Solo hombres de pólvora,
El honor sin tambor,
La noche disgustada con las estrellas,
Himnos huecos que suben
Por las entrañas de los muertos,
Eso deja la dictadura.1
Como era de esperarse, Nicolás Maduro estableció, a modo, el engendro llamado Asamblea Constituyente cuya misión será redactar la constitución que lo convertirá de jure en dictador de Venezuela, aunque de facto ya lo sea desde hace rato.
Además, esta Asamblea, por decisión del dictador, eliminará el Parlamento de mayoría opositora, razón por la cual ha nombrado la Asamblea Constituyente que redactará la nueva constitución con todos los remiendos que desee como será, por ejemplo, la prohibición de manifestarse en las calles so pena de 9 años de prisión si se viola la nueva ley.
Ayer domingo se votaron y aprobaron todos y cada uno de los constituyentes propuestos por el dictador (uno de ellos asesinado) quienes a su vez serán los encargados de redactar la nueva constitución. Me pregunto: ¿acaso tienen algún valor aquellas leyes que no han sido votadas y aprobadas por los representantes populares electos democráticamente? Al respecto hay una frase histórica que recordarla en estos momentos no hace daño.
En las elecciones del Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1934, Stalin pronunció: “No importa quién vota, sino quien cuenta los votos”. Eso se hizo ayer domingo en el referéndum venezolano. Gano el “Si” porque los cuadros de Maduro contaron los votos. ¿Podría haber sido de otra forma? Definitivamente no.
En efecto, la pantomima armada por los asesores cubanos en Venezuela fue hecha con objeto de darle un baño democrático a ese deforme cuerpo legislativo sin destino político al ser rechazado por el pueblo y debido a que ya no soporta a Nicolás Maduro que no ha sabido ser presidente de Venezuela.
Los tiempos del dictador se están agotando, así lo consignan más de cuatro meses de protestas diarias en las calles; más de un centenar de asesinados por los cuerpos de seguridad gubernamentales; lo que deja claro, que su dictadura se convirtió en tumor canceroso que hay que extirpar antes de que se convierta en metástasis.
La lucha del pueblo venezolano ha sumado a la causa democrática que sigue el apoyo de los países americanos y europeos. Incluso, las advertencias gubernamentales a sus ciudadanos que tengan que viajar a Venezuela han sido de que no lo hagan por el momento, debido al peligro que representa la situación política en aquel país. Así mismo, las líneas aéreas advierten no viajar a Venezuela y algunas compañías han suspendido sus vuelos hasta nuevo aviso.
México, nuestro país, también ha tomado decisiones contra el gobierno de Maduro anunciadas mediante un comunicado conjunto SHCP-SRE:
“Con respecto a las sanciones anunciadas por el gobierno de Estados Unidos a diversos funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Venezuela por menoscabar la democracia y los derechos humanos en dicho país, así como por participación en actos de violencia, represión y corrupción, el gobierno de México, por conducto de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, informa que procederá en consecuencia, de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia.”
México expresa su preocupación por la grave crisis por la que atraviesa Venezuela, y reitera su llamado al gobierno del presidente Nicolás maduro a restablecer plenamente el régimen democrático y el estado de derecho de manera pacífica. México refrenda que el gobierno de Venezuela tiene la oportunidad histórica de abrir un nuevo camino de reconciliación y paz reconsiderando la convocatoria a la Asamblea Constituyente y creando las condiciones para iniciar un proceso genuino de negociación política entre todos los venezolanos.
Los intentos para restablecer la democracia en Venezuela se han hecho sin escatimar esfuerzos. Sin embargo, todos han fracasado. Gobiernos, personajes internacionales, presidentes en funciones, ex presidentes, intelectuales; nadie ha podido convencer al dictador de que restablezca el sistema democrático.
No hay que olvidar, por lo tanto, que el pacto con la dictadura castrista es sólido, sellado con petróleo y fuego; baste decir que Cuba envió 25 mil cuadros políticos, administrativos, médicos y cuerpos de seguridad perfectamente entrenados a respaldar el régimen chavista y que, a cambio, Maduro envía a Cuba más de la mitad del petróleo que consume la isla.
En consecuencia, romper el Pacto Cuba-Venezuela no es tarea fácil, sobre todo, cuando el gobierno cubano lanzó una advertencia, en el sentido de que esta alerta sobre las decisiones políticas que en estos momentos se están tomando en Venezuela.
Por su parte, Nicolás Maduro anunció que ante la OEA denunciará, “en todos los canales diplomáticos”, a Estados Unidos, México y Colombia por conspirar, a través de la CIA, para derrocarlo y “lograr una transición” en el país. “Es todo un complot de un grupo de 14 países que promueve la OEA para atacar mi régimen” advirtió.
La situación parece estar decidida, el régimen chavista vive cada día que pasa momentos más difíciles para mantenerse en el poder, pero en la medida en que “aprieten más las tuercas internacionales los pasos de la dictadura se acercan más al final de la utopía chavista. El bloqueo económico es lo siguiente.
1Juan Federico Arriola. Teoría General de la Dictadura. P.9. Ed. Trillas. 1994
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