Más de 200 órganos humanos auténticos y 20 cuerpos completos, tanto saludables como enfermos, conforman Body Worlds & Un viaje por el corazón, exposición que muestra de forma detallada varios sistemas del cuerpo humano, entre los que se incluyen lo sistemas reproductivo, nervioso y cardiovascular. La exhibición permite al público observar de cerca el cuerpo para comprender las consecuencias de las enfermedades, los efectos del consumo del tabaco y el alcohol, las etapas de la gestación del ser humano y el funcionamiento de prótesis artificiales para cadera y rodilla.
Los cuerpos son preservados a partir de la técnica conocida como plastinación —desarrollada en 1977 por el Gunther von Hagen para conservar especímenes humanos y animales—, que consiste en la sustitución de fluidos corporales y grasa por fluidos plásticos que se endurecen tras la impregnación forzada al vacío, después de lo cual se colocan los cuerpos en poses que reproducen situaciones reales para ser sometidos a un tratamiento de curado mediante la acción del gas, el calor o la luz. El resultado son cuerpos con capacidad de ser manipulados, capaces de mostrar las respuestas corporales a los movimientos de la vida diaria, así como durante la práctica de actividades deportivas.
Según sus creadores, desde la primera exposición en 1995 hasta la fecha, Body Worlds ha sido vista por más de 30 millones de personas alrededor del mundo, pero ésta es la primera vez que se presenta en Latinoamérica y permanecerá en el museo universitario hasta febrero de 2011.
Según la curadora y diseñadora conceptual de la muestra, Angelina Whalley, la relevancia de la exposición radica en poder apreciar el cuerpo de manera distinta y dejar de verlo “como un regalo divino o de la naturaleza”, para percibirlo “como una responsabilidad de por vida”.
La muestra traída a México, enfatiza las funciones del corazón debido al gran número de trastornos asociados a este órgano y al grave problema de obesidad en el país, razón por la cual, se pretende crear conciencia en el espectador mediante el conocimiento de su propio cuerpo.
Además, la tecnología empleada en la conservación de los cuerpos se realiza con éxito en más 40 naciones; sin embargo, en México, aunque existe interés en la materia, sólo se cuenta con un especialista en plastinación que trabaja en la UNAM.
En cuanto al interés de la gente respecto a ceder sus cuerpos a la ciencia, desde 1983 más de 11 mil donantes lo han otorgado y provienen principalmente de Alemania, Italia y China. Actualmente hay tres mexicanos registrados para ser plastinados, los cuales, destacó Whalley,“están en muy buenas condiciones de salud”.
Desde que mostró sus creaciones por primera vez en Alemania ante 15 mil personas, la polémica ha sido parte de sus exhibiciones. El científico recuerda el debate público y los comentarios en los medios de comunicación alemanes como “fundamentalistas”; de hecho, von Hagen afirma que es precisamente en su país de origen donde ha tenido más problemas para exhibir y ha enfrentado duras críticas, mientras que en los asiáticos su obra ha tenido una gran aceptación y difusión.
Al ser cuestionado si la técnica de plastinación constituye un arte, el especialista se mantiene neutro y afirma que no es capaz de definirlo, pero que ante todo “es ciencia”.
Milenio