrés Manuel López Obrador ––con tal de no renunciar a las prerrogativas de Morena y verse bien noble––, en un acto que se vio toda la buena intención, anunció la conformación del “Fideicomiso por los demás” con el único fin (según él) de apoyar a las víctimas de los sismos en septiembre de 2017, donde se presume se manejaron más de 78 millones que en ese entonces estaban destinados a las víctimas.
Triste fue su realidad, cuando en esta semana a través del consejero Ciro Murayama, anunciaron que después de darle una revisadita, concluyeron que existieron varias irregularidades en el manejo de los dineros, ya que “ingresaron 78.8 millones de pesos a través de depósitos en efectivo (44 mdp), cheques de caja (14.7 mdp), transferencias bancarias y SPEI (19.7 mdp), mientras que egresaron a través de cheques de caja 64.4 millones de pesos, principalmente a miembros del partido, los cuales fueron cobrados en efectivo”.
Todo esto podría hablar de la nobleza de los integrantes y afines a Morena, quienes dieron cátedra de solidaridad y buena fe al aportar tanta lana sin chistar, el problema es que la cantidad de 44 millones de pesos rebasó lo que permite la ley en materia de aportaciones en efectivo, y ahí es donde la puerca torció el rabo.
Al darse cuenta de esta bonita estratagema, la Comisión de Fiscalización se le dejó ir con todo y propuso una multa a Morena por un monto de 197 millones 46 mil 413 pesos, al haberse configurado la omisión en el reporte de ingresos, el rebase del límite de aportaciones en efectivo, recibir aportaciones de personas desconocidas y personas morales, la cual fue aprobada con 9 votos a favor y uno en contra dejando fríos y por los suelos a quienes integran el revolucionario y ganador partido.
Pero ahí no paró la cosa, ya que Murayama “El Vengativo” señaló que otras autoridades deben involucrarse en el caso, (ahí te hablan PGR) para saber de dónde salió el dinero, quién es la fuente de los depósitos. “Estamos dando vista al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNVB)”.
Al ver las calumnias y la sucia difamación que se hacían sobre el partido que lo vio nacer, su santidad Andrés Manuel, fue quien salió a dar la cara y en un tuitazo aseguró que no se trataba más que de una vil, asquerosa y mezquina venganza, ya que por ahí andan dolidos por su avasalladora victoria el pasado 1 de julio (samamada), y aseguró con golpes de pecho, que en la benemérita institución no hay más que almas puras y de corazón noble. (puercos y marranos, pero eso sí, de corazón noble)
Y en conferencia de prensa desde la casa de transición, el mesías se les fue encima a los consejeros del INE diciéndoles bien feote ya que los acusó de actuar como conservadores, con toda la intención de la venganza, de manera facciosa, de mala fe. Fue tanto su enojo que por sus ojos se podía leer. Les vamos a bajar el sueldo ojetes, y si siguen, desparecemos al INE para que vean como masca la iguana.
“Es una venganza, no sé por qué. No nos ven con buenos ojos, no olviden que los consejeros del INE los nombraron el PRI, el PAN y PRD entonces ese es el asunto tienen ese origen y no olviden que el de fiscalización del consejo (Ciro Murayama) firmó en el 2006 avalando el fraude electoral. El mismo que ahora emite esta multa a Morena. Existen elementos para sostener que están actuando de manera facciosa, de mala fe”, dijo con ojos furibundos y llenos de rencor.
En su momento, también aseguró que fue él mismo quien puso 500 mil de su bolsa para la noble causa, los cuales salieron de las ganancias de su último “best seller” (depósito del cual el INE asegura no encontrar registro) y que fueron entregados a los más necesitados en partidas de 2 mil cuatrocientos pesos por familia.
Ya nada más falta que los chairos se pongan a juntar a firmas de quienes “recibieron el cuantioso apoyo” y graben vídeos dando las gracias para seguir legitimando a su mesías, ya que en sus filas no cabe, no se acepta y es pecado mortal que castiga Dios con un rayo en la cabeza, a todo lo que tenga que ver con corrupción y actos fuera de la fe y el buen culto de la iglesia AMLOniana de México (¡samamada!).
Los que están bien preocupados y ya comenzaron a liquidar sus tandas y tuppers que sacaron en quincenas, son los más de 8 mil trabajadores de base y de confianza del gobierno federal, quienes ganan más de los 108 mil pesos al mes que su santidad y virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, propuso como tope salarial y que se aplicará parejo y sin miramientos (¡ay nanita!).
Según la Secretaría de Hacienda, en 2018 se registraron 3 mil 600 trabajadores de base y casi 4 mil 500 trabajadores de confianza que reciben arriba de 108 mil pesos al mes en su sobrecito y que, si se cumple la promesa de recortar hasta el 70 por ciento de este último grupo, al menos 5 mil trabajadores se tronarán los dedos el próximo sexenio, ya que verían su sueldo reducirse dramáticamente.
En el sexenio del Gel Boy, el tabulador salarial de la administración pública es encabezado por él mismo, y se embolsa algo así como 2 millones 579 mil pesos al año (214 mil 994 pesos mensuales), y como lo dicta el artículo 127 de la Constitución, donde dice que ningún funcionario debe ganar más que el mero mero de la República. Las posiciones que se verían afectadas en todas las dependencias son las de secretario de Estado, subsecretario de Estado, oficial mayor, jefe de unidad, director general y director general adjunto, quienes ahora tendrán que estirar la quincena y sacar sus cosas en tiendas de abonos chiquitos para poder superar la nueva austeridad.
Esto según el mismo Carlos Urzúa, quien es el mero bueno en el equipo de transición en economía y finanzas, y próximo secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que asegura que existen márgenes para obtener ahorros presupuestales dándole una rasurada a todos los sobrecitos de la quincena y así lograrlo sin afectar la provisión de bienes y servicios a la población.
Dicen los que saben, que esto puede ser una arma de dos filos, ya que sí van a generar más ahorros y se tendrá más dinero en las finanzas públicas, pero también puede aportar a que los que se sientan mal pagados, busquen otros horizontes en la iniciativa privada, donde ahora los salarios serán competitivos, aunque ahí sé exijan las 8 horas de ardua labor sin hacerse wey 2 horas en el café.
Por otro lado, Aristóteles Núñez, quien fuera el mero bueno del Servicio de Administración Tributaria (SAT), dijo que, aunque la reducción de los salarios podría derivar en pérdida de talento en algunos puestos, no significa que los nuevos funcionarios que lleguen no estén a la altura del proyecto que pretende la nueva administración federal.
“Debe haber personas talentosas que no hayan estado en el servicio público y que no han recibido una oportunidad”, aseguró en entrevista con El Financiero. “Es posible que a muchos de esos nuevos potenciales funcionarios les parezca atractivo el sueldo y las condiciones que se impongan en la nueva administración y hagan un buen papel”.
Ya entrado en materia, Núñez también apuntó que en todos los cambios de gobierno existen modificaciones en los cuadros de personal que laboran en el gobierno federal, y que no todo puede ser una pérdida, ya que como se van los que saben hacer la chamba, como quienes nada más van a hacer horas silla, para esperar (como en los tiempos mozos) la hora de salida y el cobro puntual de la quincena (aunque usted no lo crea, existe gente así), y que su partida no representan más que un ahorro, aunque sea de espacio.
Por su parte, Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM (CEFI), dijo que se deben aplicar los descuentos, pero deben limitarse ya que no es lo mismo Chana que Juana.
“Me parece que se han extralimitado las percepciones, prestaciones y privilegios de los servidores públicos de niveles superiores y deben acotarse, sin embargo, extenderlo a todos los niveles de gobierno daría al traste con el servicio civil de carrera”, dijo González.
Dicen las malas lenguas que en oficinas federales ya pusieron muchos sus barbas a remojar, y que las señoras de las tandas andan de arriba para abajo queriendo cobrar todos sus números, ya que nadie sabe que se puede esperar ahora que su santidad Andrés Manuel, llegue a la silla grande.
Es tanta la angustia y ansiedad que se ha generado, que más de una de las encargadas de recoger lo de las tandas ya se volvió diabética, pues como es del dominio público los “Godínez VIP” toman de a dos y hasta tres números en eso jueguitos del hambre.
¡Ay nanita, eso se está poniendo muy perro!
Ahora que pasó la efervescencia de la jornada electoral, y que se constató la ultra mega arrastrada que le dieron las fuerzas vivas de Morena (Chairos y babalucas) a todo lo que oliera a partido tricolor, en el gobierno de Oaxaca todos andan haciendo como que la virgen les habla, incluyendo a sus mandos superiores, a pesar de que los problemas corren por todos lados sin que exista ningún tipo de solución posible o visible.
El caso es que como todos saben que están metidos en una especie de callejón sin salida, y no gracias al resultado de la elección sino de su propia incompetencia, en todos lados andan jugando a hacerse los chistosos y darse patadas bajo la mesa como si eso los ayudara a resolver algunos de los muchos problemas que sí tienen.
Por ejemplo, en la Secretaría General de Gobierno hay una especie de quiniela para ver cuándo se retira y hasta por qué puerta el actual titular, y quién llega. Desde hace como dos semanas soltaron el rumor de que el elegido para suceder al poeta del edificio 8 de Ciudad Administrativa, sería el Senador suplente Jorge Toledo Luis, alias “La Coquis”, o “Joto” para sus íntimos amigos de la diversidad sexual quien estaría ya calentando el brazo en espera del banderazo de salida.
En ese caso hay quienes hacen hasta expectativas negándose a la realidad: la General de Gobierno no puede hacer nada ya que es una secretaría sin capacidad operativa, sin recursos, sin respeto por parte de Finanzas y las demás dependencias, y sin la menor injerencia en los asuntos delicados del gobierno. Por esa razón pueden importarse al mismísimo Osorio Chong o a Navarrete Prida, o hasta al vejete Muñoz Ledo y de todos modos no habrá forma de que resuelvan algo más de lo que se ha hecho, y realmente se ha hecho poco porque los conflictos entre comunidades brincan casi todos los días, dejando la mayoría de ellos un saldo rojo que cada vez enluta y lastima más a la sociedad oaxaqueña.
En otro lado donde hay verdaderas chispas y golpes bajos es en el área de seguridad. Los pelones de la SSP desde hace tiempo habían agarrado de su puerquito al fiscal Rubén Vasconcelos y hasta lo impulsaron para ser el vocero del grupo de coordinación Oaxaca, que no era otra cosa sino un grupo para que todos juntos jugaran al tío lolo, y ocuparon a Vasconcelos como pararrayos dada su amplia disposición para ser quien diera la cara y las explicaciones increíbles y hasta fantasiosas a los oaxaqueños.
La realidad dice que los homicidios están imparables, igual que la violencia y los crímenes que se cometen en varias regiones del Estado, pero ellos no desperdician un solo día para pelearse, mostrarse recelo, evidenciarse y mostrar que no son una institución de confianza. Al interior de la AEI los moches y los tratos con la delincuencia van viento en popa, solo hay ver como funcionarios de menor nivel que el Fiscal andan con más escoltas y más gente armada.
Por eso no tardaron en soltar borregazos desde las mismas oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública para informar que pronto habrá cambios en la SSP o que el fiscal Vasconcelos ya presentó su renuncia dado que está peleado con todos los que tiene relación en el gabinete del gobierno.
Es bastante claro que el Fiscal les estorba y no se ha prestado a los negocios que pululan como hongos en tiempo de lluvia en esa institución. Dinero fácil, sucio y de dudosa procedencia.
Mientras todo eso ocurre nadie sabe por qué la Secretaría de Finanzas insiste en tener ahogadas las finanzas estatales y regatearle recursos a todo y a todos, como si esa fuera una fórmula mágica para hacer un buen gobierno. Nadie se ha dado cuenta que el gasto estatal es el aditivo principal de la economía oaxaqueña, y que mucha de la economía estatal depende del dinamismo que sistemáticamente se ha rehusado a imprimirle el titular de la SEFIN y su (¿alguien sabe por qué?) poderoso subsecretario de egresos, que más bien parece el petulante titular que a nadie recibe, con nadie habla, y a nadie le resuelve, como si ellos dos, Jorge Gallardo Casas y Gustavo Marchello Benecchi Loyola, fueran los enemigos número 1 y 2 del Gobernador, y no (como se supone que debiera ser…) sus principales aliados.
El caso es que mientras estas intrigas se desahogan, lo que veremos son semanas de lo mismo: de gente que como los cangrejos se da patadas bajo la mesa y hace como que la responsabilidad es de otro. Aunque no lo crean, hay mañana y por las arrogancias que han cometido, se las cobraron en las urnas el pasado 1 de julio, y dentro de tres años (cuando en Oaxaca se supone que habrá aún este mismo gobierno) se las volverán a cobrar una a una.
Tomen papel y lápiz y apunten, por favor.
Por cierto, los cambios del gabinete serán pasando las fiestas de la Guelaguetza.
Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector la frase de la semana:
En política siempre recuerda:
El razonamiento humano nunca es perfecto. Odiar y razonar es una mezcla incompatible.