Donde las cosas están de mírame y no me toques es en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, a donde según las cosas mañana arribará, o al menos eso dicen, Raúl Bolaños Cacho Guzmán como presidente del mismo… resulta que al Lic. Alfredo Rodrigo Lagunas Rivera, después de una campaña de difamación permanente en su contra finalmente le hicieron el fuchi y definitivamente no va a poder seguir siendo quien era… chance y regrese a su sala penal con Arturo León de la Vega, de donde salió hace algunos años para ascender al trono sagrado de los juzgadores oaxaqueños, aunque lo que debería hacer, al menos por lo que resta de este sexenio es solicitar una licencia a su cargo e irse por la sombrita a pasar un tiempo de vacaciones en lo que las aguas se calman y pueda volver a las andadas al menos como magistrado…
Seguramente en unos meses estarán diciendo que todo lo que se dijo no era cierto, que el Tribunal estaba caminando bien, aunque eso ya sea demasiado tarde.
El caso es que Bolaños Cacho con toda su buena experiencia se integra y según lo que ha dicho lo hace para abatir rezagos en los juzgados del centro, a los que bien harían en proveer de cuestiones tan básicas como personal para desahogar el enorme, pero enorme, enormísimo rezago que existe en los juzgados civiles, familiares, penales y mixtos de primera instancia, todo porque en los últimos años se ha priorizado la seguridad y la tranquilidad del magistrado presidente, y no la situación en la que trabajan los ya de por sí amolados empleados del poder judicial a los que les pagan poco y les exigen mucho…
El problema es que a pesar de esas promesas y de esas buenas intenciones, a Bolaños lo ven como alguien que lejos de fortalecer al sistema le viene a quitar una oportunidad a las nuevas generaciones de juristas, que se preguntan si no había alguien más… sí, alguien más joven, más preparado, más fresco, más independiente de quienes todos ya sabemos, y más entendido de lo que debe ser la impartición de justicia en estos tiempos de la transición, en el que todo el gabinete del gobierno estatal está copado o por chavitos juniors sin ninguna clase ni experiencia, o de los viejos amigos de ustedes ya saben quién, que creen que pueden volver a gobernar el Oaxaca de los noventas que vieron en sus mejores tiempos… así las cosas mañana habrá nuevo Presidente del Tribunal Superior de Justicia y luego tendrán que venir los reacomodos en el Tribunal Contencioso Administrativo, en donde está otro de los incondicionales del gobernador que se fue y que seguramente, por esa sola razón, va a tener que ser removido de su cargo, pero no para que terminen poniendo a los viejos amigos de los que ya bailaron y ahorita se deberían sentar… eso no por favor, no sea mal pensado eso no pasa en Oaxaca.
¡¡¡Ay mis hijos!!!
Los que al parecer no le encuentra pies ni cabeza a este despiporre llamado Oaxaca, son los jóvenes maravilla de este gobierno.
Se están cumpliendo los primeros 100 días de haber tomado las riendas del Estado y la verdad salvo alguno que otro zalamero de esos que no faltan y alaban hasta porque algunos de esos chicos generen un gas, el resto de la gente pensante nada más no acaba de ver qué rumbo lleva Oaxaca.
La administración pública no tiene una base para su ejecución ya que ni siquiera cuentan con un Plan Estatal de Desarrollo, que en palabras de los que saben del tema, es fundamental para poder saber qué onda con los planes para conquistar el corazón de los oaxaqueños (ayajasísimo). Del mismo modo, su gestión junto con sus compinches ha dejado mucho que desear a la hora de mediar o lidiar con los problemas, ya que aún no ha resuelto ninguno de los asuntos que le heredó la administración pasada y ha destacado el hecho de que solo se la pasen flotando entre las broncas y sorteando a los criminales de la Sección 22 para que no se enojen y no hagan de las suyas, sin contar que los normalistas ya le están brincando por todos lados.
El caso de Alejandro Murat se cuece aparte ya que en intensas giras acompañado de su servidumbre (perdón de su gabinete) ha pregonado inversiones millonarias para Oaxaca en sus primeros 100 días y no solo eso, llaman la atención sus anuncios en favor de los niños oaxaqueños con prometedores ciclos escolares de 6 y hasta 8 horas de clases diarias, y harto dinero para los maestros en bonos y compensaciones como si se tratara de sus nuevos consentidos.
Lo que, si no explicó, es por qué recibirán ese dinero los docentes.
Sin embargo, a nadie convencen estos prometedores datos y algunos hasta piensan que una vez más la bola de políticos de primaria que asesoran al gober están haciendo mal su chamba, alardeando su ya comprobada inexperiencia en esto del “showbisnes” llamado políticas públicas. En una administración que como película gringa del verano promete bastante, pero nada más no ha comenzado ya que todos queremos ver más acción con tranzas reveladas, corruptos encarcelados y un exgobernador dando cuentas de un Oaxaca fracturado y en banquitos.
A cien días de gobierno, lo más destacado de la gestión de Alejandro Murat fue que pactó con el mismito diablo, al sentarse a con los de la sección XXII y hablarles al oído para que no le descompongan más el panorama ya de por sí sombrío para Oaxaca, todo un logro para el gober, ya que en dicha “negociación” ha tenido que dar marcha atrás o para un lado o para el otro, pero nada para adelante, donde queda claro que al que le tocó la parte más fea es al mismito gober, quien tuvo que aguantar vara para evitar que Oaxaca se convierta de nuevo en el infierno al que ya los oaxaqueños estábamos acostumbrados, aunque aún no se sabe a qué costo y sobre todo, quién será el pagano real en esos tétricos tratos con los maestros (del alboroto y el chantaje).
Cocinas comunitarias, el infame “citybus”, las concesiones de taxis azules, los desvíos en el Seguro Popular y Salud, por los “honestísimos” e impresentables funcionarios del cambio y una larga lista de obras sin concluir, son algunos de los asuntos de interés público que poco a poco van quedando en el olvido, cuando ni aún sin querer, vemos una luz para que alguno de los funcionarios de la infame administración pasada rinda cuentas ante la justicia.
Esperemos pues (quizás otros cien días), para que el mismísimo gober reaccione y le entre de lleno a alguno de los tantos temas que en verdad deben ocupar prioridad en su gestión o tal vez en un destello de elocuencia, sus asesores patito por fin le ayuden un poco y hagan justicia al pueblo oaxaqueño que en verdad está ávido de ver a más de uno con un bonito uniforme a rayas y tras las rejas, oremos pues porque la Rosa de Guadalupe se le aparezca una mañana al buen Gober y lo ilumine para darle tino a la hora de accionar para responder los oaxaqueños.
Esta es la crónica de un borracho asaltado (en el cuartel de la Policía Estatal…).
Resulta que nuestro Reportero “El Chupitos” o también conocido en el mundo del hampa como el mosquito (Por aquello de que para que deje de chupar hay que pegarle) en una audaz investigación (digna de los mejores tiempos del noticiero de Aristegui, pero sin lo chairo), a través de un trabajo de campo nos entrega está crónica de lo que vive y cómo se vive una infame noche en la que tienes la “suerte” de que los guardianes del orden vial (cual auténticos ángeles de la guarda) evitan que te partas tu mandarina en gajos por andar manejando en estado de ebriedad, o peor aún, mandes a una mejor vida a algún cristiano inocente en una noche de farra que termine en tragedia.
Aquí la historia:
La noche comienza a envejecer y lo que pintaba para una reunión “tranquila” donde el pronóstico era muy mesurado “un par de mezcales, tal vez tres como mucho, la verdad no estoy con la actitud de agarrar “farra” me repetía antes de llegar al punto de encuentro con los viejos amigos; terminó con una noche de karaoke y algunos cuantos tragos de más. Como buen maestro zen y cinta negra en la ingesta de mezcal, a la hora de retirarme y hacer balance de qué tan prudente es conducir y si los reflejos lo permiten para concluir que en efecto, puedes llegar a tu casa en una pieza manejando un vehículo de motor, otra de las cosas que te hace un buen animal nocturno es “intuir” (porque nadie puede saberlo a ciencia cierta) dónde puede estar instalado el temible alcoholímetro, experiencias anteriores me hacen tomar “vías alternas” para evitar caer y soplarle al “aparatito”. Estoy por cantar victoria y dormir calientito ya que falta algunas cuadras para llegar a mi hogar, cuando “casi como por arte de magia” aparecen algunos conos naranjas en la cinta asfáltica lo que me hace disminuir la velocidad, un ente con cara de malo se acerca y me saluda con el clásico: “buenas noches joven, operativo alcoholímetro, ingirió alguna bebida embriagante el día de hoy”, yo, con la experiencia de varias noches en la misma situación (y como buen mexicano chingón) respondo con sangre fría “Sí, tomé un par de cervezas” para mi desgracia la respuesta no salió tan nítida como aquí se lee y de inmediato el agente vial me invitó a saludar a sus cuates en el remolque donde ya me esperaba mi negro destino.
Caminando media cuadra y en una vía ya de mayor afluencia vehicular aprecio patrullas, grúas, luces y todos los elementos que hacen que una voz en mi interior me diga una y otra vez “ya te llevo la chingada”, me invitan a ponerme cómodo, ya que no soy el único que tiene la suerte de ser protegido por estas almas de Dios que solo quieren evitar que te mates o mates a alguien más, hay un par más adelante de mí, después de ver como los dos anteriores a se fueron felices a sus casas, no pude evitar pensar, “quisiera ser ese, que ya se va” viendo su cara de como quien dice: “yo ya chingué y ahí se quedan ustedes”, al subir al remolque, una mujer uniformada me invita a sentarme y me explica que destapará una boquilla nueva para aplicarme una prueba, y después de colocarla me invita a “soplar fuerte y constante hasta que ella me lo indique” a lo que me inmediatamente replicó “¿y a los cuántos puntos ya me toca botellón?”, ya que en realidad quería saberlo y también quería demostrar que a mí no me iban a tomar el pelo, como ciudadano que conoce sus derechos y además con historial de puras victorias en anteriores encuentros con su operativo, con una mirada que más que molestia por mi cuestionamiento y actitud, denotó lo que en un ser humano normal se define como sentimiento de compasión (digo que un ser humano normal, porque esos agentes son entes vivientes sin la más mínima apatía por las pobres almas que no supieron medir su ingesta de alcohol) respondió: “¡Punto cuarenta joven!” en ese momento pensé: “a ver… fueron ocho mezcales, cuatro cervezas… no los acompleto, es muy poco para salir tan alto” cabe mencionar que no tengo idea de dónde saqué los valores para definir que no saldría con más del porcentaje mencionado, después de soplar y esperar con la mirada fija en el display del aparato y como si del resultado dependiera mi vida en lo que fueran los segundos más largos de mi vida, aparece la fatídica cantidad: “punto sesentiocho”, recuerdo claro cómo vi pasar toda mi vida frente a mis ojos en un instante, y al mirar a la fémina y usando la mirada de “compadécete de mí por amor de Dios” de su boca salieron las frases más tristes que una mujer me ha dicho (después de “me gustas solo como amigo”) me miró con sangre fría y hasta con cierto placer en sus ojos dijo: “usted excede el máximo tolerable de aliento alcohólico, así que no es apto para continuar conduciendo, desde este momento pasa a estar bajo custodia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y quedará bajo arresto por un periodo de 24 horas” siendo ese preciso momento en que entendí que ya había valido m…
Después de que sin piedad hubiera sido acribillado por la indiferencia de los elementos en el interior del remolque, me hicieron pasar a la “sala de espera” (una patrulla con otras víctimas de su libertinaje etílico). Así que resignado me dispongo a esperar ahí mi triste destino, no sin antes (no sé si por obra de la Rosa de Guadalupe, o porque simplemente agarré de buenas al policía que me custodiaba), me permitió echarme lo que sería mi última “firma” en libertad, ya que las últimas chelas de la noche culminaron su paso por mi organismo y al no contar con baños en dicho operativo, tuvo que ser irónicamente al aire libre. Tomé mi lugar en la patrulla y comienzo a recapitular mi desgracia en silencio. Mientras mis “compañeros de espera” entre risas y desmadre toman todo con más desenfado, se me acerca un elemento y con tono amable me dice: “No se ofenda joven, pero lo tengo que esposar” lo miro y al comenzar a resignarme dejo que haga su trabajo mientras continuo cavilando y tratando de resignarme a mi mala pata, noto que entre la penumbra y casi como buitres al ver un animal agonizando, se acerca lo que podría ser un licenciado en derecho o un pasante con iniciativa, o a quienes comúnmente se le conoce como “sacaborrachos” (y yo que siempre pensé que era un término para burlarse de un mal abogado) extendiéndome su mano con una tarjeta y en voz baja pero suficientemente clara para ser escuchado dice: ––Le tramitamos el amparo––, tomo la tarjeta, la miro de reojo y lo ignoro, ya que estaba dispuesto a fumarme las 24 horas de arresto, ya que es bien sabido que “el amparo y la protección de la justicia federal” sale en una lana que no estaba dispuesto a pagar por una mala farra. En eso estaba, cuando llegaron otro par de individuos para ocupar los espacios vacíos en la patrulla y después de unos minutos emprendemos el viaje. ––A dónde nos van a llevar–– preguntó uno de los alegres borrachos, ––San Bartolo jefe–– replica el único policía que viajaba en la parte trasera con nosotros, después de mirar mi mano esposada a la camioneta le pregunto ––¿Oiga, y no siente feo de esposarnos como criminales?–– a lo que entre risas responde: ––No jefe, si yo le contara. La última vez uno de los que venían aquí se aventó para intentar escapar y casi se mata, fue un problema para todos. Su explicación, aunque lógica, no me pareció la mejor, ya que es notorio que lo hacen más por no destinar muchos elementos para cuidar a los amantes de las noches locas.
Después de un viaje de aproximadamente 25 minutos llegamos al cuartel de la Policía Estatal, (confieso que lo había visitado en otras ocasiones, pero con la finalidad de hacer trámites administrativos) y a diferencia de esas honrosas ocasiones, esta vez entre por la puerta grande y en patrulla, ni hablar, “me llegó el momento” pienso entre mí y obedezco las indicaciones que de mal modo nos dan los elementos de guardia. Después de tomarnos datos generales un par de veces y entregar los “objetos de valor” ya que el oficial a cargo exclamó ––¿Entregó todo lo de valor? ¡Allá dentro está feo, y no nos hacemos responsables si les pierde algo! ––
No pude evitar sentir cierto temor, ya que por un momento me hizo pensar en una prisión llena de maras salvatruchas tatuados por todas partes, y yo no había entregado mi celular, ya que no quería estar encerrado e incomunicado tanto tiempo. La realidad fue que nos metieron a todos en la misma celda fría y apestosa que dista mucho del “torito” como se veía en el noticiero de Loret, donde hasta chilaquiles les dan de comer al otro día, y que era el único referente que tenía de ese tipo de lugares. Después de acomodarme para intentar dormir logré conciliar el sueño por algún tiempo. Una hora después, desperté al escuchar que gritan mi nombre una y otra vez, y a salir de la celda algo confundido y aun dormitando me llaman por otro nombre “¿Es usted?” al aclarar que quien fue por mi cometió un error, vuelvo a la celda y me dispongo a seguir con mi sueño, y es cuando me doy cuenta que solo quedo yo y mis frías ilusiones, lo que un principio ignoro e intento dormir nuevamente, sin embargo escucho una y otra vez que dicen “Ya solo queda uno”, y comienzo a razonar que el encierro será más gacho de lo que pensé, ya que estaría solo por quien sabe cuánto tiempo.
Después de un rato alguien se acerca a la celda y dice mi nombre, solo que a diferencia de otras ocasiones es una persona vestida de civil, quien me pasa un documento “Firma aquí, ya para que te vayas” indicándome que ponga mi nombre, firma y una leyenda que él mismo me dicta y dice: “tienes que poner eso para que no tengas que regresar”, a lo que confundido accedo, ya que mi inexperiencia en ese tipo de situaciones me hacía pensar que me dejarían ir algo así como por compasión o para no tener que alimentar a solo a uno. Una hora después me llaman nuevamente, pero esta vez agregan el “vas pa afuera”.
“¡Qué bien!” pienso y sigo al custodio hasta un escritorio, donde me hacen firmar un par de oficios y me entregan mis cosas. “Se puede ir, es todo” comienzo a caminar a la salida y un policía me cuestiona: “¿Quién te tramitó el amparo?”, lo veo extrañado y le respondo “No tengo idea” con una mirada de incredulidad responde “¿Cómo que no sabes?” mientras me alejaba le repito: “La verdad no tengo idea” ya que eso era justamente lo que pasaba por mi cabeza: no tenía idea de qué estaba pasando, ¿De qué amparo me habla? La duda me duró poco, ya que ni bien toqué la calle y me abordó un tipo con un dejo que me hizo sentir incómodo, y con el argumento de que le habían dicho que yo había pedido que me ayudaran para salir, me dijo “te tramitamos tu amparo y, bueno, ahora nos debes” algo así como los fotógrafos de primaria, solo que aquí aunque no te guste la foto, de todos modos la pagas y no te la llevas, ya que al “liquidar mi adeudo” le pedí una copia del “supuesto amparo” a lo que se negó, ya que alegó tener que darle “seguimiento” al caso y tener que generar una carpeta para su archivo.
El balance de mi noche fue: una divertida noche con viejos y buenos amigos, y un triste despertar con una deuda que nunca quise y que no pedí.
De todo este triste y etílico embrollo, lo que llama poderosísimamente la atención es cómo fue posible que un sujeto totalmente desconocido obtuviera mi nombre y, sobre todo, cómo es que tramita un “amparo” sin siquiera saber si puedo pagarlo. ¿Y si me hubiera negado?, ¿Y si no hubiera tenido la cantidad que me pedía?, ¿Qué habría pasado? Y la pregunta que aún intriga más: cómo es que alguien dentro de la institución entrega datos personales a un completo extraño sin siquiera preguntar al directamente interesado. Esto huele tan mal como el baño de aquella celda en la que pasé la noche más triste de mi vida.
No cabe duda que esto que este pequeño relato debe poner a trabajar al dizque secretario Tuñón, que anda muy preocupado tomándose fotitos con todos los que se entrevista, y por andar de frívolo anda dejando que algunos vivillos hagan su agosto con los borrachines y rebajen a la Policía Estatal a los peores tiempos del alcoholímetro de Santa Lucía del Camino…
¡¡¡Perdónalos, Señorrrrrr!!!
Quien no tuvo la suerte de pasar por un alcoholímetro fue él Ludoviquito de Ciudad Peluche también conocido en el mundo del hampa como Heliodoro Díaz alias el Yoyito y su acompañante Edith Díaz Ordaz ilustradora y diseñadora gráfica con especialidad en publicidad, estudiante de la Maestría en Dirección de Recursos Humanos en la universidad Anáhuac, recién nombrada por su suegra como directora de enlace social del Cecyte y pareja sentimental de Igmarcito Matus.
Resulta que después de andar toda la noche viviendo la vida loca y de un sinfín de besos de ceniza, sobre la Calle de Emilio Carranza en la Colonia Reforma el Sub Delegado de la Sedesol en Oaxaca atropelló a dos personas, dañó un taxi y para terminar decidió estacionarse en un taller mecánico, lugar en el que pudo disfrutar de una siesta con su acompañante antes de ser detenido.
Aunque no faltan los envidiosos que digan que no se estacionó en el taller mecánico, la verdad solo es cuestión de estilos.
A 100 días de Gobierno por fin hay algo que informar, y sí, la nota se la robó el Yoyito.
DEL PLATO A LA BOCA, se cae la sopa, así dice el refrán popular que se ha puesto de moda en la casa naranja de Oaxaca. Según cuentan (al más puro estilo de “casos de la vida real”) la dirigencia estatal terminaba funciones el 29 de enero y más de uno se relamía los bigotes por hacerse de la coordinación estatal de este partido que, aunque pequeño maneja varios millones de pesos al año.
Entre los anotados estaban Paquito Melo ex director del INJEO, el ex regidor capitalino Ricardo Sangines, el pistolero de Soto Rubén Madrigal y hasta un “todavía PTista” David Juárez… pero el dueño de la franquicia Dante Delgado tenía otros planes… según dicen, actas, acuerdos, comisiones y todo el trabajo que reportó Pepe Soto en octubre del año pasado estaba reguardado bajo llave en la oficina del secretario nacional de asuntos municipales Ricardo Sangines, quien dio órdenes expresas que todo lo que llegara de Oaxaca no pasara, pero se le olvido que la paredes oyen… así que se dedicó a quedar bien con Dante para ser electo por dedazo como el mandamás en Oaxaca; estuvo a 24 horas de serlo… según cuenta nuestra reportera naranja Dante mando a llamar a su compadre Soto para darle las gracias y comunicarle que al día siguiente nombraría a Sangines Coordinador del MC en Oaxaca… y al más puro estilo de López Portillo, ósea, defendiendo el hueso como un perro, cuestiono a su compadre que porque lo quitaba si había sacado buenos resultados (risas grabadas jajajaja) a lo que Dante respondió que no había trabajo de Oaxaca, y ni tardo ni perezoso saco los acuses que por error había recibido la secretaria de Ricardo… y al ver tal hecho Dante mando a traer al “casi” ungido Ricardito Sangines para decirle de frente a su compadre que siempre no… dicen los testigos que el ex regidor capitalino no pudo evitar sus lágrimas y lloro más que Magdalena, al más puro estilo de la llorona se escucha en los pasillos naranjas de Louisiana “hayyyyy mi cargo…. Haaayyyy mi cargo” y pues bueno, para acabar de amolar a los naranjas que quedan, si es que aún hay en Oaxaca, van dos años más de cargo para el clan Soto-Almanza.
Que el 2018 los agarre confesados.
Por cierto, en Oaxaca se va a dar una desbandada para sumarse a Morena ¿quién será el naranja que se tomará la foto el 18 con AMLO? … les daré una pista, sale en fotos con pistolas y tequila.
En donde los enemigos del desarrollo no se han hecho esperar para comenzar con sus desmanes es en Xoxo, y al más viejo y rancio estilo de tirar panfletos para denostar, quisieron hacer acto de presencia en los martes de brujas.
¿De quién se trata?
Esta vez tocó el turno al ex candidato a la presidencia del PSD José Alfredo Gómez alias el Pichi. finísimo personaje de Xoxocotlán financiado por Martín rosado y el Lobo de triste memoria.
Resulta que el Pichi a los 20 días de iniciada la administración hizo acto de presencia en el Municipio con un grupo de 30 personas a las que previamente les pagó sus doscientos pesos y su despensa para que lo acompañaran. De inmediato pidió una mesa de negociación en la cual solicitó obra, cash y unas aviadurías. (jajajajarisasgrabadas)
Por cierto, los vecinos del barrio de la Cruz lo acusan de que cuando fue presidente del barrio de manera ilegal hacía cobros excesivos y vendía conexiones del agua potable y del drenaje.
¿Será?
Por cierto, ya lo veremos nuevamente como candidato en el 2018. #toinggggg
Para el morbo
Ante el escenario electoral del 2018 el PRD está en la posibilidad de construir un acuerdo formal entre las dirigencias de este instituto político y la dirigencia de Morena de cara al proceso, de concretarse el acuerdo en el caso particular de Oaxaca son dos los actores políticos que se disputarían una posición en la formula rumbo al senado y en la contienda estarían Pepe Toño y el Diputado Sergio López, el primero candidato a Gobernador y el segundo el Diputado más votado en el proceso 2015, no perdamos de vista este posible escenario ante los posibles acuerdos que puedan concretarse de un momento a otro ya de manera formal entre estas dos fuerzas políticas.
Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector la frase de la semana:
En Política siempre recuerda: El dinero te deja escoger tu propia forma de infelicidad.
