Para entender el enorme conflicto que representa para la Sección 22 del magisterio oaxaqueño la aplicación de la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto en nuestro estado, es indispensable conocer los verdaderos datos referentes a las finanzas detrás de esta gremial, pues aunque se habla mucho de los ríos de dinero que están en juego, poco se aporta en materia de números concretos. A esta columna hicieron llegar documentos los cuales a la luz del análisis resultan escalofriantes y explican el enorme retraso educativo vivido en nuestro estado por dirigir estos dineros para incrementar y sostener una base sindical y no a resolver los problemas centrales como aulas de buena calidad, alimentos para escolares y hasta uniformes en lugar de mantener durante años a personas involucradas en el activismo político de toda índole: PRI, PRD, Partido Convergencia, guerrilla, gobierno estatal, oposición al gobierno estatal y sobre todo, líderes. Por otro lado, intentar un censo real de cuántos maestros hay y dónde están laborando, sin lugar a duda bajaría la nómina actual cuando menos un 30%, pero no sólo eso, sino las canonjías aprovechadas hoy por muchos sectores vinculados al magisterio, deberán desaparecer por completo. Luego de revisar estos documentos, de los cuales hablaré enseguida, no cabe la menor duda de que lucha en contra de la Reforma Educativa representa plenamente un asunto simple: el dinero.
PRIMER ANTECEDENTE
El principio de la debacle que hoy vive Oaxaca se le debe a Heladio Ramírez López cuando era gobernador y al entonces secretario General de Gobierno y encargado del despacho del Instituto Estatal de Educación Pública, Lino Celaya Luría, pues ambos funcionarios firmaron una acuerdo el 28 e octubre de 1992, vigente hasta nuestras fechas, donde le entregaron por completo el funcionamiento del sector patronal educativo, al sindicato magisterial, convirtiendo de facto a la Sección 22 en patrón y empleado al mismo tiempo, algo inaudito en todo el país, ellos lo hicieron. Lo más grave de esta entrega fue la facultad otorgada al sindicato de nombrar a los titulares de los 11 niveles de direcciones, con lo cual es la Sección 22 la que decide, regula y otorga plazas y nombramientos sin importarles en lo más mínimo si existe techo presupuestal para hacerlo. De esta manera, la base creció hasta nuestros días hasta niveles insostenibles en cualquier presupuesto de gobierno; es decir, la federación otorgó el año pasado en promedio 20 mil millones de pesos para el sector educativo en Oaxaca, pero el gasto rebasó los 24 mil millones de peso, con lo cual el gobierno estatal debe conseguir alrededor de 4 mil 500 millones de pesos de otros lados para pagarle a ese magisterio descontrolado y fuera de todo orden presupuestal. En otra palabras, ellos deciden y el gobierno debe conseguir para pagar, pues no le alcanza el presupuesto federal, y eso es en 98% para pago de salarios. En un principio, en los tiempos de Diódoro Humberto Carrasco Altamirano como gobernador, cuando menos proponían una terna o cinco nombres para cada uno de esos 11 niveles, pero desde los tiempos de Ulises Ernesto Ruiz Ortiz y a la fecha con Gabino Cué Monteagudo, ya no hay ternas, simplemente le avisan al gobierno quien va a ocupar ese nombramiento, y muchas veces ni eso. Uno de los problemas neurálgicos que provoca esta situación es que los titulares de esos once niveles de mando contratan sin mayor trámite nuevas plazas, las cuales un su mayoría las venden hasta en 150 mil pesos cada una; envían al nuevo empleado a laborar al interior del estado y durante varios meses lo nuevos no cobran salario, sino únicamente los respalda un memorándum de nombramiento. Al cabo de una año o año y medio de no cobrar, se juntan varios y entonces el sindicato apoya y presiona para que el gobierno los reconozca; así han colado miles de nuevos integrantes del sindicato. Al buscarse el nombramiento de estos contratados sin techo financiero, no exista nada más que el famoso memorándum y en la mayoría de los casos, ya ni siquiera el responsable del nivel que los contrato está en es mismo lugar, sólo existe el documento sin nada más en el expediente, sin techo presupuestal, sin ningún valor laboral, pero el gobierno debe pagar porque es exigencia del sindicato. Ahí se van miles de millones cada año, en este super negocio para quienes ocupan temporalmente la dirección de uno de esos once niveles.
OTRO ANTECEDENTE
Durante el primer año del mandato federal de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en el 2007, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público promovió y logró la aprobación para una modificar la fórmula de distribución de recursos económicos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal, FAEB, con una terrible regresión para los alumnos que radican en las zonas más margindadas del país, pues esos cambios establecen desde ese año que la distribución del gasto por alumno debe ser igual en todas las regiones del país; en términos llanos, se dejó de tomar en cuenta que es mucho más caro sostener la educación de un niño en zonas de alta marginación a uno de zonas urbanas. El impacto quitó recursos a los estados más pobres, entre ellos en primer lugar de daño financiero Oaxaca, seguido de Veracruz, Guerrero, Michoacán e Hidalgo. En el período 2007-2012, Oaxaca dejó de recibir recursos por alrededor de 2 mil millones de pesos como consecuencia del ajuste en el FAEB, los cuales con la fórmula anterior sí los hubiera recibido. Durante esos mismos años, le golpeó al estado la llamada doble negociación estado-federación-sindicato con lo cual el gobierno estatal debió obtener mil 700 millones de pesos para cubrir demandas de los maestros sin cobertura federal; la rezonificación, es decir, adecuar salarios magisteriales por zonas más caras en Oaxaca sin que la federación lo autorice, y por ende no la pague, le pegó al presupuesto estatal otro déficit de 2 mil 100 millones de pesos en esos 5 años; finalmente, el pago de incrementos salariales aprobados por Ulises Ruiz y Gabino Cué sin tener respaldo de la federación alcanzó los 2 mil 700 millones de pesos. Esto implica un boquete financiero arrastrado en un lustro por 8 mil 500 millones de pesos, los cuales los gobiernos de Ulises y Gabino enfrentan con malabares financieros, porque a la Sección 22 no les interesa de donde salga el dinero, sino que se pague en cada uno de esos rubros.
DESCRIPCIÓN DE UNO DE LOS SANGRADOS
Durante el sexenio de Diódoro Carrasco se comenzaron a otorgar días adicionales de pago a los integrantes de la Sección 22, en un inicio de 6 días de Prima Vacacional, PV, y 40 días de Aguinaldo, Ag, los cuales en ese mandato terminaron en 10 de PV, 40 Ag y se agregaron 40 días más de pago por Bono de Productividad, BP, con lo cual Diódoro terminó pagando 90 días extras a los maestros, 50 pagados por la federación y 40 días por el gobierno estatal. José Nelson Murat Casab como gobernador elevó esos pagos a 119 días anuales extras al incluir 15 días extras por la celebración del Día del Maestro y 4 días por Gratificación al Desempeño de la Educación Básica. Ulises y Gabino han cerrado esos apoyos a 120 días anuales bajo los mismos conceptos, intocables por supuesto por ser conquistas sindicales. Con una simple suma en días, para no provocar taquicardias, si calculamos de manera modesta una base magisterial que reciba estos apoyos con 45 mil mentores, tendremos un pago de 5 millones 408 mil 500 días anuales pagados a la Sección 22 que no son de jornadas laborales, sino totalmente extras al salario. Tratando de no ser tan alarmistas, cualquier otro gremio tiene en promedio máximo, 60 días de aguinaldo, por lo tanto, la mitad, 2 millones 204 mil 250 días de pago son exclusivamente una canonjía a la Sección 22, y por supuesto, me quedo corto. Si calculamos muy por debajo de la realidad, pero sólo para referencia palpable con el salario mínimo de 63 pesos por día, el gobierno del estado debe pagarle a los maestros de Oaxaca un promedio de 139 millones de pesos anuales por días que no son devengados y sólo son por un “logro magisterial”. Sólo en Oaxaca.
OTRO DE LOS SANGRADOS
Lo descrito en el bloque anterior muestra los rieles estructurales de cómo llega el dinero a la Sección 22, pero la clave de la batalla hoy contra la Reforma Educativa, la cual cambiaría de fondo todos estos modelos, es cómo se gasta el recurso. Como muestra, dos botones con los diputados del PRI, Amado Bohórquez Reyes y María Luisa Matus Fuentes, cada uno con al menos cinco plazas -¡Cinco cada uno!- designadas de ese presupuesto mencionado. Sin ningún pudor, conservan el pago de esas plazas ilegales, así como su salario de diputados; llama la atención como en el discurso la Sección 22 reniega del PRI, del presidente Enrique Peña Nieto por provenir de ese partido, pero tiene diputados priistas en el Congreso Estatal, quienes por cierto, se han pronunciado recurrentemente por aprobar la Reforma Educativa del presidente de la República, en una actitud cuando menos cínica e incongruente. Pero eso sólo son muestras de la realidad, pues tan sólo el año pasado, Javier Díaz de la Torre, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, estableció que tenían detectados al menos seis mil integrantes de la Sección 22 dedicados de tiempo completo al activismo político en varios estados del país. Si a todo lo anterior le sumamos la raja financiera que le sacan funcionarios estatales y amigos del gobernador a cobrar plazas no censadas dentro del IEEPO, el monstruo es enorme, horrible y se está tragando a pedazos a los demás sectores de la sociedad.
LO QUE VIENE
Es impredecible lo que acontecerá en el 2015, porque la aplicación de la Reforma Educativa en enero en su fase de concentrar la nómina por parte del gobierno federal y ya no del IEEPO, es pegarle de lleno a la base de sostenimiento de la Sección 22. El desgaste estos meses ha sido brutal para el sindicato oaxaqueño, pues no encuentran una salida entre reclamarle a Gabino algo que no les puede dar, y cada vez más arrinconados a enfrentarse con la federación directamente, pero ¿desde Oaxaca o en la Ciudad de México? Al gobierno del estado no tienen ya nada para pedirle y eso los pone contra la pared, como nunca antes, por lo tanto la reacción no puede preverse; sin duda al interior del magisterio deben tener fuertes discusiones ¡Ay, nanita! jaimelabc22@gmail.com