La reforma, “cardenista, palabra a palabra”: Peña

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El presidente Enrique Peña Nieto presentó la iniciativa del gobierno para la reforma energética y aseguró que la propuesta confirma la propiedad de la nación sobre los hidrocarburos y que retoma “palabra por palabra” lo dicho originalmente en el artículo 27 constitucional, cuando lo promulgó Lázaro Cárdenas en 1938.

La propuesta que firmó el mandatario a nombre el gobierno federal modifica los artículos 27 y 28 constitucionales, que están relacionados con el método por el que se regula la concesión de los hidrocarburos.

De acuerdo con el texto de la iniciativa, se permitirán contratos con los carburos de hidrógeno sólido, líquido o gaseoso, aunque no se expedirán concesiones.

Es decir, la reforma permitirá celebrar contratos de utilidad compartida con el sector privado para la exploración e inversión petrolera, “cuando así convenga al interés nacional”.

Lo anterior no se plasma de manera explícita en el texto presentado ante el Congreso, pero fue uno de los puntos en los que más énfasis puso el mandatario al momento de la presentación del proyecto.

“Esto permitirá al gobierno de la República celebrar contratos de utilidad compartida con el sector privado cuando así convenga al interés nacional y, con ello, generar energía más barata para todas las familias mexicanas. La reforma no impulsa o considera contratos de producción compartida. Lo que busca es facultar al Estado para celebrar contratos de utilidad compartida que permitan a la nación mantener el control absoluto sobre el petróleo”, explicó en su discurso pronunciado en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, que lucía abarrotado.

Acompañado del gabinete en pleno, Peña expuso diversas bondades que se obtendrán a partir de que se concreten los cambios en los artículos constitucionales, aunque pertenecen a la regulación secundaria que se elabora a partir de la reforma.

De inicio, adelantó que de manera paralela a la reforma energética se elaborará una fiscal, que crea un régimen distinto para Petróleos Mexicanos (Pemex).

El mandatario prometió que cuando se presente la nueva reforma se buscará que Pemex tenga un sistema de contribución que resulte competitivo a nivel internacional.

“Nuestro sector energético, dada la rigidez del régimen constitucional, perdió dinamismo y, más grave aún, competitividad”, explicó Peña, por lo que se enfocará en mejorar sus condiciones fiscales y tecnológicas.

El mandatario informó que con la reforma energética se prevé la reducción de los precios de la luz y el gas, además de que se crearán empleos con mejores salarios, por lo que los mexicanos se beneficiarán directamente.

“Confío en que el debate en el Congreso se centrará en cómo sí modernizar el sector energético y cambiar lo que hoy ha impedido avanzar al país”, dijo.

En un acto donde los líderes partidarios de la oposición no hicieron acto de presencia, el mandatario federal planteó cinco puntos que destacan para la conformación de la reforma energética. El primero, que la iniciativa retoma “palabra por palabra” el texto del artículo 27 constitucional, que faculta al Estado para celebrar contratos de utilidad compartida que permitan mantener el control absoluto sobre el petróleo.

El segundo habla sobre el nuevo régimen fiscal, el tercero sobre la reestructura de Pemex, que buscará propiciar la transformación industrial y dar mayor autonomía de gestión; el cuarto elemento irá encaminado a la rendición de cuentas de Pemex y el quinto establecerá reglas para las compras y proyectos de infraestructura.

“Ni se vende ni se privatiza”

Por la noche, el Presidente ofreció un mensaje desde Palacio Nacional, en el que habló acerca de las bondades de la reforma y los beneficios directos que tendrá para la población.

Reiteró también que Pemex “no se vende ni se privatiza”.

El mandatario refirió que el mensaje lo emitía desde uno de los salones de Palacio Nacional, lugar donde Lázaro Cárdenas expropió los hidrocarburos y creó la paraestatal. Al respecto dijo que “se retoma el pasado para conquistar el futuro”.

Utilidad compartida

En tanto, el titular de la Secretaría de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, explicó en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva el esquema que se prevé para la reforma energética y el modelo con el que se espera operar Pemex.

De inicio, se prevé ocupar la figura jurídica de los contratos de utilidad compartida, donde las empresas particulares y Pemex comparten capital y los riesgos de inversión que significan la exploración en terrenos poco convencionales para extracción de hidrocarburos.

A partir de este esquema, las empresas particulares pueden buscar sitios de extracción y contarán con una parte de las regalías que obtenga Pemex de la comercialización del petróleo.

Asimismo, se contempla la posibilidad de que los contratos se concedan de manera focalizada, es decir, los contratos pueden ser del gobierno con Pemex y particulares o del gobierno directamente con particulares, lo que se llama “la ronda cero”.

“En la ronda cero es donde la petrolera del estado escoge primero los campos, siempre y cuando acredite que tiene la capacidad técnica y económica para desarrollarlos. Entonces dice: ‘Yo me quedo con estos, esta es mi capacidad de ejecución’, y donde no puede llegar esta empresa el Estado puede hacer contratos de asociación”, detalló Joaquín Coldwell.

El porcentaje que cada una de las empresas tendrá para sí, tras efectuar la operación, será determinado en una licitación internacional.

Baja la producción energética

Horas antes, en su turno durante la presentación de la reforma energética, Joaquín Coldwell dijo que la producción energética de México va a la baja y que se requiere de capital, tecnología y conocimientos para explorar nuevas fuentes, por lo que necesita asociarse con otros capitales.

“Nuestras opciones de producción y explotación se estrechan. El futuro está en yacimientos no convencionales, en los campos de gas en el norte del país, en los difíciles pozos terrestres del aceite terciario del Golfo en Chicontepec. Requerimos de capital, tecnología y conocimiento. Es preciso asociarnos con quien los tiene”, advirtió.

También expuso un balance acerca de la situación en la que se encuentra Pemex, pues a pesar del potencial, se produce menos petróleo y gas natural.

“En cuanto al gas natural no alcanzamos a abastecer el mercado interno. Las importaciones representan 2 mil 130 millones de pies cúbicos diarios; casi la tercera parte del consumo nacional.

“Las importaciones de petroquímicos ascienden a 21 mil millones de dólares anuales, las de gasolinas representan 49 por ciento del consumo interno y, en los últimos ocho años, la producción de crudo descendió en 835 mil barriles diarios, dejando el país de percibir casi 22 mil mdd anuales.

“El bono energético que nos proporcionó el proyecto de Cantarell ya se nos está terminando. De una producción que llegó a ser de dos millones 125 mil barriles diarios, hoy ronda los 440 mil en esa zona”, advirtió.

Milenio