El ex secretario del gobierno de la alternancia, Jesús Martínez Álvarez no da tregua en cuestionar al gobierno del cambio que encabeza Gabino Cué Monteagudo.
Desde su cuenta en facebook (Jesús Martínez Álvarez) no da tregua en estar poniendo el “dedo en la llaga”.
El ex encargado de la política interna de Oaxaca, ha discutido a los funcionarios que integran el gabinete del gobierno de la alternancia.
Y dice desde su cuenta
LAS ALIANZAS SIRVEN PARA GOBERNAR
Se ha cuestionado que las alianzas sirven solo para ganar elecciones y no para gobernar y se pone como ejemplo a Oaxaca, pero aquí hay algo muy importante que nadie ha señalado o advertido, pero si se analiza de manera muy elemental la forma en que está conformada la actual administración del gobierno del Estado, se puede ver que la alianza no está presente. Es decir los partidos políticos que ganaron la elección no están representados en el gobierno del Estado.
Solamente pongamos algunos ejemplos: Secretario de Finanzas, Gerardo Cajiga; Secretario de Administración, Alberto Vargas; Secretario de Desarrollo Social, Gerardo Albino; Secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López; Secretario de Asuntos Indígenas, Adelfo Regino; Procurador de Justicia, Manuel de Jesús López, así como todos los que están al frente de los organismos públicos descentralizados, entre muchos otros. Todos ellos nombrados por el Gobernador.
Entiendo que cuando una alianza gana y llega el momento de gobernar, los partidos que participaron en ese proyecto, si no tuvieran los perfiles adecuados, tienen derecho a proponer no al “cuate” o al militante, sino al profesional mejor capacitado, más allá de si milita o no en el partido, pero que sea experto en la materia para que le de prestigio y brillo a ese partido y quedaría claro, hacia afuera, la forma en que están representados los partidos a través de los profesionales.
Si esto se hubiera hecho tengo la seguridad de que se hubiera escogido a los mejores perfiles para los puestos adecuados, cosa que no sucede hoy y muchos de los que están ocupando puestos importantes no estarían ahí si los partidos hubieran presentado alguna propuesta más adecuada, con buenos antecedentes y no como sucede que muchos solo vieron la oportunidad de obtener beneficios mientras dure el cargo.
En concreto: las alianzas funcionan para ganar la elección y con estos criterios deben funcionar para gobernar, partiendo del supuesto de que se está trabajando para un proyecto común que debió conformarse antes de la elección.
