El PRI en Oaxaca lleva casi 4 años de horfandad local, luego que desde mediados de 2010 perdiera la gubernatura Eviel Pérez Magaña y llegara la era de Gabino Cué Monteagudo, pues una vez arribada la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso de Oaxaca se inició una atomización de los institutos políticos en la entidad, tanto de los aliancistas PRD y PAN como presuntos ganadores de la elección, pero sin respaldo del gabinete entrante no lograron cuajar hasta la fecha, como con más razón se precipitó la pulverización del tricolor en Oaxaca al ser, al menos en teoría, el partido perdedor. En otras palabras, la fortaleza del PRI en nuestro estado como en otras entidades del país, había sido su estructura territorial conformada de entrada por más de cien Comités Ejecutivos Municipales en igual número de municipios de elecciones por partidos, pero con muchas unidades de operación en los Ayuntamientos de elección por Usos y Costumbres. Comenta a esta columna un priista del viejo cuño que llegaron a tener en los mejores tiempos más de 200 células priistas activas en el interior del estado y lazos con los 570 municipios oaxaqueños a través de un gobierno estatal el cual por supuesto vinculaba los procesos de elecciones con la gestión y obra gubernamental, aún durante los sexenios de gobierno federal panista con Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, pues el carácter y estructura de los ex gobernadores priistas de la docena trágica, José Nelson Murat Casab y Ulises Ernesto Ruiz Ortiz se impusieron a la política del gabinete federal de esa otra docena trágica, Fox-Calderón. Hoy esa red de los mandatarios locales priistas, ese tejido está destruido, porque si Gabino no promovió en todo este tiempo el fortalecimiento de sus partido coaligados y aliados, menos lo hizo con el PRI.
PERSONAJES Y NO PROYECTOS
Los vacíos creados ante la falta de una dirigencia firme y contundente durante todos estos últimos años provocaron en el PRI que personajes en lo individual fueran llenando esos huecos, con lo cual se llegó hoy hasta un punto irresoluble de dirigir el barco de la sucesión 2016, porque si bien se fortalecen (mediáticamente) los ex gobernadores como quienes podrían definir la balanza, aunque se prevé una fuerte ruptura Murat-Ulises ya en ciernes, la realidad es un claro crecimiento de otros candidatos como Samuel Gurrión Matías, Héctor Pablo Ramírez Leyva y José Antonio Hernández Fraguas, crecimiento patente sin el respaldo de los ex mandatarios, quienes se sabe apoyan uno, a Alejandro Ismael Murat Hinojosa por ser hijo de José Murat; y a Eviel Pérez Magaña en el caso de Ulises Ruiz. De esta manera, los enconos entre quienes aspiran a ser el candidato final se recrudecen y no se percibe una salida consensuada para que todos al final remen en el mismo sentido, pues los casos de confrontación ya se ven claramente en la arena política, como relatamos enseguida.
MURAT CONTRA TODOS
Los nombramientos de delegados federales en Oaxaca recaídos la mayoría en diferentes ex colaboradores y amigos de José Murat han provocado la sensación mediática de que el ex mandatario llega con una gran fuerza para impulsar la candidatura de su hijo Alejandro; sin embargo, versiones en contrario corren a la par de acciones muy temerarias. Me explico. Hace unos días, un político de alto nivel que labora en actividades del PRI nacional en la Ciudad de México, comentó a esta columna un supuesto hartazgo de los círculos cercanos al presidente Enrique Peña Nieto respecto a Murat, y que si bien se le había concedido mano para impulsar colaboradores del ex gobernador oaxaqueño en la delegaciones federales, había sido una acción para mantenerlo ocupado –“con su pelotita en Oaxaca”, habría narrado esta fuente a la columna-, mientras la política real se define en otros niveles. Al menos un subscretario de Gobernación apuntaló esta versión. Por otra parte, han corrido rumores respecto a expresiones de Ulises Ruiz en referencia a que él apoyaría a cualquier candidato, aún cuando no fuera de su equipo político, siempre y cuando le cierre el paso a Alejandro Murat. Por supuesto, el otro aspirante notorio, Héctor Pablo, podría sumarse a cualquier otro, menos a Murat. Al menos así lo han referido varios de sus cercanos. Si hacemos una tablita quién contra quién, queda de la siguiente manera: Fraguas contra Murat, Héctor Pablo contra Murat, Ulises-Eviel contra Murat, y así en general. Lo anterior implica una candidatura de Alejandro Murat mucho más compleja de bordar acuerdos de colaboración que entre cada uno de los mencionados.
LA VISITA DEL PRESIDENTE
Han surgido diferentes enfoques y versiones sobre la reciente visita y cancelación de Peña Nieto a Oaxaca, específicamente a inaugurar un centro de acopio de leche de Liconsa en San Pedro Tututepec de la costa oaxaqueña. Hasta el viernes por la mañana se tenía confirmado el arribo del mandatario federal quien estaría acompañado en ese acto del gobernador Gabino Cué; la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga; y el director nacional de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez, entre otros personajes. Para el mediodía de este mismo viernes pasado se notificó oficialmente que ya no vendría el presidente. A esta columna llegaron rumores y confidencias respecto a la acción de diferentes diputados locales del PRI, entre ellos María Luisa Mathus, así como señalamientos contra el propio José Murat quienes estarían haciendo una labor intensa para que Peña no viniera, pues eso significaría un espaldarazo mediático del presidente de la República a Héctor Pablo. La mascarada realizada por unos 150 maestros de la Sección 22 en un supuesto intento de bloquear el evento oficial del nombramiento del dirigente estatal del PRI, Héctor Ánuar Mafud Mafud, el viernes pasado en la Plaza de la Danza, fue una acción presuntamente utilizada para decirle al presidente Peña: “Ya viste lo que te puede pasar con los maestros”. Sea como sea, estaba también anunciada la presencia a ese acto priista de la Plaza de la Danza, nada más y nada menos el nombramiento -¡Por fin!- del presidente y secretaria del Comité Ejecutivo Estatal priista, de su dirigente nacional, César Camacho Quiroz, pero no llegó. Así se inauguro la nueva era del priismo oaxaqueño, en medio de la turbulencia y las acusaciones entre personajes locales y nacionales.
LA OTRA VERSIÓN DE HÉCTOR PABLO
Algunos diarios nacionales consignaron la cancelación de la visita de Peña Nieto a Oaxaca desde otro ángulo y no por las grillas locales o los maestros, y refiere un hartazgo del presidente de México ante una campaña abierta de su director de Liconsa para promocionarse en nuestro estado con vías a la candidatura del 2016 a la gubernatura. Incluso menciona esta versión que fue un análisis desde el equipo de la presidencia de la República quienes habrían recomendado al mandatario federal no venir para no generar un mensaje de respaldo temprano a Héctor Pablo. Sin embargo, esta visión parece ser poco probable porque bastaría con un llamado previo de atención de Enrique Peña a Héctor Pablo para bajarle el volumen a cualquier actividad con olor a proselitismo. Una cosa sí es cierta, y es el ataque hacia el director de Liconsa desde personajes con vínculos muratistas, como es el caso del diputado federal Ricardo Monreal Ávila, amigo cercano de Murat Casab, legislador zacatecano quien en días pasados declaró que denunciaría penalmente a Ramírez Leyva para ser investigado por el pago excesivo de publicidad en medios locales oaxaqueños para difundir su imagen y determinar si lo hace con dinero publico. Usted, amigo lector, puede escoger una de dos: 1. Al diputado Monreal le interesa muchísimo lo sucedido en Oaxaca y por eso interviene 2.- Al hacer escándalo público nacional ayuda a su amigo Murat a golpear al contrincante de si hijo Alejandro ¿Cuál prefiere como cierta?
LO QUE VIENE
Volver a tejer la destrozada red del PRI en Oaxaca es viable, siempre y cuando se tomaran las decisiones, sobre todo las acciones correctas a través de un intenso recorrido de la dirigencia por las regiones donde se han perdido los nexos existentes entre ese partido y el gobierno municipal en primera instancia, y estatal en segunda; sin embargo, cómo responder a las comunidades si lo requerido fundamentalmente es dinero para la gestión social y la obra pública, cuando no se tiene la voluntad del gobierno del estado, de Cué, pues. Otro factor en contra es la edad y personalidad del dirigente ungido, Ánuar Mafud, porque no me dirá Usted, amigo lector, si lo conoce bien o más o menos, que posee el dinamismo personal de visitar las comunidades, pactar y buscar la aplicación de recursos. Sin esos elementos, la gente no se tragará solo promesas. En otro factor, cómo podría poner orden Mafud entre quienes se están dando con la cubeta y llena de lodo por sus propios agremiados, pero sobre todo, entre quienes abonaron para ponerlo en ese cargo; es decir, un personaje local apuntalado por los ex gobernadores fundamentalmente, no puede someterlos porque él –Mafud- es el subordinado, no Murat ni Ulises. Simple y llanamente no podrá controlarlos, y así como va la cosa, los encontronazos apenas comienzan. Pareciera no haber salida. jaimelabc22@gmail.com