12:59 Militares norcoreanos amenazaron hoy con destruir los altavoces colocados por Corea del Sur a lo largo de la línea fronteriza e incluso convertir a Seúl en un “mar de fuego” si el gobierno surcoreano reanuda las actividades de propaganda contra Pyongyang.
Corea del Sur completó la instalación de altavoces en 11 lugares a lo largo de la zona desmilitarizada, fuertemente resguardada, a principios de esta semana en represalia al hundimiento de un buque de guerra, atribuido a un ataque norcoreano, que Pyongyang ha negado, reportó la agencia de noticias Yonhap.
“Las fuerzas armadas norcoreanas lanzarán un ataque de gran envergadura sin cuartel para hacer estallar en pedazos la guerra sicológica contra Corea del Norte en todas las áreas a lo largo de la frontera”, indicó el alto mando del Ejército del Pueblo de Corea, reportó la agencia de noticias del régimen comunista.
La oficina del jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas surcoreanas informó que no ha registrado ninguna actividad inusual a lo largo de la línea que delimita la división fronteriza de la península de Corea.
Corea del Sur está listo para reanudar las transmisiones contra su vecino del norte, que forman parte de la guerra sicológica que lanzó Seúl contra Pyongyang pero fueron suspendidas en 2004 luego de un acuerdo entre las dos Coreas, pero esperará hasta conocer el resultado que arroje las deliberaciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Un equipo de investigadores internacionales entregará el próximo lunes al Consejo de Seguridad los resultados del peritaje del hundimiento del buque de guerra “Cheonan”, que dejó 46 marinos muertos el pasado 26 de marzo.
El equipo, entre los cuales hay representantes de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Suecia, mostrará “pruebas” de la participación norcoreana en el hecho, entre ellas un video y análisis del explosivo encontrado en los restos de la corbeta, así como simulaciones hechas en un procesador.
El gobierno de Pyongyang envió una carta al Consejo de Seguridad en la cual rechaza las acusaciones de Seúl y pide al organismo rector de Naciones Unidas que se abstenga de analizar el pedido surcoreano.
Tras el hundimiento del navío, el aumento de la tensión entre las dos Coreas ha ido en aumento. El gobierno de Seúl, por su parte, suspendió el comercio con su vecino y el régimen comunista respondió rompiendo todo tipo de relaciones.
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