El que anda bien triste de sus propuestas y sus grandes planes para la “Cuarta transformación” es el mismísimo líder de los nuevos “derechairos” y fundador de la iglesia de los políticos buena onda en sus últimos días, su santidad Andrés Manuel López Obrador, esto después de que Human Rigths Watch le hiciera el fuchi a su tan vanagloriada “ideotota” de formar la Guardia Nacional con topiles del ejército y la marina, incluso advirtió que sería una catástrofe para México en materia de derechos humanos (tómala barbón!).
Así fue como esta semana, el azote de las pensiones a ex presidentes junto con su equipo de transformación de países marca acme, con una sonrisa de oreja a oreja y como quien descubre el agua tibia, presentaron su Plan de Seguridad Nacional 2018 donde se detallaba que los elementos que integrarán la Guardia Nacional serán “the best of the best” (“lo mejor de lo mejor” para los que no mastican bien el francés) y provendrán de las policías Militar y Naval, así como de la actual Policía Federal.
Así mismo se habló de una convocatoria de 50 mil fulanos para integrarse a dicho organismo de seguridad y quienes recibirán formación y práctica en procedimientos policiales, derecho penal, derechos humanos, perspectiva de género, clases de lectura, escritura, bordado, macramé, formación religiosa de la buena onda y demás conocimientos necesarios para su buen desempeño.
El ya casi casi presidente de México quien comienza su mandato el próximo 1 de diciembre (¡que pinches nervios!), repitió una vez más que es contrario a combatir “la violencia con la violencia” y que él como el presidente más cool que nuestro sistema electoral pudo parir, jamás “reprimirá” al pueblo de México, aunque al mismo tiempo defendió la creación de esta guardia civil, que se espera esté integrada por 50 mil elementos a mediados del sexenio de AMLO.
Por su parte, Alfonso Durazo, quien ya se está tallando las manitas pues será el mero mero en la secretaría de Seguridad Pública del futuro gobierno, salió a hacerle segunda a su jefazo y detalló que las fuerzas armadas participarán en la “formación, estructuración, capacitación y operación de la guardia nacional”, que se espera tenga pleno funcionamiento en tres años.
Poco les duró la felicidad y el gusto por su vitoreado Plan Nacional de Seguridad, cuando el pasado viernes Human Rights Watch (HRW), le reventaron la burbuja al peje, cuando calificaron como un “error colosal” y una política “potencialmente desastrosa” el plan furris que presentó el presidente electo, así con la intención de crear una Guardia Nacional controlada por las Fuerzas Armadas.
“López Obrador hereda una catástrofe de derechos humanos que ha sido causada, en gran medida, por la militarización de la seguridad pública en el país”, reza en un comunicado José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW y quien le dio en el mero orgullo a estos pioneros de la seguridad pública cuando advirtió que “al redoblar la apuesta de esta estrategia fallida, López Obrador comete un error colosal que podría frustrar cualquier esperanza de poner fin a las atrocidades que tanto sufrimiento han causado en México en los últimos años”.
De igual modo HRW recordó que en los dos últimos gobiernos “el uso de militares en materia de seguridad pública ha tenido resultados previsiblemente desastrosos. Las Fuerzas Armadas del país están hechas para la guerra, no para la seguridad pública, y han cometido gravísimos abusos contra civiles, con generalizada impunidad”. Y recordó que “tampoco han conseguido reducir la violencia en México y, de hecho, es posible que hayan sido un factor clave que contribuyó al drástico aumento en la cantidad de homicidios en estos años” (tómala).
Otros que con anterioridad también alzaron la voz, fueron los de Amnistía Internacional (AI) habían criticado la propuesta, que su directora para las Américas, Érika Guevara Rosas, describió como “preocupante”, por repetir “esencialmente el modelo de seguridad militarizada fallido” que ha permitido la comisión de “graves violaciones de derechos humanos” a manos de las Fuerzas Armadas en México.
Duro golpe al ego de su santidad y sus minions, a quienes seguramente ya tienen harta tarea para replantear su loco plan para conquistar México, lo que no dijeron fue si también estos nuevos “guardianes del orden” tendrán la buena onda que ya caracteriza el futuro gobierno de Andrés Manuel, o serán malos con los malosos y tiernos con los niños y las abuelitas.
Dónde habrá quedado aquel bonito verso “abrazos, no balazos” ¿alguien se recuerda?
En dónde sacaron los palitos forrados con papel crepé y le tundieron bien y bonito a la maquiavélica Ley de Seguridad Interior, fue en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuando con nueve votos a favor y uno en contra, invalidaron en su totalidad la dichosa Ley con la que se buscaba regular la actuación de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado, haciendo pedazos los sueños guajiros del Peje y sus colegas quienes en la misma semana dieron conocer su Plan de Seguridad Nacional y que incluye la formación de la Guardia Nacional precisamente con elementos de las fuerzas armadas.
Así fue como lo que queda del Gel-Boy y su parvada de políticos en decadencia, sintieron el frío desdén de la SCJN, cuando los ministros del alto tribunal consideraron que el Congreso de la Unión no tiene facultades para legislar en la materia, debido a que constitucionalmente sólo el Ejecutivo federal está facultado para disponer de la totalidad del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa exterior dándole palo a la controversial Ley.
En la sesión del pasado jueves los ministros José Fernando Franco González Salas, Margarita Luna Ramos y Luis María Aguilar les sacaron la lengua a los futuros funcionarios del gobierno y explicaron los motivos de rechazo a la norma y donde sólo el ministro, Jorge Mario Pardo Rebolledo votó a favor y como el frijol en el arroz señaló: “Difiero de los que ven en la Ley de Seguridad Interior una ley de Seguridad Pública. No es una Ley de Seguridad Pública” y añadió: “En mi opinión, la Ley de Seguridad Interior no está regulando la seguridad pública y tampoco está empoderando a las fuerzas armadas”.
El presidente de la SCJN, ministro Luis María Aguilar Morales señaló que se debe emitir una nueva norma completa, integral, estructurada, congruente y que dé certeza jurídica, de esa manera, se declaró inválido todo el contenido de la LSI que fue aprobada por el Congreso y promulgada por el Gel-Boy en diciembre pasado, legislación que generó la crítica de organizaciones civiles e instituciones como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales por considerarla violatoria de los derechos humanos.
Mientras en la SCJN se daban sus jalones con el único ministro que no le hizo el feo a Ley de Seguridad Interior, donde no pudieron parar de la alegría fue en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH) y que celebró la decisión que determinó la inconstitucionalidad de la polémica Ley de Seguridad Interior.
Por su parte Jan Jarab, quien charolea como representante en México de la ONU-DH, y quien consideró que “la resolución envía un poderoso mensaje contra la militarización de la política de seguridad” y le dio su palmadita a los ministros al agregar que “La decisión de la Corte confirma el papel clave del Poder Judicial como un ente independiente capaz de garantizar los derechos humanos”.
Así mismo Jarab sostuvo que el despliegue de las Fuerzas Armadas de la última década en la lucha contra el crimen no ha traído seguridad sino todo lo contrario, ya que las personas en México han sufrido violaciones a sus derechos humanos y abusos por parte de actores estatales y no estatales, incluidas ejecuciones extrajudiciales, torturas y desapariciones forzadas.
Mientras tanto en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), también echaron cohetes y chulearon arto la chamba de los ministros donde destacaron que el fallo del alto tribunal hace eco de los argumentos contenidos en las diferentes acciones de inconstitucionalidad que se promovieron.
Fue el mismísimo ombudsperson nacional (¡samamada!), Luis Raúl González Pérez quien se quitó el sombrero ante el decreto de la SCJN ya que obedece a la necesidad de la participación de las fuerzas armadas en materia de seguridad pública y que se tienen que regir por la carta magna y a los parámetros internacionales.
“La invalidez decretada por la SCJN ratifica la necesidad de que la materia de seguridad pública y la participación temporal de las Fuerzas Armadas en ese ámbito se sujeten estrictamente a lo previsto por la Constitución y sea acorde con los parámetros internacionalmente reconocidos, los cuales plantean restringir al mínimo tales intervenciones y fortalecer el control de autoridades e instituciones civiles en ese campo”, remarcó.
Ya subido en el tema, le dio su raspón a la intención de AMLO de crear la Guardia Nacional, y aseguró que las prácticas violatorias a los derechos humanos como ejecuciones arbitrarias, desapariciones y tortura no se puede garantizar con la sola creación de nuevos organismos como sería la que propone (¡tómala!)
En donde las cosas se están complicando es en el Estado de Yucatán ya que un buen número de Comunidades indígenas desaprobaron el proyecto del Tren Maya de su Santidad el Peje o presidente electo, y rechazaron cualquier resultado que se obtenga de la consulta que se realizará el 24 y 25 de noviembre y que independientemente de lo que resulte de ese ejercicio ilegal, el inicio de la obra ya tiene fecha de inicio.
Consulta que dicho sea de paso es un verdadero atentado a la inteligencia. Ya que está inducida, sesgada, no es imparcial y carece de toda objetividad, por eso, nuestra todavía Chaira reportera propone un formato nuevo, ya que ante tanta pirueta para defender lo indefendible comienza a mostrar cansancio.
Quien poco a poco ha venido sacando el cobre y se muestra de cuerpo entero es el Diputado Federal Benjamín Robles, tal parece que la crítica lo ha vuelto intolerable y que el hecho de que su empresa familiar camine viento en popa le ha dejado la piel sensible.
Esto lo comentamos ya que en una columna política de un portal local señalaban lo siguiente:
Alianza Benjamín-Salomón rinde frutos.
No es por presumir, pero acá se les informó que el senador Salomón Jara y el diputado federal, Benjamín Robles habían encontrado un punto de poder en común: apoderarse de la LXIV Legislatura. Y tan sería así que nombrarían a César Morales Niño, diputado del PT como Presidente de la Mesa Directiva y a Laura Estrada Mauro como coordinadora de MORENA.
Pues nada más que cierto, y el martes 13 se materializó dicho acuerdo. Qué pensará la Dirigencia Nacional de MORENA y el propio Andrés Manuel López Obrador de la rebelión de sus muchachos.
Ojalá esa alianza tenga el interés supremo de ayudar a Oaxaca y no de cubrir los negocios del gobernador priista, Alejandro Murat; y la primera prueba es la posición que jugarán estos personajes y sus diputados ante el informe que entregue al Congreso el Gobernador de Oaxaca.
Al tiempo.
A lo que el Diputado Federal de inmediato y con un lenguaje exquisito respondió.
A que don Benjamín, tal parece que anda un poco nervioso.
Eso no le ayuda mucho en su precaria salud, en la columna se quedaron cortos y hasta se vieron educados.
En el Congreso, los integrantes de la LXIV Legislatura, donde por cierto morena y el PT tienen mayoría, hicieron acuerdos que dieron como resultado el agandalle de la Presidencia de la mesa Directiva, la cual, de acuerdo a la Ley Orgánica le correspondía a la segunda fuerza política, lo mismo hicieron con la Vicepresidencia de la mesa, lo que resulta un acto antidemocrático nada propio de las fuerzas progresistas.
Muy pronto se les olvidó que no hace muchos años el grito de la izquierda era.
“El hecho de que no seamos mayoría no significa que no tengamos la razón”, y que fue producto del avasallamiento y de la falta de respeto a las expresiones minoritarias por parte del Pri-Gobierno.
Hoy repiten los mismos vicios, y lo peor se muestran como una horda de golpeadores sin consistencia ideológica.
¿Todo para qué?
Para guardar silencio y mostrarse como lo que son, torpes y timoratos.
Don Benjamín. No estaría mal que le baje dos rayitas a su estrés, los que abrieron la boca fueron ustedes, así que, lo que menos pueden hacer es ir cumpliendo sus promesas.
Del papel de los Diputados de morena en el recinto ni hablamos, la verdad es de pena ajena.
El que se jalo de los pelos esta semana fue el joven Secretario Alex Nassar Piñeyro, quien anda cabildeando para reubicar a Lorena Merino, cuentan en los pasillos de Palacio que anda buscando tierras por los rumbos de Xoxo, todo indica que va a topar esta vez con pared, primero porque la señora Merino ya se vio mínimo en puente de piedra o ya de perdis en Huayapam o Tlalixtac por las zonas residenciales y segundo porque le podemos apostar doble contra sencillo que en Xoxo la gente está que no le calienta ni el sol con tan brillante propuesta.
Quien está ya hasta enfadado de que los sigan por todos lados y no lo dejen ni respirar es el Gobernador Alejandro Murat, resulta que no hay evento al que no se le aparezcan los exdiputados locales en busca de chamba.
Valdría la pena que se vayan acostumbrando al desempleo por lo menos otro ratito, muchos de ellos cayeron en el juego de mamar y dar de topes.
Ellas también.
¡Ups!
Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector la frase de la semana:
En política siempre recuerda: “Los lujos de los políticos son producto de la miseria de los pobres”.
