Alfonso Navarrete Prida, en representación del Presidente de la República, entregó el Sexto Informe Presidencial al Presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, en cumplimiento a lo que dispone el artículo 69 de la Constitución, en la apertura del Primer periodo de sesiones Ordinarias de la Sexagésima Cuarta Legislatura.
El Informe Presidencial incluye los programas y resultados de las acciones gubernamentales durante el periodo del 1 de septiembre de 2017 al 31 de agosto del 2018.
El Informe esta integrado con tres documentos: El Informe propiamente dicho; el resumen ejecutivo y los anexos estadísticos. Acto frío, sobrio, y fue todo. Muchísimas gracias, dijo el Secretario de Gobernación a los receptores del Informe Presidencial.
A este acto le siguió uno más efectuado el 3 de septiembre en Palacio Nacional, esta vez en vivo y a todo color, con la presencia del gabinetes legal y ampliado, los presidentes de las cámaras legislativas, Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres, quienes fueron protegidos y escoltados hasta sus lugares por el Estado Mayor Presidencial debido a que el desquiciado provocador, Gerardo Fernandez Noroña, trató de impedirles el paso a Palacio Nacional, acusándolos de lacayos, limpia botas del régimen de Enrique Peña Nieto, traidores, y demás injurias propias de su personalidad. Oprobios que se repitieron, días después, en el recinto parlamentario.
Asistieron al acto, embajadores, empresarios, líderes partidistas, invitados y familiares para escuchar el último mensaje presidencial de Enrique Peña Nieto.
En primera fila, la esposa, la madre e hijos, que emocionados escuchaban al Presidente. Acto de una hora y 37 minutos en el que destacó el aplauso prolongado de los asistentes puestos de pie en reconocimiento al trabajo desempeñado por las fuerzas armadas en contra del crimen organizado.
Subrayó el presidente, que el 97% de los compromisos prometidos en campaña se cumplieron y que su administración deja una deuda manejable, una economía sana, un país política y socialmente en paz y en crecimiento.
Destacó el Presidente, desde el espectacular escenario de Palacio Nacional, que las reformas hechas durante su gobierno fueron avances que colocaron al país en la ruta de una nueva cultura y desarrollo económico, principalmente, las realizadas en los rubros de las telecomunicaciones, energía, y educación, actividad en la que el Estado recuperó la rectoría del sistema educativo el cual había sido controlado por organizaciones que usaron y gastaron la educación como un botín en perjuicio de los educandos. Basta mencionar que 44 mil plazas magisteriales, con un costo de 5 mil millones de pesos, estaban en poder de las mafias sindicales sin que un solo profesor se presentara a dar clases en las escuelas que la CNTE y la Sección 22 controlaban bajo amenazas de despidos y deducciones de los sueldos.
“Hoy, esas plazas fueron recuperadas y los profesores cobran sus sueldos por trabajo en los salones de clase”.
Sobre la Reforma Educativa dijo que “En su gobierno se sembró la semilla de una Reforma Educativa”. El siguiente paso lo deberá dar el gobierno que inicia… (Andrés López liquidará la Reforma Educativa).
Sobre el tema, Claudia Ruiz Massieu, intentó fijar la posición de su partido, pero debido a las interrupciones, arrebatos e insultos de los legisladores de Morena, incluyendo la vocación histriónica de Mario Delgado, la mayoría absoluta brindó un espectáculo de carpa legislativa. De verdad, el muchacho de Marcelo Ebrard estaba desatado, su rostro mostraba gestos descompuestos contando a coro 1 2 3 4… hasta 43.
Así le fue a la presidente del PRI, Claudia Ruiz Massieu, en un recinto legislativo convertido en apéndice del Poder Ejecutivo en donde la mayoría absoluta de Morena, y siendo el primer día de sesiones de la LXIV Legislatura, olvidó lo que significa el equilibrio de poderes. El absolutismo de Morena hizo presencia ahí en donde el gobernante es el único poder legislativo.
Lamentable espectáculo de la mayoría absoluta que demasiado pronto enseñó su fuerza sacada de “la voluntad del gobernante expresada por su silencio”.
Para la hinchada legislativa de Morena el triunfo político obtenido en las urnas se parece más a una larga noche de celebraciones y libaciones que a una victoria política madura, reflexiva, y sin propósitos de venganza, actitudes propias de quienes saben gana tal y como lo esta haciendo su propio guía.
Las imágenes futboleras de los hinchas morenistas mostraron la total ausencia de mesura que, con insistencia, solicitaba pero toleraba, Porfirio Muñoz Ledo.
En efecto, mesura es lo que se necesita, a fin de que el comportamiento sea digno de un parlamentario que sabe donde está situado, y así evitar lo que sucedió con el muchacho de Ebrard.
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