La suplente de Fernández Noroña le pide renunciar

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La diputada suplente de Gerardo Fernández Noroña, Alma Velázquez Rivera, exigió ayer a su correligionario cumplir con sus responsabilidades y dedicarse a trabajar o renunciar al cargo legislativo:

 

“Si no existe la posibilidad de contar con usted como un representante en el Congreso que se porte a la altura de las circunstancias, le sugiero que lo mismo que exige tan insistentemente al Presidente de la República sobre su renuncia, sea usted el primero en poner el ejemplo y no continúe sumándose al entorpecimiento del trabajo legislativo”.

En una carta dirigida a Fernández Noroña y marcada con copia a los otros 499 diputados federales, Velázquez Rivera emplazó también al legislador a cumplir con su compromiso de donar la mitad de su dieta mensual para financiar proyectos comunitarios en el distrito electoral 19 de Iztapalapa.

Lo exhortó a conducirse con respeto, tolerancia y madurez, “para evitar seguir manchando a la verdadera izquierda de este país con conductas que no promueven el diálogo, ni la deliberación de propuestas con argumentos sólidos”.

La compañera de fórmula de Fernández Noroña hizo acto de presencia en el Palacio de San Lázaro y ante los representantes de los medios informativos afirmó que la actuación del diputado “levanta sospechas” de si en realidad es un porro dentro del Congreso de la Unión o si ha sido “contratado” para reventar las sesiones.

En ese contexto, Fernández Noroña protagonizó ayer un connato de bronca con los panistas Arturo García Portillo, Justino Arriaga y Agustín Ibarrola durante la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, después de que los representantes de Acción Nacional intentaron arrebatarle una manta de protesta contra el presidente Felipe Calderón.

El diputado presidente Jorge Carlos Ramírez Marín remitió por ello a la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias una “declaración de falta de orden” para sancionar con un señalamiento público a Fernández Noroña, García Portillo y Arriaga, así como a Mario di Costanzo.

Los vicecoordinadores parlamentarios del PAN y del PT en San Lázaro habían pactado antes de la sesión evitar el despliegue de pancartas, a cambio de incluir en la agenda política un debate sobre el cese de la periodista Carmen Aristegui como titular de la primera emisión del noticiero de la cadena radiofónica MVS.

Fernández Noroña conoció el acuerdo e ingresó al recinto con su manta doblada y el compromiso de mantenerla guardada, siempre y cuando se incluyera el referido punto en el orden del día.

No obstante, cuando un grupo de diputados panistas colocó frente a sus curules un pequeño cartel con la leyenda “Sí a las reformas laboral, fiscal, energética, seguridad y política”, el diputado del PT extendió también su manta sobre los asientos de su bancada y con ello se generó la trifulca.

La nueva consigna de Fernández Noroña fue: “El senador Belisario Domínguez le dijo asesino y traidor a Victoriano Huerta. Éste lo mandó a asesinar y, previo, le cortaron la lengua. Obviamente, el senador Domínguez nunca presentó las pruebas”.

Ya en tribuna, durante el debate político sobre el caso de Aristegui, el legislador petista insistió en su ofensiva contra el presidente Felipe Calderón, por su supuesto problema de alcoholismo, mientras los legisladores del PAN cuestionaron a Fernández Noroña el uso de recursos e infraestructura de la Cámara de Diputados para promover su candidatura al gobierno del Distrito Federal.

Milenio