Comunicado
17:14 A todos los Sacerdotes, Religiosos, Religiosas, Agentes de pastoral y Fieles laicos de nuestra arquidiócesis de Antequera-Oaxaca. Que la paz de Cristo este con ustedes.
Reciban la presente comunicación a fin de que todos estén enterados de la dolorosa situación que estamos atravesando en nuestra arquidiócesis a causa del hecho violento en que fue involucrado falsamente el P. Martín Octavio García Ortíz, párroco de San Pedro Apóstol, Ocotlán. Como Iglesia que somos, lo hacemos desde nuestra visión de fe y compromiso por la verdad.
El hecho lamentable sucedió el sábado 19 de junio. Aproximadamente a las 5:30 de la tarde se registró un enfrentamiento en la comunidad del Cuajilote, agencia de San José el Progreso, en el cual murieron dos personas y hubo tres heridos, murieron el presidente municipal y el regidor de salud del municipio de San José el Progreso; la causa de este deplorable hecho aún no se sabe con toda claridad.
Esa noche, a las 8:00 p.m. el P. Martin en compañía de su coro y desconociendo los hechos que se habían suscitado en el Cuajilote, se dirigió a celebrar la santa Misa a San José el Progreso; al entrar a la comunidad fue agredido con golpes e insultos obligándolo a bajarse de la camioneta; de ahí lo llevaron a una casa donde lo amarraron diciéndole que lo iban a matar, lo amenazaron con quemarlo. Después de una negociación entre el grupo que tenía secuestrado al padre y la policía, fue entregado con la condición de que fuera detenido, acusándolo de ser el autor intelectual de los hechos sucedidos en el Cuajilote. El P. Martín fue trasladado a la Ciudad Judicial a la 1:00 de la mañana del domingo 20 de junio, permaneció en los separos de la Procuraduría General de Justicia del Estado hasta las 9:00 de la noche del lunes 21 de junio, hora en que se le trasladó a un hospital para darle la atención médica adecuada. Actualmente está en condición de arraigado.
Hace unos años el gobierno federal concesionó a la empresa minera Cuzcatlán la explotación de una mina de plata y oro ubicada en terrenos del municipio de San José el Progreso; esto hizo que la comunidad, reunida en asamblea, pidiera a la autoridad municipal información y explicación al respecto; la falta de información completa y de convencimiento propició problemas internos y división entre los habitantes de la comunidad.
Desde la llegada a la parroquia de San Pedro Apóstol, el P. Martín inició un trabajo pastoral invitando a los catequistas y agentes de pastoral a impulsar la Pastoral Profética, Litúrgica y Social, tomando en cuenta siempre la realidad y necesidades de la comunidad. Como parte del trabajo de la Pastoral Social se desarrollaron en las diversas comunidades acciones a favor de la ecología, esto propició la necesidad de obtener información de las repercusiones positivas o negativas por la explotación de la mina antes referida.
En San José el Progreso, lugar donde se encuentra el mineral, se agudizaron los problemas de división suscitándose hechos violentos entre los habitantes de la comunidad. A partir de entonces se comenzó a señalar al P. Martín como causante de esta confrontación aludiendo su apoyo al grupo opositor a la mina.
Les informamos, especialmente a los sacerdotes, que se está trabajando con todos los medios posibles para aclarar la situación jurídica de P. Martín y demostrar su inocencia de lo que se le acusa; les pido unirnos en oración a Cristo Buen Pastor para mantenernos unidos con la fortaleza del Espíritu procurando descubrir y defender siempre la verdad. Les exhorto para que se motive a los fieles a unirse en esta súplica a nuestro Padre Dios.
A todas las Religiosas, especialmente a las de monasterios, confiamos esta causa para que en oración intensa ante Jesús Sacramentado sea posible el esclarecimiento de esta situación y pueda brillar la verdad y la justicia para bien de todos nuestros pueblos.
A los Agentes de Pastoral y a todos los fieles, especialmente de la parroquia de San Pedro Apóstol, les pedimos también estar unidos en la fe y esperanza. Lamentamos de corazón la pérdida de estas vidas humanas y la situación de los heridos; elevamos nuestra oración por ellos y sus familiares. Pero es necesaria la colaboración y cordura de todos para impedir que siga la violencia y el derramamiento de sangre causando más sufrimiento a nuestros pueblos y familias. La Iglesia Diocesana confía en sus fieles para que unidos trabajemos por hacer valer la justicia pero siempre por los caminos de la verdad, de la civilidad y de la legalidad.
A las Autoridades Civiles, a quienes les corresponde velar por la paz y la justicia de los pueblos, pedimos se apliquen a fondo para investigar la verdad de los hechos. Queremos y exigimos conocer la verdad.
Rechazamos toda expresión de violencia como también de injusticia; nos deslindamos de antemano de cualquier grupo u organización con otros intereses y ajena a la arquidiócesis que, por el contexto de elecciones u otras expresiones sociales, pretendieran tomar la causa del P. Martín como bandera.
Apostamos por la verdad, por la unidad y por el bien común porque son el camino a recorrer para alcanzar la paz social y lograr vida auténtica, porque nos hemos puesto en seguimiento de Jesucristo Camino, Verdad y Vida.
La Curia Diocesana tiene la encomienda de dar seguimiento a estos hechos e informarles de manera concreta y oportuna. Que esta dolorosa situación nos estimule a reflexionar y tomar conciencia de nuestra misión para crecer en la fe, en la solidaridad entre nosotros y en la sociedad. Que la intercesión de la Santísima Virgen, en su advocación de Nuestra Señora de la Soledad, nos alcance el don de la reconciliación y de la paz para Oaxaca.
Cuenten todos con mi oración y bendición.