Hace unos días, Ricardo Anaya declaró que de llegar a la presidencia de la república todos los mexicanos, por el simple hecho de serlo, recibirían una renta básica, como ejemplo de ello citó a los países nórdicos.
Me imagino que la ayuda gubernamental sería, a través de una tarjeta que, de pronto tiene fondos, mañana no, porque las falsificaron; como sucede con las tarjetas de ayuda a los damnificados para reparar las casas dañadas por el terremoto.
La declaración del dirigente de Acción Nacional se parece a los espejitos que intercambiaron por el oro de las comunidades cuando el “Nuevo Mundo” fue descubierto. Espejos por oro, trueque y engaño.
No imagino al gobierno repartiendo dinero de las arcas del Banco de México a 129 millones de habitantes de este inmenso país. ¿Qué pasaría cuando las reservas se hayan agotado?
Imaginemos una cifra básica de 6 mil pesos mensuales con la que según, Ernesto Cordero, podría vivir una familia, por lo que el gobierno entrante necesitaría algo así como 774 mil millones mensuales para cumplir la promesa populista de Ricardo Anaya. ¿Y luego que seguiría Don Ricardo? ¿De donde sacaría usted semejante cantidad de dinero no rentable?
El espejito del aspirante del Frente Ciudadano es engañoso, México es un país que viene arrastrando una inflación elevada que difícilmente bajaría en el caso de que Estados Unidos disminuya los impuestos, obviamente si eso sucediera nuestro país tendría que bajarlos también.
De ahí que no es seguro que la inflación disminuya en el 2018, más bien durará un rato en tanto se concreta la negociación del TLC, se despejan las subidas y bajadas de los impuestos de allá y de acá y de que el panorama de las futuras elecciones federales se despeje.
En consecuencia, la promesa de Ricardo Anaya parece una burla a la nación, un vil trueque de ayuda económica a cambio de votos para la elección del 2018.
Otra engaño populista disfrazado de baño democrático al estilo de Morena fue el anunciado por AMLO, en el sentido de que la selección del candidato a la presidencia de la república de Morena sería por encuesta interna democrática, claro al estilo Morena como fue el caso de Claudia Sheinbaum.
AMLO no se midió porque eso no lo cree ni Ricardo Monreal a quien engañó con la candidatura de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México que finalmente se la otorgó a Claudia Sheinbaum.
Ahora, le hizo otra promesa a Monreal, tal vez la presidencia de Morena, a fin de que coordine la campaña a la presidencia de la república; candidatura que fue trabajada y decidida por él y nadie más.
Otra burla al electorado fue la mentira de Cesar Camacho, Senador por el Estado de México y coordinador de la bancada priista en el senado, quien intentando disculpar a sus compañeras senadoras conocidas por sus duras y léperas expresiones dijo: ellas no dijeron p–o, dijeron “bruto”. Así nos cree.
¿En verdad creen estos personajes que los sufragistas son tontos como para creer cualquier ocurrencia de los líderes políticos,?
Intentar tomarle el pelo a la nación es una torpeza porque eso a los actores politcos no les reditúa autoridad y simpatía con las masas ni los hace mas populares.
En el caso de AMLO, no necesita recurrir a tales espejitos porque su candidatura ya la cargó por largos años y la trabajo con creces, no es extraña. Sin embargo, AMLO llamo a su Juanito (Noroña) para hacerlo su Patiño en la encuesta interna.
Palabras de engañabobos que no hacen falta porque en Morena ya esta todo decidido.
No obstante, y a pesar de los vendedores de ilusiones, hay declaraciones que si calan y es necesario escucharlas con toda la seriedad, me refiero a las que expresó el Rector de la UNAM, en el sentido de que son indispensables fondos para las universidades públicas “para que puedan resolver en forma definitiva las carencias financieras a las que están sujetas”.
El Rector Graue afirmó que el riesgo de subsistencia de las instituciones académicas se deriva de las deficiencias presupuestales que las universidades presentan porque los recursos destinados a la educación superior son insuficientes lo cual es preocupante si tomamos en cuenta que el desarrollo de un país debe basarse, principalmente, en la base educativa para hacerla más productiva porque un país atrasado en el rubro educativo está condenado a vivir eternamente en el subdesarrollo y en la pobreza extrema.
Es por ello, que al conocerse la decisión de la Secretaria de Educación Pública, en el sentido de que las universidades con problemas financieros no recibirán recursos adicionales y se les dejará en la difícil situación por la que atraviesan.
El Rector Enrique Graue calificó estas declaraciones como amenazas sobre la educación superior, que se dan en momentos en que la Auditoria Superior de la Federación ha detectado simulaciones, desvío y asignaciones indebidas en algunas universidades.
Para el Rector de la UNAM, los responsables de las situaciones financieras de algunas universidades como la de Oaxaca, la de Morelos, la de Nayarit, la de Zacatecas y Michoacan deberán responder por sus actos “pero las instituciones de educación superior no pueden ni deben ser castigadas por el indebido actuar de un puñado de autoridades o administradores irresponsables”.
No hay duda, hay declaraciones que hacen bien y otras que hacen daño por la intención cargada de burla y engaño populista con claros intereses partidistas y nada más.
@luis_murat