El vocero de la diócesis de Antequera-Oaxaca, Guadalupe Barragán Oliva, en entrevista colectiva exhortó al gobierno del priista Enrique Peña Nieto a agotar todas las posibilidades de diálogo ante las demandas del magisterio nacional y no ejercer la violencia, ni la presión o la ley del “garrote”.
Momentos antes de ofrecer la tradicional conferencia, Barragán Oliva, hizo un nuevo llamado a la administración peñista y a los maestros en especial de la Sección-22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a tener mucha prudencia y evitar la violencia.
Luego de manifestarse que se les descuente a los maestros parista y que se les pague a los que si están trabajando, recalcó que no se puede llegar a la violencia y que mejor levanten el paro que mantienen en el Zócalo del Distrito Federal.
Aseguró que si se ejerce la “fuerza bruta”, no resuelven el problema con el gremio magisterial, “que ellos mismos originaron con ese mal llamada Reforma Educativa”, precisó.
Sin embargo consideró que la Reforma Educativa está politizada, toda vez que obedece a intereses particulares que no tienen nada que ver con el apostolado, que debe ser la educación, añadió.
El vocero de la Iglesia Católica en Oaxaca, sostuvo que el mejor camino para dirimir cualquier violencia es el diálogo, por lo que confió que no pasarán hechos violentos, “cuando se tiene una amenaza de la administración peñista de que “cuando el diálogo no ya no sirva” vendrá la represión, es irresponsable, la fuerza nunca es opción, condenó.
Además, también expuso que ahí, esta la amenaza que si se agota el diálogo de todos modos va a quedar la ley, “esa declaración no le corresponde a un gobierno”, apuntó.
Convocó a los maestros de Oaxaca a regresar a las aulas para evitar cualquier tipo de violencia.
A los padres de familia que asuman su responsabilidad de exigir clases ante la amenaza que seguirán en paro.