Servando Gómez Martínez, alias la Tuta, antes de convertirse en uno de los líderes de “la Familia Michoacana” y uno de los hombres más violentos de esa organización delictiva, fue maestro normalista.
Documentos de la Procuraduría General de la República (PGR) revelan que este sujeto coordina a algunos lugartenientes y supervisa la recolección de cargamentos de drogas, principalmente de mariguana para enviarla a Baja California, específicamente a la ciudad de Mexicali.
Su zona de operación corresponde a municipios localizados en el litoral de los estados de Michoacán y Guerrero, aunque también mantiene presencia y actividades en la región serrana del territorio michoacano.
La PGR y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal lo consideran uno de los hombres más violentos de la organización, al grado de ser capaz de asesinar sólo porque si quien le lee las cartas del Tarot, le revela que supuestamente alguien lo traiciona.
De acuerdo con investigaciones, la Tuta es el segundo nivel de mando dentro de “la Familia Michoacana”, sólo por debajo de Nazario Moreno, el Chayo o el Loco, y Jesús Méndez Vargas, el Chango o el Chamula.
Para no ser detenido, Servando Gómez Martínez paga una nómina de aproximadamente 100 mil pesos mensuales entre uniformados de diversas corporaciones policíacas, principalmente a la del municipio de Arteaga, Michoacán, de donde es originario.
Este sujeto, nacido el 6 de febrero de 1966, cuenta con cuatro órdenes de aprehensión vigentes por los ilícitos de delincuencia organizada y contra la salud en la modalidad de fomento, posesión y cosecha de mariguana.
Asimismo, en el acuerdo A//123/09, publicado el 23 de marzo de 2009, se ofrece una gratificación de 30 millones de pesos por cada uno de los líderes de “la Familia Michoacana”, entre quienes se encuentra Servando Gómez Martínez.
El Universal