Sin duda, una de las máximas ambiciones de cualquier político, es la de ocupar algún cargo público en el nivel que sea, con tal de estar cerca del dinero. Ellos son capaces de traicionar, falsificar o mentir a un pueblo completo o a las mismas autoridades para lograr lo que quieren. Buscan el cargo público porque saben que les dará posición social, amigos ficticios, mujeres y disposición de dinero.
Todos conocemos casos de políticos que en otros momentos electorales, mucho antes de que iniciaran las campañas políticas, ellos ya habían desplegado su propaganda por todos los puntos de la ciudad o del distrito o de la entidad. Si llegaban a tener problemas con las instancias electorales, estos políticos madrugadores argumentaban mentiras sobre las mentiras hasta que el Instituto electoral se las toma como ciertas. Al final de cuentas, éstos políticos tempraneros, resultaban ser los buenos frente a los supuestos enemigos que trataron de manchar su imagen.
Los argumentos casi siempre han sido los mismos: que el personaje que aparece en la foto publicitada no es real; que tampoco él la mando a colocar, si se trata de un espectacular; que él nunca ha usado lentes ni barba o etc. Todas esas explicaciones, a la larga, son creíbles para las autoridades, pues siempre el ambicioso político, es el que cumple fielmente con los tiempos electorales.
Todo esto viene porque la semana pasada, el 17 enero, Heliodoro Díaz Escarraga, el personaje de moda a nivel nacional, el más importante en las redes sociales a finales del año pasado y a principios de este, mandó un mensaje de Twitter a varias personas, incluyéndome a mí, donde dice: “para nada amigo. Conóceme. Taparé bocas. Abrazo.”
Para los que no estén bien enterados, déjenme platicarles brevemente, que este señor Díaz Escárraga, trabajó durante un tiempo con el hijo de José Murat, en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores. Era el encargado de la Coordinación de Delegaciones de la Zona Sur del Infonavit.
En los días de Navidad se le ocurrió presumir en Facebook haberle regalado a su hijo un Porsche color amarillo, que tiene un valor aproximado de un millón cuatrocientos mil pesos.
A unos cuantos días de haber pasado una vergüenza nacional, que por ese hecho le fue requerida su renuncia en el Infonavit, todavía se atrevió a presentar su registro como candidato para pelear una de las 150 curules que el PRI definirá en estos días.
Pero la renuncia de Heliodoro no fue la única, se llevó también, entre las patas, a su hijo que trabajaba en Liconsa.
En un boletín de prensa, Liconsa explicó que aceptó la renuncia de Díaz Aguirre, para facilitar la investigación de los órganos competentes a las imputaciones que se han señalado sobre su persona. Lo más seguro es que Héctor Pablo Ramírez Puga, le haya pedido su renuncia para salvar su nombre ante el escándalo nacional, pues también pretende que su imagen se maneje en la próxima contienda al gobierno del estado.
Como se sabe, Díaz Escárraga, fue expresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, exsecretario general de Gobierno en Oaxaca, y expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en la entidad.
Mucha gente lo veía, hasta hace días, como político serio, intachable, incorruptible, pero desafortunadamente es igualito a todos los demás políticos: buscan el cargo para aparentar ser.
Resulta que este señor, para conseguir la diputación federal, presentó dentro de su documentación una acta de nacimiento como originario de San Cristóbal Amoltepec, Tlaxiaco, Oaxaca. Cuando muchos sabemos que Heliodoro ni siquiera es oaxaqueño, sino veracruzano.
Para la mala suerte de Díaz Escárraga, su acta de nacimiento lleva una dirección que coincide con la vivienda del síndico de San Cristóbal Amoltepec, y ahora resulta que el exdiputado federal ya es Mixteco.
No es la primera vez que Díaz Escárraga, pretende ser diputado por el distrito de Tlaxiaco. Cuando lo fue, jamás regresó a ese distrito a agradecerle a sus electores que lo habían llevado a la curul.
Heliodoro Díaz, es un ser desagradecido, y los habitantes del lugar o saben. Tan es así, que intentaron realizar una asamblea supuestamente con delegados para avalar su personalidad en la región, pero no asistieron los ciudadanos de Tlaxiaco, sino los acarreados de la comunidad de San Juan Ñumi.
Afortunadamente la gente ya está informada y sabe qué clase de gente es el precandidato del PRI por esa región.
Ahora, cabe preguntarse: qué artes va a necesitar este señor o qué trucos va a hacer para que nos callemos la boca.
Vía Viral Noticias