Nuestra reportera Burócrata nos trae la joya de la temporada: el “Día del Empleado 2025” ya tiene presupuesto, padrinos y hasta padrastro… el erario público. La Secretaría de Administración armó la licitación LPE-SA-SA-0065-08/2025 con dos lotes, repartiendo más de trece millones de pesos entre electrodomésticos, cobijas polares y grupos musicales para que los sufridos Godínez se olviden, al menos por una noche, de la pesadilla que es atender a la ciudadanía.
En el Lote 1, la lista de premios es para morirse de risa. Imagínese estimado ciberlector, rifar mil sábanas lisas de 2,500 hilos tamaño matrimonial, hipoalergénicas, resistentes a las arrugas… como si los Godínez fueran a llegar de la oficina tan cansados que lo último que desean es pelearse con la plancha. Dicen que son sábanas “dignas de hotel cinco estrellas”, (el chiste se cuenta solo).
Luego vienen mil cobertores polares, porque claro, hay que prevenir que nadie se resfríe con la llegada de los vientos de octubre; no vaya a ser que moqueando se declaren “incapacitados” para asistir al trabajo. Y no faltan mil cobertores con borrega, perfectos para que en las noches frías de diciembre duerman calientitos como si fueran corderitos del sistema.
El premio estrella para quienes ya atraviesan los calores de la vida son los 850 ventiladores de pedestal, silenciosos y de tres velocidades: pensados para las y los empleados en plena andropausia o menopausia, que se abanican hasta con hojas de oficio y andan rogando por aire fresco.

Y como ningún Godínez sobrevive sin su arsenal de electrodomésticos, hay tostadores para las conchas del desayuno, batidoras para la gelatina del convivio, quesadilleras para la desvelada de quincena, licuadoras para el juguito verde de “me voy a poner fit”, cafeteras para soportar las jornadas de veinte minutos, parrillas de gas para el fin de semana en la azotea y que seguramente en la cuesta de enero terminaran empeñadas, exprimidores que seguro acabarán adornando algún tianguis de segunda mano.
Y para que no falte la opulencia, se rifarán lavadoras que seguro se queman a la primera tanda de mezclilla, estufas que se rifarán con la ilusión de “ahora sí me independizo de mi suegra”, refrigeradores para guardar más chelas que verduras, microondas que sólo calentarán ramen, pantallas planas que acabarán transmitiendo la novela turca de las 9, y bocinas para que suene la banda o los corridos bélicos hasta que los vecinos les mande a los policías.
En total, están gastando $ 10 millones, 870 mil, 937 pesos en más de 6,000 premios repartidos entre los 14 mil empleados de base del STPEIDCEO. Y como aquí no se escatima, la fiesta será el viernes 17 de octubre, con toda la tarde y noche reservada para que el Godínez saque su espíritu rockstar, porque lunes, martes seguro no se presentarán a trabajar, y miércoles lleguen con ojeras y con la respuesta automática: “No hay sistema”.
Pero vamos al lote 2. El gran escenario musical. El menú arranca con cuatro horas de música tropical local, de esas que invitan a mover el esqueleto capibara-style. Luego, tres horas de música regional mexicana, porque no hay borrachera que aguante sin un buen corrido doloroso. Como la Secretaría no se quiso ver coda, contrataron también a un grupo “de renombre nacional” de música tropical, con dos horas para que los cuerpos suden el mezcal. Y para el cierre, de una a tres de la mañana, otro grupo nacional de regional mexicana, justo cuando el Godínez ya anda abrazando a la compañera equivocada o llorando por aquel amor que le pagó mal.
Claro que todo buen evento necesita papelitos y sellos, así que: habrá 15,000 invitaciones en opalina a todo color, 15,000 boletos con tinta invisible y microtexto (casi de seguridad nacional je, je, je) y 33,000 pases en cartulina sulfatada, suficientes para que el Godínez no llegue solo, sino bien acompañado de esposa, esposo, capillita y hasta la tía que nunca falta.
El montaje que costará $3 millones 366 mil, 188 pesos, por supuesto, contempla enlonados, mesas, sillas y todo el mobiliario necesario para que el festejo parezca gala de Estado y no simple pachanga sindical.
El botín de $ 14 millones 234 mil 125 pesos, quedó repartido entre Apoyo Comercial Ignot S.A. de C.V., que se llevó el Lote 1 con poco más de diez millones de pesos, y Promotora de Eventos Mayer S.A. de C.V., que aseguró el Lote 2 con tres milloncitos. En la puja hubo otros nombres, pero al final sólo estas dos cumplieron los requisitos.
Mientras el gobierno primaveral sigue en esos discursos trillados de austeridad y eficiencia, la Secretaría de Administración justifica un gasto para un festejo cuyo aforo se calculó en 33 mil asistentes, más del doble de la plantilla base. Es decir, no sólo se celebra al empleado, también se abre la puerta para acompañantes y allegados, inflando costos y opacando controles.
Aquí lo importante tener tranquilos a los Godínez y que mejor con el patrocinio de una mega borrachera sindical de cada octubre.
Pero a eso no es todo, faltan 2 licitaciones más… así que vaya por calculadora, papel y pluma.
Nuestra reportera Burócrata nos sopló que el “outfit” del Día del Empleado 2025 viene con presupuesto de pasarela y prisa de boda civil: la Licitación LPE-SA-SA-0073-08/2025 adjudicó, en lote único, $13,622,588.76 a Quintonil Grupo Distribuidor, S.A. de C.V., para “adquisición de uniformes, calzado y accesorios deportivos”. Sólo hubo un participante y ganó. Punto.
Ahora, ¿qué compran exactamente? Las Bases traen el menú deportivo completo, con 24,945 piezas entre prendas y calzado. Hay de todo para que el Godínez se crea Haaland, Paola Longoria, Checo en bici o Capablanca en ajedrez: playeras para futbol, voleibol, atletismo, basquet; shorts generales y de ciclismo; calcetas (6,008 pares, porque el olor a éxito también se combate con algodón); kits del portero (playera, pantalón y guantes, 215 de cada uno, para que el “San Memo” de la oficina se luzca en la reta); tenis de futbol, fut-7, baby-fut, basquet, más calzado “multideporte”; y, para los acuáticos, sandalias, goggles, gorra y toalla; remata con polo y gorra para los ajedrecistas, porque pensar también suda. Todo está desglosado con cantidades por partida en el Apartado A de las Bases.
La cereza del pastel: entrega en 5 días naturales tras firmar el contrato. O sea, miles de prendas “estampadas en transfer” con logotipos, números y bien dobladitas… en una semana mal contada. Ríanse de Amazon.
Y si usted querdido ciberlector se pregunta, ¿quién ganó y de dónde salió?
Quintonil Grupo Distribuidor, S.A. de C.V. aparece en el Padrón de Proveedores del Estado con RFC QGD230808GB6 y giro de comercio al por mayor de artículos de papelería, mobiliario y equipo de oficina (nótese: no textil). El RFC, por su propia estructura, indica fecha de constitución del 08 de agosto del 2023, o sea, empresa muy joven. Estimado ciberlector no es el restaurante famoso de Polanco —éste tiene dos estrellas Michelin y otra vida—; es una razón social distinta.
¿Tenía competencia? Ninguna. Concurso de uno, medalla de oro segura.
¿Y el año pasado? En 2024, el contrato similar lo ganó Diseño e Innovación de Productos de Tenería y Textiles, S.A. de C.V. por $12,952,627.58. O sea, este año subió el ticket a $669,961.18 y cambió el proveedor. Ahí queda la comparación.
¿Listos?, pasamos a la tercera la de vestuario y prendas de protección.
Licitación: LPE-SA-SA-0081-08/2025
Mientras usted pelea con la quincena y el pasaje, en Ciudad Administrativa ya alisten el “reconocimiento a la trayectoria” con metales preciosos, estuches con foquito LED —para que el brillo no se les apague— y una licitación con olor a “postre de oro 14k”.
Se comprarán 654 medallas con estuche para quienes cumplen 20, 25 y 29 años de servicio. El Apartado A pide, por un lado, el diseño y cuños; por el otro, dos tipos de preseas: 291 de oro de 14 quilates, diámetro 37 mm y peso entre 23.9 y 24.1 gramos para 25 y 29 años; y 363 de plata ley .925, 40 mm y 31.1–31.2 gramos para 20 y 25 años.
Todo debe venir en un estuche de poliuretano con grabado del STPEIDCEO, nombre de la persona, interior afelpado negro, cierre magnético y luz LED “dirigida a la medalla”. Porque si el reconocimiento no brilla… pues que brille con lámpara.
¿Quién ofertó? Aquí viene la parte sabrosa: sólo se presentó una empresa y puso la cifra sobre la mesa. El Acta de Recepción y Apertura consigna a un único participante: Proveedora de Bienes y Servicios Gladiola, S.A. de C.V., con oferta por $25,234,169.60 IVA incluido. En cristiano: licitación de un solo tirador. Competencia, lo que se dice competencia… pues no.
¿Qué medallas fueron en 2024 y 2023? Aquí está el comparativo que quema. En 2023 la licitación de medallas fue declarada desierta; en 2024 también se declaró desierta… y aun así el gobierno entregó 666 preseas (281 de oro y 385 de plata) días antes del festejo. Misterios de la administración pública: cuando no sale por licitación, sale por otro caminito.
Estimado ciberlector, con lo ya adjudicado y con monto cerrado, el “Día del Empleado 2025” suma $53,090,883.36: el festejo con rifas y escenario por $14,234,125.00, los uniformes deportivos por $13,622,588.76 y las medallas por $25,234,169.60. Cifras verificadas y bien contadas.
Y falta la de alimentos. Cuando aparezca, ya sabemos el ritual: comidas frías, discurso tibio y factura caliente. O sea, más millones a la cuenta.
Nadie discute reconocer al trabajador. La pregunta que arde y encabrona es: ¿con qué cara se puede defender una pachanga millonaria en un estado con tantas carencias? Entre grupos “de renombre”, rifas de electrodomésticos y estuches con foquito LED, el mensaje es claro: para la fiesta siempre hay, para lo urgente “no hay sistema”.
Nosotros seguimos el rastro, peso por peso —y si hace falta, gramo por gramo de oro.
Nuestra reportera Totalmente ultra chaira, vio lo que muchos no: Oaxaca de Juárez se volvió espejo. Claudia Sheinbaum eligió entre 570 municipios a la capital oaxaqueña para su primer informe y el estadio del Tec dejó de ser cancha para convertirse en tablero. Ahí se midió todo: disciplina, logística, músculo, lealtades y, sí, también egos.
Emmanuel Navarro, sobrino del gobernador y líder de Morena, y la hija del mandatario, llevaron el timón del evento —como corresponde al partido organizador— y no hubo manera de esconder quién sí jaló y quién simuló.
El telón se abrió temprano. En Palacio primaveral, por si las dudas, mandaron imprimir lonas gigantes con rostros de mujeres de las ocho regiones para cubrir las butacas de las gradas que consideraron “difíciles” de llenar; el miedo al hueco es enemigo íntimo de cualquier operador, sobre todo cuando sabe que sus cuadros son pura lengua.

Sin embargo, no hizo falta ese maquillaje porque la capital como sede respondió al gobernador. Y respondió porque el Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez, se puso la camiseta y jugó en serio. A primera hora, Ray Chagoya ya estaba a pie de estadio revisando accesos, acordonando rutas, afinando detalles. Lo suyo no fue sumar, resolver, destrabar, hacer que nadie sufriera para escuchar. Su operación política, la gran simpatía y cercanía con los ciudadanos logró que muchos en años en la política no han podido, convocar la más de 17 mil personas, y es que se pudo ver que desde temprana hora llegaron comerciantes de los mercados, los ciudadanos de las colonias, agencias y barrios que respondieron a la invitación del presidente municipal de ir a ver y escuchar la presidenta Claudia.
Asegura nuestra reportera ultra chaira que a diferencia de muchas y muchos, Ray Chagoya no buscó su lugar en el corral VIP; se quedó en la grada, con los suyos con el pueblo, esto a pesar toda la talacha que hizo, para cumplir con la encomienda del gobernador.
Dicen que cuando el evento terminó, el gobernador Salomón Jara vio donde se encontraba sentando Ray Chagoya, por lo que de inmediato se acercó a la presidenta Claudia Sheinbaum y se lo señaló: “ahí está el presidente de la capital, el que llenó casi todo este estadio”. Estimado ciberlector, en política no hay mejor aplauso que eso, dicho bajito, sin templete ni reflectores.
El día tuvo uno que otro sobresalto, nada que pasara a mayores. Solo ciertos personajes clasificación Petit Copy (enanos de la política, de estatura y mentales) que mandaron a sus francotiradores (as) a tratar de empañar este evento con sus mentiras, pero fracasaron, y seguirán fracasando. Fue una fiesta pacífica, con folclor, banda, y color. Para quien lleva libreta, ese dato vale más que cualquier discurso, más que cualquier campaña de denostación.
Para que luego no salgan los enanos mentales a preguntar por qué no subieron, al presidente municipal al templete, o al senador, de una vez les decimos que el formato del informe fue claro a nivel nacional: habla la Presidenta y habla el gobernador, y suben solo secretarios federales. Nadie más.
Hay más nombres que también sumaron. Sergio López Sánchez, subsecretario de Medio Ambiente, sostuvo una columna de más de 5 mil personas de la mixteca que caminó para respaldar al gobernador y a la presidente Sheinbaum.
A López Sánchez lo identifican como operador que no vive de promesas ni de selfies; abre agencia, llena las cancha y cierra fila. Lo suyo es territorio, es dar respuesta. Y cuando hay que fajarse por el gobernador, no manda mensaje: manda camiones llenos. Ese día, su equipo fue pieza silenciosa para que el rompecabezas no se desarmara cuando el sol marcó el ritmo, y cuando los demás no dieron el ancho que prometieron. Dicen que ya está listo para la consulta de la revocación del mandato, claro todo a favor del gobernador, porque pertenece a ese equipo.
Las imágenes muestran a su capital político, real, ya lo ha demostrado en la mixteca, ya lo demostró en el congreso federal y local, y como funcionario lo reafirma, junto con sus hermanos Toribio e Israel.
En la libreta —de la simulación y la resta— el reparto mostró sus costuras. Nino Morales prometió dos mil personas, y llegó con mil quinientos y el Sonrics para desestabilizar el evento, perdón cuidar el evento. Sus números en otro tiempo, hubieran pasado sin factura, pero hoy quedan anotados en tinta.
Otra fue Saymi Pineda, que demostró que está más marchita que nunca, y es que juró al gobernador llevar seiscientas personas y la pobre apenas si rozó ciento cincuenta almas con caras más largas que la de ella; cuesta pedir la candidatura a la gubernatura cuando no mueves ni tu pueblo o mínimo a tu cuadra donde no encajas, porque te conocen los atajos.
Quien le llovieron las mentadas de progenitoras, es a Benjamín Robles, mejor conocido como el “Dirty Face”, y es que junto a sus huele “gases” (entiéndase Tachidito Montaño y agregados) quisieron tirar charola para saltarse la fila con el clásico “soy diputado, dónde está mi silla”; la gente como era de esperarse contestó con chiflidos y la música, por más volumen que le dieron, no pudo tapar el “fuera”.
Nancy Ortiz “La llorona” repitió el libreto: llegó tarde, obligó a los siervos de la nación y a los abuelitos que reciben su pensión a ir. Como no la lleva con nadie, estuvo empujó a los suyos “hasta adelante” como si los lugares fueran de herencia; la fila de quienes madrugaron la regresó al orden, un correctivo de realidad, para que no estuviera de gandalla. En paralelo, una ex particular de Marco Tulio ex secretario de seguridad de Gabino Cue, una tal Mayela, lo mismo politiquillos que se dicen representantes del pueblito, quisieron plantarse “aquí me paro”, “esa es mi esquina”, pero no pudieron, el público que estaba horas esperando el inicio del evento, les recordó con uno que otro codazo que en Oaxaca los lugares se ganan temprano, no por dictado.
Afuera del evento el Cártel de la 22 llegó, y ya se sabía, estaba acordado que llegaría, y luego se retirarían, pero hay quienes no entienden los acuerdos. Esa presencia no es la épica de 2006, por más que algunos quieran escribirla; hoy hay mobiliario y equipo llegando a escuelas que antes no veían ni el camión, y tienen el apoyo del gobernador. La Sección quiso marcar distancia con una parte del segundo piso de la transformación, pero no hay una ruptura como tal.
Estimado ciberlector, en este ultimo año hemos visto que hay “izquierda” que no marcha con la izquierda en el poder. Y esto quiere decir que, en Morena, ya empezó la temporada de tribus, así como en su tiempo lo hicieron los militantes del PRD: cada cual mide su plaza, presume su pasillo y exige su silla.
Andrés Manuel López Obrador, el fundador ya no está; a nivel nacional se dan con la cubeta; Oaxaca, no es excepción.
También hubo ausentes como Raúl Bolaños Cacho Cué no asomó ni su enorme nariz; ¿señal de Monreal o simple cálculo de que no levanta?
Alejandro Avilés, brilló por su ausencia, y es de los que, si le encargan llenar, lo hace por lo que hace.
Y al día siguiente, cuando el gobernador Jara despidió a la Presidenta, eligió para que lo acompañara a quien sí se puso la camiseta a quien le dijeron que hizo la talacha, a quien le quitó la preocupación de las gradas 100% vacías. Los demás, como Nino que se siente indispensable, Saymi, Laura Estrada que se sienten taparroscas bendecidas, los petit´s Copys, entre muchos otros vendedores de espejitos se quedaron como los chinitos… mirando.
Estimado ciberlector, lo estratégico se jugó en voz baja. La conversación entre Sheinbaum, Jara y Ray tuvo acento de proyectos grandes más que de grilla chica. La presa Margarita Maza es agua para una ciudad que ya no puede administrar la escasez con cubetas; la planta recicladora es salud y dignidad para una capital que merece dejar atrás el basurero como destino. Claudia escuchó a un gobernador y un presidente municipal que hablan de coordinación sin adjetivos.
La Presidenta, que conoce la ciudad con planos y memorias técnicas, no vino a repartir estampitas: vino a tomar nota de compromisos medibles.
Queda un subtexto inevitable, porque este acto fue prueba de gabinete ampliado de cara a la revocación y a lo que venga en 2026.
El gobernador quiso saber quién mete, quién cumple, quién estorba; quién ayuda sin pedir trono y quién pide trono sin ayudar. Ray cumplió; Sergio sumó; otros charolearon y quedaron mal parados.
P.D. Compren Vaselina, porque a más de uno le contaron los pasos, no los posteos. je, je.
El fuego amigo sembrado desde el palacio chairo está que arde, y lo peor es que los focos rojos ya se asoman en cada rincón. No cabe duda: el peor enemigo de los morenistas son los propios morenistas. Y ojo, no lo decimos por Margarita García —que bastante tiene con ser petista—, sino por su nuevo jefe político, que tampoco es Noroña ni mucho menos el Dirty Face.
Saque usted sus conclusiones, estimado ciberlector.

#SoloProfesionales
Y ya que mencionamos a Margarita, dicen sus cercanos que su nuevo capítulo del libreto está cantado: sabotear la calenda de los Godínez para luego venderle al gobernador la “solución” como prueba de control político. La jugada, dicen al interior, viene por instrucciones del “nuevo jefe”: él crea el problema con su recién reclutada —y vieja conocida— Margarita García, y después se ofrece de bombero para que el mandatario “vuelva a confiar” en su indispensable “política interna”. Manual de la vieja guardia que ya no funciona: fabricar incendio para tomarse la foto apagándolo.
Desafortunadamente el contexto no ayuda. La semana pasada fue un caos: bloqueos, hechos violentos y la gobernabilidad haciendo agua. El “nuevo jefe” anda más ocupado en sueños aspiracionistas que en destrabar conflictos; cree que todavía mueve los hilos, pero ya no controla ni sus propios nudos. Y aquí el karma no perdona: las promesas que hizo “a título propio” se le voltean una por una, y cada conflicto que prende se le convierte en fogata que lo exhibe.
En esa lógica, Margarita intenta colgarse de un triunfo ajeno y operar la bronca sindical “a nombre de la base”, cuando la base lo que menos necesita es otro caudillo.
Muchos Godínez se han quejado de que presuntamente Margarita por instrucciones de su nuevo jefe, aprieta a trabajadores con el cuento de que, si no la apoyan, “les puede quitar la base”.
Dicen las lenguas viperinas que Margarita no es soldado raso, y cuando note que la usaron para la trama, esto se va a poner de pronóstico reservado. Es cuestión de tiempo.
Si el “nuevo jefe” necesita demostrar poder, que empiece por dejar de encender cerillos. Y si de gobernar se trata, que se gobierne.

Nuestra reportera “Primor” nos confirma el milagro de temporada: la purificación exprés de un priista de hueso colorado. El paciente responde al nombre de Carlos Alberto Ramos Aragón: ex candidato del PRI a la alcaldía de Pinotepa Nacional en 2016, ex subsecretario de Gobierno con Paco Piza en la entonces SEGEGO (hoy SEGO). Ayer tricolor de credencial y comité; hoy, guinda devoto con tequio de fin de semana y discurso de transformación. No es conversión, es rebranding con agua bendita institucional.

Ahora ya se le ve de la mano de Emmanuel Navarro, presidente estatal de Morena y de su paisana la diputada local Clarissa Bornios.

En redes se volvió replicador profesional: comparte cada gira, cada foto y cada “tarea del movimiento” como si cobrara por publicación (y no nos referimos a monetización). El guion de converso viene completo: abrazo a la base, selfie en territorio, y juramento de austeridad dicho con acento de comité seccional… de ayer.
¿Motivo? Usted pregunte y el expediente contesta. Recordemos que el 29 de noviembre de 2022 inició funciones como notario —Fiat 143 con sede en su natal Pinotepa—, de aquella última tanda tramposa del sexenio del Cachorro Alejandro Murat. Dicen que como pago por filtrar información a la entonces vice gobernadora Ivette Morán.

El 9 de agosto de 2024, por no cumplir con los requisitos mínimos la fiat fue revocada por el jardín primaveral.
Desde entonces, a Carlos se le nota muy aplicado en lo guinda. ¿Será que quiere que “se la vuelvan a dar”? Él no lo dice, pero su nuevo apostolado digital suena a “fírmame aquí, gobernador Salomón”.
Y claro, en la nueva liturgia ya no existen “padrinos” ni “encomiendas” —palabras del chamucho conservador—; ahora son “referentes” y “tareas del movimiento”. El diccionario cambia, la intención no. “Trabajos en territorio”, dice. Traducción: foto con pico recién comprado, tenis limpios y un “aquí andamos con la gente” que no despeina ni a la gorra.
El problema es que la purificación no borra la hoja de vida, sólo la perfuma. Quien hace seis años pidió el voto como priista, hoy ofrece continuidad de la 4T. El vestuario cambió; las mañas, ya veremos.

Lo guinda tiñe bonito… pero a 40° el tricolor vuelve a asomar. A Carlos le están secando la chamarra al sol de la “transformación”, pero el olor a clóset priista tarda en irse. Aquí no hay exorcismo: hay lavado y planchado. Y la etiqueta nunca miente.
Al tiempo…
La semana pasada, nuestra reportera parlamentaria casi se va de espaldas al saber que, al interior del Poder Legislativo, nuestros diputados locales —integrantes de la LXVI Legislatura— decidieron romper con el circo tradicional y transformar sus cubículos en foros de stand-up. ¡Ups! Perdón: en cabinas de producción para entrevistas y podcasts.
Aunque usted no lo crea, amigos ciberlectores, hoy, si acude al H. Congreso a solicitar la intervención de su diputada o diputado para un asunto de verdadera importancia, la respuesta de los soplanucas de la o el “dipu” será que no pueden atenderle porque “están trabajando” y realizándole una entrevista a un reconocidx influencer de San Antonio de la Cal. Háganos el rechingado favor.
Ahora nuestros flamantes diputados se sienten émulos de “El Chapucero Today”. Ni los neoliberales se atrevieron a tanto.
No chiflen, diputados: esa chamba del entretenimiento déjensela a otros. Ustedes hagan una reflexión profunda y pregúntense qué están haciendo ahí, en el Legislativo. Si su vocación es la comunicación, adelante: pidan licencia y sean felices con lo que les gusta hacer.
¿La tía Mecha para diputada? Todo puede pasar.

Nuestra reportera —siempre bien estirada y adicta al bótox con chorrito de ácido hialurónico— trae fuego del bueno: dos magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca no terminan de cuajar en el ánimo del gobernador Salomón Jara. El murmullo en pasillos es que muy pronto los mandarán a territorio para que demuestren ahí, con polvo y expediente, su “verdadero amor a la toga”. Nada de reflectores: audiencia pública, resolutivo en mano y a ver si es cierto.
Cuentan que la instrucción en Palacio fue cero fotos de esa reunión: ni durante ni después. ¿Motivo? La presencia de los impresentables, como les dicen en corto: el “Pestañas” y el “Cordero” —que ni es de Dios ni quita pecado en las comunidades indígenas de las que tanto se cuelga. ¡Ups!
Pero el destino ama la travesura. Cuando el togado de pestañas rizadas dijo tener prisa y se peló, ¡zas! aprovecharon el acelere para tomarse la foto. Salió hasta el discípulo del viejo Murat, sonriente, jurando que ya hizo las paces con la Magistrada Presidenta, Erika Rodríguez: “borrón y cuenta nueva”. Ya nomás faltó que apareciera el notario del acta de reconciliación.
Pobre Pestañas. Dicen que la inversión en imagen, pestañón y relaciones no le rindió. Tal vez convenga una limpia en Catemaco —con todo y veladora aromática—, porque la racha viene más cruzada que amparo mal tramitado.
Y viene lo sabroso. Dicen que el Pestañas guarda otro infiltrado en Palacio: un “arcángel” pegadito al gobernador, de esos que susurran al oído y hasta le escriben los discursos. Con esa gasolina, presume que son amigos de piquete de ombligo y asegura que ambos han montado campañas negras que ponen a pelear insectos, roedores y flores del jardín Primavera.
¿Será cierto o el “arcángel” lo está usando para medir fuerzas y prender cerillos sin dejar huella? ¿Quién manipula a quién?

Mientras se aclara el novenario, los dos magistrados ya sienten el ticket de salida hacia los distritos: giras, audiencias y “proximidad” judicial para probar lealtad.
Estimado ciberlector nuestra reportera sigue atenta con rímel a prueba de lágrimas —por si otra foto “prohibida” vuelve a salir a destiempo.

Esta semana, nuestra reportera Carmelita nos adelanta que, al parecer, al gobierno de la Primavera poco le importa el destino del IMSS-Bienestar. Como ya lo hemos informado en esta columna, han cambiado de titulares como si fueran calcetines: personas que llegaron por el famoso “99% lealtad y 1% conocimiento”, tuvieron su oportunidad… y la desperdiciaron.
Pero algo peor podría estar cocinándose para el IMSS-Bienestar en Oaxaca: la incorporación de Ytel Roldán Altamirano, mejor conocida —en el bajo mundo del jardín primaveral— como “La Pastelito”. Según señalamientos recogidos por esta columna, hoy sería la titular del área jurídica y habría convertido la institución en una sucursal más para comercializar sus pasteles y galletitas. Se asegura que, en lugar de atender los asuntos jurídicos para los que fue contratada, se le ha visto en horario laboral adquiriendo insumos en las tiendas CUCO.
Al parecer, a “La Pastelito” no le alcanza con lo que ya se habría embolsado en su paso por diversas áreas del Gobierno Primaveral. Sin duda, bien apadrinada… pero mal financiada. Je, je, je. No sean así…


Fuentes del llamado “jardín primaveral” confirman que una funcionaria de carácter fuerte y presencia inconfundible fue quien filtró lo que en los pasillos ya era un secreto: la hija del gobernador dejó su cargo en INFONAVIT desde hace meses, tras una supuesta decisión tomada en Palacio Nacional.
La revelación no solo exhibió la salida oficial, sino que expuso a la heredera a una ola de señalamientos, críticas y burlas en redes sociales.
¿Quién será?

Nuestro reportero, Flechador del Sol, no podía dejar pasar esta semana la historia de las vecinas de la calle Indio de Nuyoo, una de las vialidades más importantes de Huajuapan de León.
Todo comenzó días atrás, cuando las mujeres decidieron cerrar la calle en protesta contra taxistas piratas y vendedores ambulantes que habían convertido la vía en una especie de central camionera y mercado fijo. A primera vista parecía un gesto menor —un puñado de mujeres defendiendo su calle—, pero pronto quedó claro que el problema era mucho más hondo: abusos, amenazas, indiferencia oficial y, cómo no, esa vieja costumbre nacional de olvidar los reglamentos cuando incomodan.
La cita para dar fin a esto se dio en la ciudad de Oaxaca, en unas oficinas de gobierno. La reunión, supuestamente de conciliación, tenía poco de pacífica. Las vecinas llegaron con un manojo de nervios a flor de piel: ahí mismo estaban algunos de los taxistas que días antes las habían insultado y amedrentado. El miedo era tan palpable que varias se negaban a entrar. Una representante de la Secretaría de las Mujeres escuchaba con atención, esperando —ilusamente— que alguien garantizara condiciones mínimas de seguridad.
Fue entonces cuando apareció el delegado de La Paz en la Mixteca, Eduardo Ramírez, con una propuesta memorable por su simpleza: que las mujeres no participaran en la reunión y así todos se ahorraban problemas. El disparate provocó indignación inmediata. Funcionarios y vecinas lo señalaron por discriminación flagrante. El delegado quedó en ridículo, desnudo, incapaz de sostener el papel que algún despistado le otorgó por algún favor, bajo la mirada incrédula de la funcionaria de la Secretaría de las Mujeres, que apenas podía disimular su sorpresa.
En medio de la tensión, las vecinas relataron las amenazas recibidas: los taxistas habían advertido que, si no se cumplían sus exigencias, traerían refuerzos desde Oaxaca y hasta prenderían fuego a negocios cerrados. No eran rumores: eran advertencias explícitas. Esa confesión bastaba para explicar el temor de las mujeres a sentarse en la mesa de diálogo.
Aun así, Pedro Silva Salazar, de la Secretaría de Vialidad, consiguió convencerlas de entrar. La reunión comenzó con presentaciones. Cuando le tocó al presidente municipal, Luis de León Martínez, respondió con desgano y fastidio: dijo su nombre sin aclarar cargo ni responsabilidad. Su actitud hosca lo delataba: no estaba allí para resolver nada, solo para soportar el trámite. Los que no lo conocían lo identificaron al instante por su eterna nariz roja de payaso, símbolo involuntario de su gestión.
El primero en hablar fue Mario, representante del FENIC. Reconoció que sus agremiados cometían paradas indebidas y doble fila. Ofreció disculpas que sonaron tan huecas como un discurso de campaña.
Después tomó la palabra Gloria Bautista, exregidora en la administración anterior del Chupón. De su carpeta sacó el Reglamento de la vía pública y lo leyó en voz alta. El silencio cayó de inmediato. El documento era contundente: en la calle Nuyoo no pueden existir bases de taxis. No era un simple papel: se trataba del Reglamento publicado en la Gaceta Municipal No. 212, el 9 de julio de 2024, aprobado en cabildo durante el primer periodo de gobierno del propio presidente Chupón. Fue como poner un espejo frente a las autoridades, pero uno de esos que no perdonan arrugas ni maquillajes.
El presidente, fingiendo no escuchar, quedó en ridículo. Los regidores presentes se miraron con incomodidad y hasta con cierta vergüenza ajena. “No tenía ni idea”, resumieron después algunos asistentes. La escena fue grotesca: ciudadanos recordando a sus gobernantes que la ley existe, y un cabildo actuando como si acabara de descubrirla. Muchos evocaron, casi como ironía involuntaria, la fórmula solemne que se pronuncia al tomar protesta a un funcionario: “cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen”. Palabras grandes, pero vacías cuando el juramento se diluye entre la amnesia conveniente y la negligencia cotidiana.
Tras un largo intercambio, se llegó a un acuerdo parcial: las suburban dejarían de usar la calle como estacionamiento; los taxis tendrían bases fijas en otra zona; y, en el futuro —ese territorio donde todo cabe y nada sucede—, se abriría una central de suburban. Mientras tanto, se pintarían cajones, se instalarían parquímetros y se impondrían límites de estacionamiento.
Lo más insólito llegó al final. El propio presidente, alias el Chupón, confesó que ya había comprado dos “arañas” para inmovilizar vehículos infractores. El anuncio provocó risas nerviosas y dejó flotando la sospecha de un negocio privado disfrazado de ordenamiento vial.

La reunión cerró con la promesa de mesas de revisión cada quince días. Pero lo verdaderamente revelador se supo después: detrás del movimiento vecinal se movían los discípulos del demonio de Tasmania, Flavio Sosa Villavicencio, actual secretario de Cultura. Entre ellos, el Oso Malo, operador estrella, quien había dirigido la estrategia en la calle.
Así terminó el capítulo de la semana: vecinas valientes, taxistas amenazantes, autoridades enredadas en sus propias leyes y operadores políticos moviendo hilos en la sombra. La calle Nuyoo, más que una vialidad, se convirtió en escenario donde se representa la eterna obra del poder: un teatro hecho de miedo, memoria y farsa.
El viernes, en Huajuapan, el PRI volvió a mudarse de piel. Como serpiente vieja que insiste en parecer joven, presentó a su nuevo rostro: Andrés Álvarez Ibarrondo en la presidencia del comité municipal, flanqueado por Leticia Méndez —sí, la célebre “Matagatos”— como secretaria general. Sobre el escenario, todo lució normal, casi rutinario. Pero ya sabemos: en política lo “normal” suele ser apenas un disfraz barato para cubrir el teatro de las pugnas de poder.
La historia que ahora intentan vender los priistas suena casi a redención bíblica: “el partido regresa al partido”. Es decir, se liberan de las garras del clan Martínez, en particular de don Luis de Guadalupe, patriarca omnipresente y padre del actual alcalde, Luis “Chupón” Martínez. Durante años, el PRI municipal funcionó como si fuera sucursal de su hacienda particular, administrada con celo feudal por Othón Sibaja Suárez. Bajo su mano, los priistas de hueso colorado dejaron de ver militancia y comenzaron a ver, sin sonrojo, un simple botín.
El empujón lo dio Eduardo Reyes, Secretario delegado del muerto MT y promotor de esa operación con nombre de melodrama: la “cicatriz queloide”. Su receta es clara: resucitar a los viejos priistas que un día prefirieron retirarse con dignidad antes de seguir jugando a criados en casa ajena (el chiste se cuenta solo). Y así, como fantasmas convocados al banquete, volvieron figuras conocidas: Wilsanive Sandoval, Martiniano, la maestra Eliasub Espina, Teresita, Hugo Guerrero (aunque éste nunca soltó del todo al clan Martínez) y hasta Celerino Salazar, cuya hija ocupa hoy una regiduría. La política tiene mala memoria, dicen; lo que en realidad tiene es una conveniencia muy bien alimentada.
Estos pobres ilusos quieren arrebatarle al patriarca Martínez su monopolio sobre la política local. Porque él no sólo tenía al PRI como juguete predilecto. También extendía sus tentáculos hacia el PT con Margarita García y Benjamín “Cara Sucia” Robles, y de paso guiñaba el ojo al PAN con aliados como Saúl Bravo. Un cacique todoterreno, camaleónico según el viento electoral: priista en la mañana, petista a la hora de la comida, panista al caer la noche.
El problema es que el flamante presidente priista, Andrés Álvarez Ibarrondo, carga con su propio expediente incómodo: su cercanía con el mismo Saúl Bravo. Eso lo oxigena en ciertos círculos, pero lo ahoga en otros, donde exigen un PRI “puro”. Ironía exquisita: se promete limpiar la casa mientras se abre la puerta a quien viene del vecindario azul.
La verdadera pregunta, entonces, no es si el PRI en Huajuapan resucitará. La pregunta es: ¿qué cadáver quieren levantar? ¿El del partido de siempre, con sus cuadros reciclados hasta el cansancio, o uno que de veras se atreva a abrir ventanas para que entre aire fresco? Porque la vieja guardia regresa, sí… pero lo hace a un partido que ya no rinde en las urnas lo que antes aseguraba con sólo agitar la bandera.
Al final, lo que se juega no es un romanticismo ideológico, sino algo mucho más tangible: quién maneja las candidaturas, quién reparte con el ayuntamiento, quién levanta el teléfono y recibe línea desde Oaxaca. Lo demás —discursos, ceremonias, aplausos forzados— es simple utilería.
Huajuapan, laboratorio político a cielo abierto, nos recuerda una vez más la lección de siempre: el PRI nunca muere, sólo cambia de dueño. La incógnita es si este “relevo” de risas grabadas alcanzará para frenar al clan Martínez, o si en unos meses asistiremos a otra operación cicatriz, con distintos apellidos y las mismas cicatrices mal cosidas.
Al tiempo…
Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector, la frase de la semana:
En política, quien siembra calendas, cosecha plantones. Y quien juega a incendiar, termina oliendo a humo.















