La OTAN protegerá a Turquía y presiona a Damasco por armas químicas

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La OTAN aumentó el martes la presión internacional sobre Siria dando luz verde al despliegue de misiles Patriot en Turquía, para defender su frontera, y advirtiendo a Damasco que un uso de armas químicas tendrá consecuencias.

Sin sorpresa, Turquía recibió una respuesta positiva por parte de sus aliados de la OTAN para desplegar de forma temporal misiles Patriot capaces de destruir en vuelo eventuales misiles procedentes de la Siria vecina.

“La OTAN dio su acuerdo para reforzar las capacidades de defensa aérea de Turquía para garantizar la defensa de su población y de su territorio y contribuir a frenar la escalada de la crisis”, anunciaron los ministros de Exteriores de los países de la OTAN reunidos el martes en Bruselas.

Según el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, la amenaza de las armas químicas de Siria es “un tema de gran preocupación” para el conjunto de los Aliados. Por ello es “urgente (…) garantizar la protección eficaz de nuestro aliado turco”.

Turquía aplaudió la decisión de la OTAN y recordó en un comunicado del ministerio de Exteriores que los misiles tendrán un papel puramente defensivo.

Los temores vinculados a esas armas volvieron bruscamente en los últimos días, cuando las fuerzas rebeldes ponían en dificultad al ejército oficial, sobre todo alrededor del aeropuerto de Damasco.

El lunes, el presidente estadounidense Barack Obama advirtió a Damasco que “una posible utilización de armas químicas sería totalmente inaceptable para la comunidad internacional”.

Unas horas después, el calificativo de “inaceptable” fue retomado por los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, y Francia, Laurent Fabius.

Rasmussen avisó que el régimen de Bashar Al Asad se enfrentará a una “reacción inmediata de la comunidad internacional” si usaba armas químicas.

Sin embargo, el régimen sirio reiteró el lunes que “no utilizará ese tipo de armas, si las tiene, contra su pueblo”, según una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores.

Un despliegue a principios de 2013

Presente el martes en Bruselas, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, llamó a los occidentales a no “exagerar” los “rumores” sobre esta amenaza. Sin embargo, precisó que Moscú seguía opuesto al uso de armas químicas, tal y como lo estipulan las reglas internacionales. El arsenal químico sirio se considera uno de los más importantes de Oriente Medio, gracias al apoyo recibido de Rusia e Irán. Pero es difícil evaluar la cantidad y el estado del material.

El lunes, un responsable estadounidense afirmó que el gobierno sirio estaba mezclando los componentes necesarios para el uso militar del gas sarín, que provoca una parálisis completa del cuerpo y luego la muerte.

Los ministros reunidos en Bruselas insistieron en el carácter “totalmente defensivo” de los misiles Patriots que serán desplegados en Turquía. No serán “de ninguna manera una forma de promover una zona de exclusión aérea o una operación ofensiva” en Siria, reiteró Rasmussen.

Le corresponde ahora a los tres países que poseen Patriot -Estados Unidos, Alemania y Holanda- decidir el número de baterías, así como la fecha y por cuánto tiempo estarán desplegados.

Una vez superada la aprobación parlamentaria en Alemania, los Patriot podrían estar operacionales en el primer trimestre de 2013, dijo un diplomático.

Entre 300 y 400 soldados de Estados Unidos, Alemania y Holanda podrían desplegarse en Turquía para hacer funcionar las entre cuatro y seis baterías que podrían ser desplegadas en Malatya, Diyarbakir y Sanliurfa, según una fuente militar turca.

Sobre el terreno, al menos 102 personas murieron el martes en el país, incluidas 30 en Damasco y su periferia, donde el ejército sigue bombardeando los campos de la Ghuta Oriental, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Nueve alumnos y un profesor murieron el martes alcanzados por un obús de mortero que cayó en una escuela en la provincia de Damasco, informó la televisión oficial.

Según el OSDH, más de 41.000 personas, en su mayoría civiles, han muerto en 20 meses de conflicto.

El deterioro de la situación llevó el lunes a la ONU a anunciar que suspendía sus operaciones en Siria, una decisión seguida por la Unión Europea, que decidió reducir al mínimo su delegación en este país. 

AFP