Las renuncias del gabinete y el estilo de Gabino Cué: Roberto Molina

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07-roberto-molinaA 16 días de haber tomado protesta el gobernador Gabino Cué Monteagudo, dibujó con precisión la manera de resolver los asuntos de su gabinete: justicia a los enemigos; perdón y gracias para los amigos.

El primero que renunció dentro del nuevo gabinete, fue el secretario de Turismo y Desarrollo Económico, Alfredo Ahuja Pérez, por no comprobar sus estudios universitarios como exigía la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo. Eso  fue un asunto menor frente a la falsificación de documentos que presentó ante el Congreso del Estado.

El panista se acreditó como licenciado en psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, luego de descubrirse que la cédula profesional pertenecía a otra persona, sólo ofreció disculpas a “la ciudadanía oaxaqueña y a Gabino Cué Monteagudo, Gobernador de Oaxaca”.

De acuerdo al Código Penal Federal, el delito de falsificación “se castigará, tratándose de documentos públicos, con prisión de cuatro a ocho años y de doscientos a trescientos sesenta días multa. En el caso de documentos privados, con prisión de seis meses a cinco años y de ciento ochenta a trescientos sesenta días multa. Si quien realiza la falsificación es un servidor público, la pena de que se trate, se aumentará hasta en una mitad más” y de la Sanción nada.

El otro caso fue el de Irma Piñeyro Arias, Secretaria General de Gobierno, quien se sostuvo en el cargo, gracias a una dispensa solicitada al Congreso del Estado, para ejercer el cargo sin título.

Meses después,  renunció al cargo por la falta de confianza del gobernador.

La misma suerte corrió su sucesor Jesús Martínez Álvarez, quien renunció a la Secretaría General de Gobierno, después de que se difundió en las redes sociales, una conversación donde Jorge Castillo, operador político de Cué, pretendía perjudicarlo.

En este último caso, el hombre fuerte de los negocios de Cué, debió pasar a investigación ―sin más― por la contraloría.

Las acusaciones posteriores de Martínez Álvarez, no sólo tipificaban el tráfico de influencias, sino también, delitos para investigar y sancionar.

Sin embargo, cinco  hechos resaltan del gobernador Cué, a la hora de hacerse responsable de sus hombres y mujeres del gabinete:

Primero.- En los primeros dos años y cuatro meses en el cargo, el gobernador Gabino Cué, ya había realizado ajustes en casi la mitad de su gabinete.

La mayoría precedidos de fuertes conflictos internos dentro de su propio equipo de trabajo.

Segundo.- Los titulares y sus relevos, al menos en las áreas más importantes como son la Secretaría General de Gobierno y Finanzas, tenían la marca del priísmo, cuando había prometido sacarlos del gobierno después de 80 años. Aún sigue gente del exgobernador Diódoro Carrasco Altamirano, como Alfonso Gómez Sandoval y Enrique Arnaud Viñas.

Tercero.- Nunca se deja presionar por la opinión pública o los medios de comunicación. Salvo el último director general del IEEPO, quien por “pornográfico”, cayó en  menos de 24 horas de su designación.

Cuarto.- A los amigos les reconoce públicamente y en privado, las lealtades durante su paso por el gobierno de Oaxaca, como lo ha hecho con Gerardo Cajiga, quien fue su secretario de Finanzas.

Cinco.- Mientras que a los conocidos, ni les avisa de su renuncia ni les levanta el teléfono como a Salomón Jara, el perredista y extitular de la Secretaria de Desarrollo Agropecuario y Forestal.

El estilo de resolver los asuntos de gabinete del Gobernador Cué, explican las formas de atender los asuntos de gobierno, que no de Estado.

Vía VIRAL NOTICIAS