La justicia paquistaní condenó el lunes a las tres viudas y a dos hijas del difunto jefe de Al Qaida Osama bin Laden a 45 días de cárcel por estancia ilegal en el país y ordenó su repatriación.
Las tres esposas -dos saudíes y una yemení- así como las dos hijas, mayores de 12 años, llevaban once meses bajo arresto domiciliario, desde la operación militar estadounidense en el norte de Pakistán que acabó en mayo de 2011 con la vida del fundador de la red islamista.
Las cinco mujeres fueron formalmente arrestadas el mes pasado, indicó su abogado.
El juez las condenó “a un mes y medio de cárcel y a una multa de 10.000 rupias (110 dólares)”, informó Zakarya Ahmad Abdulfatah, hermano de la yemení Amal Abdulfatah, la esposa más joven de Bin Laden.
El tribunal pidió además al gobierno que prepare “los documentos necesarios para la repatriación de las acusadas”, añadió Abdulfatah.
Tras haber matado al jefe de Al Qaida, a dos de sus guardias y a uno de sus hijos, los militares estadounidenses dejaron a las tres esposas y a varios de los hijos y nietos del difunto en manos de las autoridades paquistaníes.
El prolongado periodo durante el que permanecieron aisladas y la incertidumbre sobre el destino que se les reservaba alimentaron los interrogantes sobre las autoridades paquistaníes, sospechosas de querer disimular informaciones sobre los últimos años de Bin Laden, y en especial, sobre cómo pudo haber vivido tantos años en el país sin ser molestado.
Once meses después de la muerte de Bin Laden la familia no ha hecho ninguna aparición pública y ni siquiera podía, en los últimos tiempos, recibir la visita de sus familiares, quienes protestaron denunciando una detención ilegal.
Las cinco acusadas saldrán de la cárcel y en consecuencia pueden ser expulsadas, de aquí a dos semanas, precisó su abogado, Muhammad Aamir, a los numerosos periodistas agolpados frente a la casa de Islamabad, rodeada por la policía, donde se llevó a cabo la audiencia.
Según un informe de la policía que cita a Amal, la única que cooperó verdaderamente durante los interrogatorios, la familia Bin Laden, que vivía en Afganistán antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, había sido separada después de la intervención occidental de fines de 2001 que derrocó a los protectores talibanes del jefe de Al Qaida.
De acuerdo con fuentes de seguridad paquistaníes, Bin Laden se reunió con su mujer y sus hijos a mediados de 2002 en Peshawar, la principal ciudad del noroeste del vecino Pakistán.
Permanecieron en la región entre 2002 y 2005: aproximadamente nueve meses en Swat y luego cerca de dos años en Haripur, a una hora y media por carretera de Islamabad, la capital. En 2005 se instalaron más al norte, en Abbottabad, donde serían finalmente hallados por los estadounidenses.
Durante el tiempo en que estuvieron prófugos, Amal, que tenía ya un hijo de Bin Laden antes de fines de 2001, tuvo otros cuatro, dos en Haripur, en 2003 y 2004, y otros dos en Abbottabad en 2006 y 2008.
Un detalle que llama la atención es que los dos primeros niños nacieron en un hospital público de Haripur, donde Amal solo permaneció en cada ocasión “dos o tres horas”, el tiempo de dar a luz.
Durante el ataque de Abbottabad, Amal fue herida de bala al intentar proteger a su marido, según los estadounidenses. Desde entonces su hermano Zakarya denunciaba la detención “ilegal” de su hermana y de sus hijos y las graves secuelas para su salud, ya precaria.
AFP