En un capítulo más de su gustada serie “Juegos de la democracia”, les traemos algunos pormenores del multimillonario acarreo que el partido gobernante realizó para aplaudirle a la primera Presidenta el cierre de una gira populista en la plancha del Zócalo capitalino.
En medio de empujones y llanto de niños, nuestro reportero Zancudito Loco estuvo presente en el significativo evento que, desde temprana hora del domingo, ya tenía lleno total; no cabía un alfiler. El olor a cannabis estaba en todas partes, como también los trabajadores de gobierno en sus diferentes niveles, fieles a la “voluntad” de siempre.
Entre la multitud destacaba nuestra Diosa Centéotl 2025, quien, bastón en mano, se abrió paso como Moisés entre las aguas (o como dirían los fariseos del SAMMDA). Patricia Casiano Zaragoza se ha convertido en el nuevo ajonjolí de todos los moles de la 4T: la cargan como perico en eventos masivos y en los de proselitismo local. No tarda en que la veamos al frente de alguna dependencia o con cargo partidista en Morena.
Pero retomando el tema del informe de CS, les avisamos que se viene nueva consulta para preguntarle a las y los maestros si quieren que continúe la USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros).
Se reciben apuestas.
Nuestra aguerrida reportera del cártel de la 22 nos informa que el “megapaquete” de mobiliario escolar que presumió el Gobierno de Oaxaca se convirtió en un elefante blanco del tamaño del Istmo: bodegas saturadas, logística sobre las rodillas y un director del IEEPO, Emilio Montero —juchiteco, pues— más entretenido en la grilla que en sacar los camiones. Y mire que en Juchitán dicen: “cuando el viento sopla, o amarras las velas… o te tumba la casa”. Aquí el viento sopló desde julio y, por andar confiados, se volaron los techos.
Estimado ciberlector empecemos por los datos duros, porque la comidilla política sin cifras es puro pozol aguado. El propio Gobierno estatal y el IEEPO han ido soltando entregas puntuales. Con documento en mano, se acreditan: 134 escuelas en Santo Domingo Tehuantepec, reportadas por el IEEPO en sus canales oficiales; 102 planteles en Valles Centrales con 13.1 millones de pesos; 128 escuelas en la Sierra Sur (Santa Cruz Zenzontepec y Santo Domingo Teojomulco) por 16.2 millones; 84 en San Pedro Mixtepec; 132 en Pinotepa Nacional (14.628 millones); 59 en Santiago Jocotepec (7.9 millones), y el caso más redondo: Salina Cruz, donde el gobernador anunció cobertura total a 110 escuelas del municipio con 14.28 millones. En suma, son un aproximado de 749 escuelas con evidencia pública y reciente. Nada de “me dijeron”: todo con comunicados y publicaciones oficiales.
¿Y el tamaño de la tarea? La propia SEP reporta para 2023-2024 más de 13 mil escuelas de educación básica en Oaxaca; y el IEEPO habla de equipar “más de 11 mil 600” planteles en esta cruzada de mobiliario y equipo. Si nos atenemos a esa meta de 11,600, con 749 documentadas quedan por lo menos 10,851 escuelas pendientes.
Hoy es 12 de octubre; de aquí al 31 de diciembre hay 81 días naturales. Para cumplir, Emilio Montero tendrían que despachar en promedio 134 escuelas por día, sábados y domingos incluidos, sin retrasos, sin bloqueos y sin que se atraviese ninguna Vela istmeña o cenitas románticas. Y es que cualquier operador logístico serio sabe que eso exige rutas, patios de maniobra, etiquetado, actas de entrega por lote, fotos georreferenciadas y un sistema de control interno que aguante auditoría. Si no, la ASF les va a tocar la puerta como cobrador de abonos.
En su desesperación por “avanzar”, puso a todo mundo a repartir como si fuera rifita escolar: personal administrativo, enlaces, hasta quién pasaba por el pasillo. Pero por más manos que avienten cajas, sin logística ni orden no alcanza el tiempo. No hay calendarización fina por región, ni ventanas de recepción con directores, ni control de inventario compatible con la comprobación federal. Así no se llega a diciembre, aunque repartan a oscuras y a la carrera.
Ahora, la promesa y la chequera. Hay dos líneas de dinero que se cruzan y, ojo, no son sinónimos: 1) la bolsa federal que el IEEPO y el propio Gobierno estatal han publicitado como “inversión histórica” para equipamiento, que distintos comunicados y notas ubican en 1,800 millones de pesos; 2) el acuerdo político-presupuestal con el Gobierno federal en 800 millones de pesos para incidencias, contrataciones y otros pendientes de la agenda magisterial. Una parte del gremio, por cierto, acusó en agosto que esos 800 mdp no se habían transferido aún.
Traducido: hay un discurso de “ya viene” y una base magisterial con el reloj en la mano. Y si a eso le sumamos que en marzo de 2024 se hablaron de 900 mdp para equipamiento en una mesa de diálogo, la danza de cifras exige una aclaración pública fina: ¿cuánto es mobiliario, cuánto es equipo tecnológico, cuánto es nómina/incidencias, y de qué bolsa presupuestaria sale cada peso? Sin esa trazabilidad, la narrativa de “la inversión histórica” se vuelve propaganda.
Estimado ciberlector, si usted se pregunta: ¿De dónde nació el compromiso? Les queremos recordar que no es nuevo ni por ocurrencia del mes. En mayo de 2024, ya con la cabecita de algodón (Andrés Manuel López Obrador) como Tlatoani de México, la Sección 22 y el Gobierno federal instalaron mesa y dejaron por escrito que el equipamiento tecnológico de “más de 11 mil escuelas” era pendiente.
Es decir, el acuerdo político existe y tiene apellido: CNTE-Gobierno federal. Ahora que la presidenta Claudia Sheinbaum tomó posesión, llegó con la inercia de cumplir ese expediente, y por consecuencia el IEEPO, tiene la obligación de ejecutarlo en territorio. Sin embargo, el problema de Emilio Montero no es la intención, es la operación.
El Juchiteco, presume músculo en territorio y que tiene una enorme bola de seguidores, pero la operación logística no se dirige con discursos ni con reels ni con acarreados: se diseña con plan maestro, y control de inventario compatible con la comprobación federal.
Dicen las lenguas viperinas que la instrucción cambió a “entreguen como sea”, de ser así, el error que comete no solo es político: es administrativo. Y es que cada lote debe viajar con acta, folios, catálogo de bienes, foto de evidencia y archivo para la Tesorería; porque “entrega sin traza” hoy es trending topic y mañana es pliego de observaciones. Y ahí ni el istmeño más bragado lo salva.
Pero eso no es todo, estimado ciberlector, también hay contenedores de cómputo que, se dice, están detenidos en la aduana desde el mes de julio “porque ya no hay dónde meterlos”, por eso el propio IEEPO y el Gobierno estatal anunciaron una segunda entrega de equipo tecnológico (computadoras, impresoras, proyectores) “en próximas fechas”. Y se le viene otro problema, la entrega del equipo de cómputo, porque tendrán que hacer otra vuelta, y no les dará tiempo, ni con aviones Hércules del ejercito mexicano podrían lograrlo.
Si los equipos están contratados vía licitación internacional (como declaró el propio IEEPO a medios), la pregunta técnica es si ya pasaron a “bienes entregados” (y dónde están resguardados) o siguen en tránsito. Esa precisión es clave para explicar por qué el mobiliario sí se mueve, pero la tecnología no aterriza al mismo ritmo. Transparencia elemental.
Las torpezas de Emilio y toda su gente ya provocó ruido con la base magisterial, por eso ya una parte de la Sección 22 ya marcó distancia y pidió que no se “cuelguen medallas” por entregas tardías de una gestión que ellos hicieron a la cabecita de algodón.
Con la temperatura gremial subiendo, los jubilados protestando y las aulas esperando, dicen los que saben que el riesgo es boicot político a eventos y actos de entrega; y en Oaxaca todos sabemos cómo se pone la situación cuando se junta enojo magisterial con fin de calendario.
Si Emilio cree que esto se resuelve con “fotos y aplausos”, se equivoca. Estimado ciberlector, el juchiteco lleva casi tres años en el cargo y parece que sigue en la curva de aprendizaje. Si entendiera de veras lo que implica una entrega masiva, tuviera orden, hoy sería candidato natural a lo que se le antojara en Oaxaca. Pero con esta ejecución, más bien parece candidato natural a observaciones.
Un apunte de realidad: el universo escolar en Oaxaca es enorme. La SEP ubica más de 13 mil planteles de básica; la meta política habla de 11,600 por equipar. Con poco más de 749 documentadas al 30 de septiembre, lo que falta es una estrategia militar con corte cada viernes para saber el número de escuelas, monto y tipo de bienes. Sin eso, el “plan” es viento de La Ventosa.
Parece que Emilio Montero y la Primavera Oaxaqueña no se han dado cuenta que tienen en sus manos el gol de la temporada: dignificar aulas reales en escuelas reales, con bienes reales.
Si dejan que la operación se atore por capricho, soberbia o desorden, el costo no lo paga Emilio; lo paga el gobernador Salomón Jara, que hoy podría capitalizar un gesto de Estado y mañana cargaría con la etiqueta de “mucho anuncio, poca entrega”.
¿Les alcanzará el tiempo?
Nuestra reportera de la pala y el pico nos informa que el “Día del Caminero” 2025, con la licitación IAE-SA-CB-0033-09/2025, no es una fiesta: es un manual de cómo inflar una cuenta y ponerle moño.
Estimado ciberlector, lo que aquí está en juego no es el café de la mañana ni el mole de la tarde; es el respeto a nuestro bolsillo y a la inteligencia quienes pagamos impuestos. Si algo quedó claro al destripar las bases, los montos y las adjudicaciones, es que a la persona que licita de Caminos Bienestar le dio por confundir “reconocimiento al trabajador” con “banquete de lujo con cláusula de silencio”.
Usted nos dirá si esto no huele raro desde la receta. El festejo para los trabajadores se parte en dos: un desayuno para 500 personas el 16 de octubre y, al día siguiente, una comida para 1,000 con “tornafiesta”.
Dos días de montaje, dos días de personal, dos días de renta de equipo, y ni una sola línea que explique por qué había que duplicar los costos fijos. Y para que el sazón quede al gusto de la casa, el “lugar del evento” se mantiene secreto hasta firmar contrato.
Así, cualquier sobrecosto por luz, aforo, transporte o permisos se puede acomodar después, como quien echa sal a ojo. ¿Libre concurrencia? Se acordó servir “refrescos de la línea Coca-Cola” (porque la “Pecsi” le hace daño a Moisés). Marca impuesta, competencia restringida. Y mientras obligan al proveedor a entregar una “memoria fotográfica” de la fiesta, el modelo de contrato manda a reservar toda la documentación. Pida pruebas, pero que nadie las vea. Transparencia a la oaxaqueña: con sombrilla 4T… pero de noche.
Vamos al reparto de pastel, con nombre y apellido, para que no digan que en esta columna se inventa.
El Lote 4, el banquete, se adjudicó a Gran Royalty Luxor, S.A. de C.V. por $1,206,400.00. Con base en precios 2025 del mercado local —menú de tres tiempos, mobiliario y vajilla para 1,000, 50 meseros y staff, audio e iluminación ocho horas, y “tornafiesta” como si fuera una boda o quinceaños— el costo razonable se ubica entre $700,000 y $1,010,000; el punto medio es $855,000. El fallo quedó 41.1% arriba del medio.
Ni la sede sabemos; pero eso sí, el proveedor debe adivinar traslados, conexiones, descargas y tiempos muertos. Ya lo vemos, estimado ciberlector: “pásele, pásele, que la magia presupuestal hace el resto”.
Los Lotes 2 y 3, uniformes y “regalos” (termos de 19 litros, playeras sublimadas, balones), quedaron para Maquila y Manufactura Textil del Valle, S.A. de C.V., por $1,072,588.55.
El comparativo de mercado de nuestra reportera, pieza por pieza y tiraje por tiraje, da $771,075 al punto medio —$244,510 en uniformes y $526,565 en regalos—. La adjudicación está 39.1% por encima. Ojo con el detalle: esta razón social es reciente en padrones y se quedó con dos lotes que mezclan textil, utilitario plástico y artículos deportivos. Si abastece todo con músculo propio, nuestros respetos; si no, ya sabemos quién pagará la tercerización en cadena: el pueblito noble y sabio.
Y el Lote 1 es para plantilla de oro… y no por la calidad, sino por el brincote del precio. Se otorgó a Héctor Josué Ramírez Mendoza por $501,943.16: 9 medallas de oro 14k de 16 g, 9 medallas de plata .999 de 30 g, 18 porta-medallas y 32 reconocimientos.
Con material, manufactura y troquel decentes, el rango de mercado 2025 es $132,660–$195,900; el punto medio, $164,280.
El fallo está 205.5% arriba del medio —más del triple—. Ni aunque el oro hubiese sido ungido en Monte Albán y bendecido por Tutankamón.
Para las formalidades, convendría verificar que el proveedor tenga giros ampliados para joyería/galardones y no solo publicidad y rotulación. Si no los tiene, el cuento se llama inconsistencia; si los tiene, se llama “qué barbaridad, qué tino para cobrar”.
Sume con nosotros. Entre lo adjudicado en los tres frentes ($2,780,931.71) y el costo de mercado estimado al punto medio ($1,790,355.00) hay un diferencial de $990,576.71. Eso es 55.3% por encima de lo razonable.
Casi un millón que, en lugar de irse a comprar más mezcla asfáltica, a cubrir baches o a extender jornadas de mantenimiento, se esfuma en la neblina del “festejo”. Y no se enoje con nuestra reportera, estimado ciberlector; ella solo carga la pala y el pico: las cifras de Moisés hablan solitas.
¿Quién comanda en Caminos Bienestar? Moisés Salazar Martínez, el titular, yerno del diputado local Isidro Ortega Silva conocido como “el Jippi”. A este bajito funcionario que le encanta sacarse los mocos con sus deditos a todas horas, tiene muchos señalamientos por presuntamente clavar sus moquientas uñas al dinero de esta dependencia.
Además, el gremio constructor lo dice con los dientes apretados: Moisés los obliga a hacer licitaciones infladas al doble y al triple, para que de ahí salgan sus “moches” por darles las obras. Para el que no se alinea hay retrasos de pago.
Estimado ciberlector, usted recordara que hace unos meses aquí le dijimos que en público, Moisés presume que “no le debe nada” al gobernador Salomón Jara; y como se siente empoderado por ese puestecito de director, piensa que es inmune y puede hacer lo que sea sin tener consecuencias.
Y mientras tanto, Leticia Reyes, Secretaria de la Deshonestidad, “Transparencia” y Función Pública, ofrece reuniones, cursos y selfies de integridad. Estimado ciberlector, pero ¿de qué sirve la cátedra si los pliegos siguen metiendo marca, si el contrato “reserva” todo, si la experiencia del personal se “manifiesta” con una cartita y si la sede se esconde hasta el último minuto?
La Honestidad de saliva no alcanza para limpiar un expediente con estos tres sellos: dos días sin sustento, marca impuesta y sobreprecio medible.
No nos perdamos en tecnicismos; vamos a repetir lo que duele. El Lote 4 trae una prima de $351,400 sobre el costo medio. Los Lotes 2 y 3, otros $301,513.55. El Lote 1, $337,663.16 de brincote.
En total, casi un millón que no veremos en caminos, drenajes ni seguridad vial.
Díganos si no es legítimo preguntar cuánto piensa embolsarse la cadena de favores que se arma alrededor de Moisés. Porque los trabajadores pondrán la sonrisa en la foto; pero la cuenta la paga el pueblo, y con propina inflada.
Esperemos que la dama de latón Leticia Reyes, deje la zona de confort, para aplicar una auditoría inmediata a precios unitarios, verificación de giros, revisión de órdenes de cambio y transparencia plena de la “memoria fotográfica” que las bases exigen.
Si el argumento es que “todo está en regla”, que nos muestren la regla, no el tubo. Bueno… con que cara va a hacer eso, si también esta en el ojo del huracan en la ASF.
Si el discurso de la 4T en Oaxaca va en serio, aquí tiene una prueba de ácido: o se corrige y se sanciona, o se confirma que el “no volver a la maldita pobreza” se financia exprimiendo al contribuyente.
Nuestra reportera seguirá con la pala y el pico, porque donde hay fiesta de 48 horas, sede escondida y cláusula de silencio, casi siempre hay un cajón registrador sonando. Y si alguien se ofende, que nos venga a desmentir con facturas, no con discursos.
Aquí nos vemos, porque el festín apenas empieza y este pueblito noble y sabio ya aprendió a leer la carta… y a pedir la cuenta.
Al tiempo…
Nuestra reportera parlamentaria nos informa que, con noviembre a la vuelta de la esquina y el primer año de la LXVI Legislatura por cumplirse en el Circo de Jalpan —perdón, en el Honorable Congreso del Estado—, las y los diputados ya andan más que alborotados, levantando la mano para figurar en el segundo año legislativo como los meros meros de la Mesa Directiva y de la JUCOPO. El detalle es que, por más que se esfuercen, varias y varios siguen en gris rata: ni perfil, ni discurso, ni iniciativa que pese. Pero eso sí, ambición hay de sobra.
Por la Mesa Directiva ya están haciendo antesala y pidiendo bendición al gobernador Salomón Jara. La primera y la más insistente es la “nenis” Gaby Pérez, convencida de su cercanía con el Ejecutivo, pidió primero la presidencia de la Mesa y, con el “no” a cuestas, también pidió la presidencia de la JUCOPO (el chiste se cuenta solo).
Asegura nuestra reportera que a esa exigencia disfrazada de solicitud le dieron otro “no” rotundo. Desilusionada por darse cuenta que no le alcanza para semejantes espacios (por segunda ocasión), pidió que la dejaran meterse poco a poco al partido guinda. Así que para entretener a la hija de papi ahora la dejan posar para las fotos de los eventos y reuniones de Morena, como una más de la porra.
¿Será que la nenis influenciada por su padre Eviel Peréz, pensó que por prestar su restaurante para reuniones privadas ya trae méritos de Estado? Que alguien le diga que, al renovarle la beca dorada sin tener mérito chairo, con eso quedaron a mano.
Otra que se aferra a no bajarse del estrado es la prófuga de la aldea pitufina, Toñita Natividad Díaz Jiménez. Dicen que pidió prolongar su estancia en la Mesa. La petición cayó pesada: su cambio de camiseta —del PAN a la Primavera— ya fue cobrado con la presidencia de la Mesa y con un encargo para su hermano en la SEGO.
¿Quería más, Toñita?
En el PVEM, Eva Diego Cruz también levantó la mano con paciencia. Las lenguas del pasillo aseguran que es la que va, empujada por el Rizos de Oro – Pepe T. Estefan, a quien todavía le adeudan aquel “sacrificio” de ceder su espacio como diputado local, para que una morenista (sin perfil) se sentara en curul ajena. Con esa cuenta pendiente, la “justicia verde” podría llegar y Eva sería la ungida.
El otro banquito en disputa —y donde ya se zafaron las hebillas— es la presidencia de la JUCOPO. Ahí varios le tiran al asiento de Benjamín Viveros, operador de toda la confianza del gobernador.
Nuestra afilada reportera parlamentaria, asegura que quien anda salivando, frotándose las manos y peinándose la barba más falsa del Circo de Jalpan es Nicolás Feria.
Pero hay una mala noticia para Nico: en el Palacio Chairo no lo ven con buenos ojos; lo conocen, saben cómo juega y cuánto cobra por entrada. Y eso que ya trae al hermano becado en Administración y al papá estacionado en Vivienda Bienestar —donde no nace nada, salvo la costumbre de lucrar.
Todo parece indicar que el sueño de Nico y su noviecita blanquita (y no de nombre) de controlar el Congreso parece que no cuajará. Ups. #SoloProfesionales
Otro aspirante a repetir corona es el diputado con licencia Sergio López. Como presidente de la JUCOPO ya fue en la Legislatura pasada; hoy, desde la Subsecretaría de Medio Ambiente —que trae un clima más tóxico que el smog chilango—, se rumora que prepara su salida para reincorporarse en el Congreso Local. Recordemos que en su curul se quedó su hermano, Israel López Sánchez, durante la licencia.
¿Será que no quiere quemarse más en una oficina donde ni con incienso se endereza el aire y los negocios de Karime? Por salud mental y política, es mejor decir: “patas, ¿para qué te quiero?”.
También levantó la mano la costeña Karla Clarissa Bornios Peláez, ex particular del Gobernador. Sus malquerientes dicen que el antiguo gafete le hace creer que su ex puesto es pase VIP perpetuo. ¿Será que el corto tiempo por como particular, le alcance para semejante responsabilidad?, y no es que dudemos de su capacidad, aquí se trata de la confianza que le tenga el Ejecutivo para ejecutar y negociar a su nombre.
Y como en Morena, dos tómbolas son mejor que una, Isaías “Chay” Carranza Secundino (diputado de las panteras rosas – Fuerza por México) pidió un boleto para Mesa y otro para JUCOPO.
Se dice, se comenta, se rumora que tiene parentesco con el Gobernador. Si la sangre llama, podría llamarlo a la JUCOPO. Si no, será otro “gracias por participar”. Y en el mejor de los casos puede ser parte de la mesa con el nombramiento de vicepresidente, o secretario.
Nuestra reportera parlamentaria nos recuerda que, por paridad, la JUCOPO debería ir con mujer. Así que la carta más perfilada sería Clarissa Bornios. Peeero, el Gobernador está pensando con lápiz, no con plumón indeleble. Si la suma no cierra, dicen en los pasillos del palacio chairo que Viveros podría repetir. Y no es secreto: Benjamín ha sido su secretario particular desde que era Senador, y no da paso sin ciña. Si la casa necesita quietud, el Mesías de los chairos en Oaxaca, no van a mover el cimiento. ¡Ya veremos!
Para que nadie se haga bolas: noviembre trae reacomodo y Morena debe equilibrar sus grupos, cumplir con aliados verdes y honrar los compromisos de la Primavera —con la revocación de mandato asomando—. El Gobernador no se va a disparar al pie por caprichos ajenos.
Si la respuesta es “no”, será “no con motivo”: votos, disciplina y costo de oportunidad. Quien entienda esa aritmética entra al reparto; quien no, que haga fila para la próxima selfie.
Aquí nadie pierde: o te sientas en la Mesa, o te sientas a negociar. Y si no, te sientas… a mirar cómo otros se acomodan.
Estimado ciberlector, alístese: los malabaristas del Circo de Jalpan prometen un reality con piquetes de ojo, ombligo, orgullo y algún jalón de pelos. En los próximos días verá en redes la guerra de filtraciones, los “trascendidos” de ensayo y error y la clásica campaña del “yo no fui, fue Teté”.
La moneda ya vuela sobre Jalpan: la intriga está servida y el suspenso también. En este circo, la función comienza cuando apagan las luces… y se encienden los teléfonos.
¡Hagan sus apuestas!
Quien está convertido en todo un paladín de la justicia y la democracia es el diputado del PT Dante Montaño Montero, mejor conocido en el mundo del hampa y la farándula como “El Tachidito” o “Cabeza de cacahuate japonés”. Bueno… tanto, así como “convertido”, no, porque esa es su naturaleza.
Este diputado, también integrante de la banda de “Los caritas sucias” o “chimecos”, le viene haciendo la chamba al legislador priista Javier Cacique, mejor conocido como “El abuelito de UP”, quien no objeta nada desde su posición en la derecha y, al contrario, solo sirve a los intereses de los Pri-maveros.
Y Tachidito cómo no va a ser palero, si sus raíces son priistas. Y es que, estimado ciberlector, recordemos que en marzo de 2016 se registró como precandidato del PRI a la presidencia municipal de Santa Lucía del Camino, aunque no logró llegar porque su ex amigo Raúl Cruz González se quedó con la candidatura por los partidos PRI-PVEM… y con el triunfo.
Así que, como no olvida sus orígenes —y quizá hasta las extrañe—, esa podría ser la razón por la que el diputado del PT parece más priista que aliado de los morenistas… y Cacique, más moreno que Alito.
¿Tendremos sorpresas en las próximas elecciones?
¿El PT y el Verde cada uno por su lado y el PRIMOR juntos?
¿De a cómo fue el primavera$o para que el diputado del PRI se echara a espaldas la presentación de la iniciativa de reformas constitucionales para la revocación de mandato “a modo”?
El que resultó más morenista que nadie es el ex priista Jorge Gil López Esteva, quien, entre su negro historial, cuenta con haber dejado presuntamente en banquitos la administración municipal de San Juan Bautista Cuicatlán, en donde — aseguran sus paisanos en mal momento— lo eligieron presidente de la Tierra del Canto.
Hoy se regodea en los pasillos del circo de Jalpan, vendiéndole espejitos como secretario técnico de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias del Congreso del Estado.
Dicen los que conocen a Gil el “perfumado” que es todo un manual de “picardías” políticas. ¿Por qué será?
Nuestra reportera parlamentaria —que en sus ratos libres juega a ser cupido desorientado— nos informa que, al ritmo del finado filósofo del pueblo, Joan Sebastian, en los pasillos del Congreso andan estrenando amante. Y como son creativos hasta para el pecado, le han puesto a su secreto de amor nada menos que “Gloria”.
Cuentan las lenguas viperinas legislativas que un asesor del Congreso del Estado lleva tiempo llegando a su casa oliendo a leña de otro hogar… y que, para más morbo, esa leña tiene nombre y cargo: su jefa. ¡Ay… nanita!
Y no es que uno sea curioso, pero ya todos notaron las miraditas cómplices, las risitas nerviosas y ese estilo de “no somos nada… pero tampoco lo negamos”. Lo malo es que ya rayan en el descaro, por más que intenten ocultarlo entre juntas y viajecitos disfrazados de comisiones.
Dicen que su amor es tan intenso como su pereza legislativa: si, así como derraman miel presentaran iniciativas, ya sería potencia mundial. Pero no… prefieren colarse en las fotos de los eventos chairos, donde ni pertenecen ni los invitan, nomás por figurar.
Y bueno, de su nidito de “amorssss” luego les contamos. Por ahora, solo diremos que el romance que ya tiene un tiempecito sigue a todo vapor, aunque el Congreso —como siempre— siga sin humo… pero lleno de leña ajena. Je, je, je.
A veces, las grandes historias no empiezan con héroes, sino con una mujer cansada que se niega a rendirse. Doña Juanita Hernández Arroyo tiene 77 años y la piel curtida de quien ha visto pasar demasiadas injusticias por la ventana. Durante décadas, vendió mezcal en su casa de la calle Indio de Nuyoó, en Huajuapan de León. Lo hacía con esa paciencia que sólo da el tiempo, hasta que una mañana un grupo de hombres irrumpió para sacarla a empujones. No traían vergüenza, pero sí órdenes… y precio: quinientos pesos por cabeza. Así se cotiza el agravio en algunos rincones del país.
Lo que parecía otro desalojo más —de esos que se archivan en carpetas polvorientas y se olvidan entre sellos oficiales— terminó destapando una cloaca con olor a política, poder y complicidades. Nuestro reportero, Flechador del Sol, lleva tres semanas siguiendo el caso, y cada nota que escribe hace que el barro suba un poco más.
La madrugada del 8 de octubre, el Juez de Control vinculó a proceso a siete integrantes del Frente Nacional Indígena y Campesino (FNIC). Los habían detenido en flagrancia el 30 de septiembre, justo cuando echaban a Doña Juanita de su casa. Entre ellos estaba E. C. G., conocido líder de taxistas en Huajuapan, un hombre que ha sabido conducir tanto autos como favores.
Pero la historia no acaba ahí. La Fiscalía General del Estado de Oaxaca asegura que detrás de esos siete está el dirigente estatal del FNIC. Según las investigaciones, él habría pagado quinientos pesos a cada participante y mil al jefe local para “cumplir la orden”. Una especie de subasta moral donde la dignidad se vende al mejor postor.
La audiencia empezó el martes por la tarde y terminó al amanecer del miércoles. Los acusados, ya sin abogados particulares, tuvieron que recurrir a la defensoría pública. El Ministerio Público presentó suficientes pruebas para mantenerlos en prisión preventiva en Tanivet. Y el juez, por una vez, decidió que el peso de la ley debía caer sobre quienes creyeron que la ley era una broma.
El gobierno estatal, siempre tan oportuno, aprovechó el momento para declarar solemnemente que no habrá tolerancia para quienes se esconden detrás de causas sociales para hacer negocios del despojo. Grandes palabras, sí, aunque el pueblo ya aprendió a escucharlas con la ceja levantada. Aun así, esta vez sonaron un poco más firmes. Tal vez porque la historia de Doña Juanita tocó una fibra sensible: la rabia de ver cómo la vejez se convierte en blanco fácil de los ambiciosos.
Las investigaciones continúan, y ahora apuntan hacia quienes financiaron todo. Porque no basta con castigar a los ejecutores: hay que alcanzar también a los que pagan la factura moral de la violencia.
En Huajuapan, la noticia corrió rápido. Muchos vecinos celebraron el fallo como si fuera una pequeña victoria. Y lo fue, aunque tímida. Una rareza en un país donde el dinero suele decidir quién gana, quién pierde y quién ni siquiera tiene derecho a jugar.
El miércoles siguiente, los pasillos del Juzgado de Control se llenaron de murmullos. Allí aparecieron los abogados Carlos Adrián R. R. y Roberto P. P., también acusados de participar en el despojo. La escena tenía tintes de tragicomedia mexicana: los defensores convertidos en acusados, los supuestos hombres de leyes enfrentándose a la ley.
Lo que más dio de qué hablar fue la actitud de Carlos Adrián. Entró al juzgado como quien entra a su oficina. Militante del Partido del Trabajo, presume cada vez que puede ser ahijado político de Benjamín Robles Montoya, comisionado estatal del partido, mejor conocido como el cara sucia.
Durante la audiencia, su aplomo irritó a más de uno. Hablaba con ese tono de quien tiene amigos en lugares altos y la convicción de que las conexiones pesan más que los códigos. Sonreía como quien ya sabe que, si algo sale mal, alguien hará una llamada.
Pero Huajuapan es un pueblo donde todo se sabe. Y, según le contaron a nuestro reportero, uno de esos abogados habría sobornado a Thalía Domínguez, una agente ministerial de sonrisa fácil y bolsillos aún más. Ella, primero, otorgó una medida cautelar al señor Eusebio, esposo de Doña Juanita, para impedir que su hija, Sagrario, se acercara a él. Pero al día siguiente, la misma agente de MP —sin explicación razonable— revocó la medida y se la concedió a la hija.
Ahí empezó el caos. Primero protegieron al padre, luego a la hija. Dos decisiones opuestas, firmadas con la misma pluma, en menos de veinticuatro horas. Eusebio, creyéndose amparado por la ley, regresó a su casa sin problema. Pero cuando Sagrario recibió su medida, hizo lo mismo: rompió los candados y entró por la fuerza, amparada también por la ley.
Los abogados que gestionaron aquel despropósito fueron los mismos que la policía detuvo después. Los testigos aseguran que contrataron al grupo del FNIC para ejecutar el desalojo y que les pagaron quinientos pesos por cabeza.
Y, sin embargo, aquí viene el giro más absurdo. A pesar de las acusaciones, la jueza de control Concepción Ayala Dionisio —la misma que días antes había recibido un reconocimiento de la barra de abogados de Huajuapan por su “impecable trayectoria”, y que también tiene señalamientos por la presunta protección a delincuentes, como sucedió en mayo del 2024— decidió dejarlos libres.
Según su resolución, no había elementos suficientes para vincularlos a proceso, aunque los testigos los habían identificado sin dudar.
El argumento de la jueza rozó lo inverosímil: descalificó el testimonio de Doña Juanita porque, dijo, “es una persona adulta mayor, no está en pleno uso de sus facultades, se le olvidan las cosas y no escucha bien”. Con eso bastó para borrar su palabra.
Así, la voz de una mujer de 77 años —despojada de su casa y de su pequeño negocio de mezcal— fue anulada en nombre de la “duda razonable”. Mientras tanto, los abogados absueltos y su defensora celebraban su victoria otorgada por la barra de Abogados. “Que lo regrese —dicen algunos—, porque es una persona corrupta.”
Y así se retuerce la historia: una madre anciana, una hija ingrata y unos abogados con complejo de virreyes. Todo regado con el mismo mezcal que Doña Juanita solía vender, aunque ahora con un sabor más amargo.
En Oaxaca, nadie se sorprende. El abuso ya no escandaliza; se ha vuelto paisaje. Los políticos protegen a los suyos y los jueces saben a quién escuchar.
Doña Juanita, sin embargo, sigue ahí. Dice que no tiene miedo, que su casa es suya y su historia también. Los vecinos la admiran: algunos le llevan comida, otros simplemente la acompañan. Y cada vez que alguien se sienta con ella, repite lo mismo, sin enojo, pero con firmeza:
“Yo no quiero venganza. Solo quiero que me devuelvan lo mío.”
Desde el centro del país nos hacen llegar un muestreo que pretende darnos una idea de cómo está la aprobación de la Primavera Oaxaqueña… porque una cosa es cómo sienten que tienen el termómetro y otra muy distinta que piensa la gente. Vean:
Quienes “echaron” la casa por la ventana el sábado pasado como si fueran terratenientes de abolengo fueron los Trampitas. Sí, estimado ciberlector: hablamos del mal nutrido Pedro “Trampitas” y toda su parentela. El pretexto: el cumpleaños cincuentón (y feria) de su señora, Victoria Yan, alias “Lady Trampitas”.
“Trampitas” mandó invitación como si fuera Vela istmeña: cumbia, sones, regada de fruta, mayordomos y la clásica lavada de ollas; protocolo completo para lucirse aquí mismito, en Oaxaca de Juárez. Que para la tradición nunca faltan ganas… ni cámara.
Como aquellos tiempos de abundancia y “yo merezco” —cuando, cuentan sus malquerientes, les bajaba una buena lana a los conservadores de catálogo con el cuento de gestor todólogo, operador de medios, constructor y enlace con “grupos sociales”— ya no rinden, dicen que tuvo que cazar padrinos para sus invitados: uno para la comida, otro para las bebidas, otro para el hielo, y dinero prestado a escondidas de la señora.
Como buen vividor al que le gusta lucirse con sombrero ajeno, buscó a su amigo, el facturero Sergio Castro López, para que fungiera como padrino del salón; por ello, la pachanga se llevó a cabo en “La Casa de la Virgen”, en San Felipe del Agua. Sí, estimado ciberlector: aquel lugar famoso donde —dicen— el “Rey del Outsourcing” hacía sus fiestas clandestinas.
Para subir el caché, Trampitas invitó a medio cuadro de Morena, incluido su jefe y amo de temporada, que —según los pasillos— lo trae más vigilado que la “FBI” (Fuerza Bruta Istmeña), el cual dicen que no fue.
Entre los invitados llegaron Antonino Morales, Irma Haydeé Reyes, el priista Elías Cortés y, por supuesto, no podía faltar su otro jefe, Samuel Gurrión.
Dicen que a Pedro Trampitas la agenda le jugó chueco, porque no todos sus invitados llegaron. La lista era de mucho más de 600 personas. El pretexto que usaron muchos “chairos” fue el acarreo a la CDMX por el informe de Claudia Sheinbaum; y es que a algunos les da penita que la gente sepa que se llevan con ese hampón de cuello blanco.
Los morenistas que sí llegaron se despidieron a buena hora, así que la pasarela de selfies no estuvo completa, sobre todo no con quienes Pedro Trampitas quería presumir; y así, más tarde, salir a vender humo para ganar dinero fácil.
Quedó la duda del millón (o de los totopos): ¿quién pagó la cuenta de la pachanga? ¿Salió de su bolsillo, de la coperacha de “amigos agradecidos” a los que fue a implorar? Porque de lo que sí estamos seguros es que esos tiempos de gloria, cuando timaba a los conservadores, se terminaron.
A todas las flores marchitas, borlas, inmortales, insectos, animales rastreros, ponzoñosos, intrigosos, venenosos y roedores del Jardín Primaveral les informamos que, de aquí a que se lleve a cabo la revocación de mandato, el gobernador Salomón Jara decidió que no va a cortar tallitos, deshojar margaritas ni exterminar las los insectos y roedores.
Eso sí: quien no llegue a sus metas, como en Elektra de abonos chiquitos, se va de raíz.
En otras palabras, no habrá cambios en su gabinete, así que podrán seguir robando… perdón, trabajando para el pueblito noble y sabio.
Eso sí, asegura nuestra boluda reportera —totalmente choricera del Palacio Chairo— que no se confíen, porque los están viendo, y muy de cerca.
La semana antepasada, nuestro reportero Flechador del Sol contó una historia que parece inventada, pero no lo es: una mujer perdió la luz, la vista y hasta la seguridad de su calle cuando, de la noche a la mañana, apareció un espectacular frente a su ventana. Sin aviso, sin consulta, sin respeto. Solo abuso.
El muro metálico no solo le robó la mirada: también invadió el espacio público. El poste ocupa la cebra peatonal, y el medidor eléctrico —registrado a nombre de una desconocida— huele a trámite turbio. Todo esto, por supuesto, con el aval del presidente municipal “Chupón”, que gobierna con la mano de los corruptos y el descaro de su machismo.
La Procuraduría del Medio Ambiente revisó el caso y admitió que la pantalla no tiene permiso. Prometieron emitir un dictamen en 45 o 60 días. Mientras tanto, el espectacular permanece apagado.
Apagado, sí, pero no inofensivo: en un arranque de estupidez monumental, alguien lo usó para transmitir un video pornográfico. Eso vieron los vecinos, incrédulos. Porque aquí, cuando se apaga la ley, se enciende la vergüenza.
El alto a la pantalla fue posible gracias a la dueña del predio, que presentó una denuncia formal. Pero las malas lenguas dicen que el permiso podría reactivarse en cualquier momento, porque los dueños del espectacular son taxistas piratas, los mismísimos consentidos del presidente.
Y el alcalde, de esta manera les agradece por la paciencia que mostraron cuando las vecinas de la calle Nuyoo los corrieron de sus bases, ahora les paga con favores.
Así funciona este gobierno: lo que para unos es derecho, para otros es mercancía.
Aquí la vista vale menos que un anuncio, la ley menos que una amistad. Y la oscuridad —esa sí— llega puntual, alumbrada por el cinismo de siempre.
Vivirá poco quien no entienda lo aquí dicho, recuerde estimado ciberlector, la frase de la semana:
En política, el saco ajusta hasta donde da la tela.
