Los Derechos Humanos deben ser garantizados para todas las personas, y cuando se violenta tan solo uno de esos derechos se violentan todos los demás, cabe mencionar que el contexto internacional ha evidenciado sucesos que evidencian la vulnerabilidad de los derechos de los niños y las niñas, sobre todo en el caso de la pederastia donde los verdugos visten de sotanas blancas y negras.El pasado 19 de Mayo se hace pública la denuncia del señor Pedro Mendoza Flores del municipio de San Pablo Huitzo Oaxaca, donde hace público el abuso sexual del cual fue objeto su hijo “Pedro”, y es que quien cometió tal abuso fue el sacerdote católico Gerardo Silvestre Hernández, sacerdote perteneciente a la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca.
Cabe señalar que las bajezas cometidas por el sacerdote católico en 2006 y que quedaron debidamente documentadas con la Averiguación Previa número 22/ DS/2012 sobre el caso de Pedro de San Pablo Huitzo y de otros casos en Santiago Camotlán y Villa Alta que hacen referencia al mismo transgresor, deben seguir su curso y las autoridades competentes deben garantizar la plena impartición de la Justicia, no es posible que se abuse de la inocencia de los niños y niñas, más aún se abuse de la confianza de las familias más pobres.
Es lamentable que la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca no sea el medio para procurar la Justicia y que solape este tipo de abusos, ultrajes a la dignidad humana, violación tajante de los derechos de los niños y además que pese a este tipo de errores solo se apliquen medidas correctivas “fraternas” y se abogue porque estos sacerdotes no reciban castigos ejemplares.
Exigimos:
1. Que la Procuraduría del Estado de Oaxaca remita al juzgado competente la Averiguación Previa para que siga su curso y haga pública la atención del caso,
2. Que se consigne al Sacerdote Católico a las autoridades competentes,
3. Y que al caso le de seguimiento la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca con imparcialidad.
4. Que el Arzobispo de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, realmente haga valer el respeto a los niños y niñas que con fe asisten a la Iglesia, sea medio para la consignación del sacerdote pederasta a las autoridades y que tome medidas preventivas para evitar más casos de pederastia en sus parroquias.
La violación Sexual es un atentado contra la integridad física y psicológica de la víctima, este daño puede permanecer hasta la etapa adulta, por lo que el castigo debe ser ejemplar, y si Oaxaca realmente está impulsando políticas en derechos humanos pues que comiencen las autoridades a dar muestra de su compromiso con la sociedad que clama Justicia, que no quede impune ni bajo acuerdo este caso que avergüenza a la sociedad oaxaqueña.
ISIDRO RAMÍREZ LÓPEZ
Presidente de la Organización para el Desarrollo
Social y Productivo de los Pueblos Indígenas y
Comunidades Afrodescendientes A.C.
Organizacion.socpinda@gmail.com
www.socpindadhac.blogspot.com
