La economía mexicana atraviesa por uno de sus momentos más complejos de los últimos años con la implementación de las reformas estructurales, afirmó Agustín Carstens, Gobernador del Banco de México (Banxico).
“México está en su proceso más laborioso, que es precisamente la implementación de esas reformas”, afirmó al abrir los trabajos de la Conferencia Anual en Economía del Desarrollo, organizada por el Banxico y el Banco Mundial.
“Creo que las reformas aprobadas van en la dirección correcta”.
En su discurso, el Gobernador aseveró que el periodo de altos precios dematerias primas y alta demanda de esos productos ha quedado atrás, lo que ha afectado a muchas economías emergentes que durante años se beneficiaron de esos precios y registraron crecimientos acelerados.
Ahora, dijo, la clave es poder hacer de las economías emergentes unas más eficientes, con mayor control y responsabilidad, algo que las reformas aprobadas en México atienden puntualmente.
Para Carstens, las reformas traerán efectos benéficos a la economía mexicana, que tiene necesidad de generar puestos de trabajo de alto valor agregado y que impulse la creación de capital humano.
Asimismo, comentó que es fundamental que junto con la implementación de las reformas, el Gobierno atienda el Estado de Derecho, pues de no hacerlo el costo en la economía es alto.
“Es importante fortalecer el Estado de Derecho; no hacerlo tiene altos costos en la actividad cotidiana”, señaló.
“Es un proceso difícil y gradual (…) pero pequeños avances a paso sostenido pueden beneficiar ampliamente”.
Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, acompañó a Carstens en el panel inicial de la conferencia anual que se celebra en el Hotel Hilton en el Centro de la Ciudad de México.
El panel lo completan Jorge Familiar, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, y Kaushik Basu, vicepresidente senior y economista en jefe de ese organismo internacional.
En su intervención, Familiar indicó que México y el resto de América Latina se enfrentan a un entorno mucho más complicado y adverso respecto del que les permitió crecimientos económicos mucho más acelerados.
“Hay condiciones externas más adversas y ahora el crecimiento económico no deja de desacelerar”, afirmó.
“Crecimientos de 1 ó 2 por ciento no serán suficientes si queremos mantener la transformación social que ha vivido América Latina”.
Durante el boom de los precios de materias primas, la región consiguió reducir la pobreza extrema a la mitad y hoy hay más latinoamericanos en clase media que en pobreza.
“Estudios indican que el incremento salarial y los esfuerzos de fiscalización de programas sociales fueron fundamentales para reducir la desigualdad mientras que en otras regiones aumentaba”, dijo.
Familiar se mostró confiado en que América Latina podrá hacer frente al entorno externo más complejo, pues la región cuenta con instituciones más sólidas que hace una o dos décadas atrás.
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