Robots que pueden conversar, encontrar lentes extraviados, dibujar aviones y jugar con los niños están acaparando la atención de miles de visitantes a una exposición de Tokio, en un momento en el que Japón se adapta a cambios en la sociedad.
Robots como Chapit, que atiende a los sonidos, responden a preguntas sencillas e incluso bromean con las personas ayudarían a combatir la soledad y mantendría a los ancianos alerta.
“Muchas de las personas ancianas de Japón viven solas y no tienen nadie con quien hablar”, dijo Kazuya Kitamura, representante de la empresa organizadora de la exposición. “Los robots que comunican hacen compañía y no les importa escuchar las mismas historias una y otra vez”, agregó.
Mientras que Chapit, un robot relativamente sencillo, se las apañó para atraer a un socio corporativo, muchos investigadores, como Kiyoshi Matsumoto, profesor de la Universidad de Tokio, encuentran dificultades para atraer patrocinadores para proyectos más caros.
El “robot de movilidad personal” de Matsumoto, equipado con cuatro cámaras y un sensor para reconocer el centro de gravedad del usuario, está diseñado para ayudar a los ancianos a moverse sin presionar botones, usar mandos o rotar ruedas como ocurre en las sillas de ruedas tradicionales.
El robot puede ayudar también a encontrar objetos extraviados identificándolos con un sensor.
“Hemos desarrollado un robot que puede ayudar a muchas personas, pero dado el alto costo, aún no hemos encontrado un patrocinador”, dijo Matsumoto, que añadió que el costo de la máquina, si se produjera en masa, sería comparable al de un coche compacto.
“En la actual situación económica habrá pocas compañías con voluntad para invertir en un proyecto tan costoso”, añadió.
Otros robots, como el premiado “DiGRO”, pueden apoyar a los padres ocupados que tienen poco tiempo para jugar con sus hijos.
El robot puede usar internet para encontrar una imagen sencilla y luego dibuja, haciendo compañía a los niños mientras los padres trabajan.
Japón tiene una de las sociedades de más rápido envejecimiento del mundo y el Gobierno predice que para 2050 la proporción de la población con más de 65 años alcanzará el 40 por ciento.