El 21 de febrero se celebró el Día Internacional de la Lengua Materna. Esto tiene como fin promover el multilingüismo y la diversidad cultural. La pérdida de cualquier lengua es una pérdida para toda la humanidad.
En el mundo existen alrededor de 6 mil lenguas, pero muchas de ellas están en peligro de desaparecer. Eso sucede cuando sus hablantes dejan de usarla o la usan cada vez menos, y por lo mismo dejan de transmitirla a sus generaciones futuras.
En México se hablan 68 lenguas indígenas, las más usadas son las siguientes en el orden que siguen: nahuatl, maya, mixteco, Tzeltal, Zapoteco y Tzoltzil
Como ya no se les enseña a los niños su lengua, se calcula que en unos cuantos años más se perderá por lo menos el 50% de las 6 mil lenguas del mundo. Se estima que alrededor del 90% de las lenguas podrían ser sustituidas por lenguas dominantes.
La desaparición de las lenguas puede ser el resultado de fuerzas externas como el sometimiento militar, económico, religioso, cultural o educativo, o bien, por la actitud negativa de una comunidad hacía su propia lengua.
De los 16 millones de indígenas hablantes de una lengua, muy pocos reconocen el valor de lo que tienen, pues los más, asocian su lengua a una posición social desfavorable, y por lo mismo han llegado a creer que su lengua no es digna de ser conservada. Muchos pueblos abandonan sus lenguas y su cultura con la esperanza de superar la discriminación. Además ven y sienten su lengua como atrasada e impráctica.
La desaparición de una lengua significa la pérdida de un conocimiento cultural, histórico y ecológico como no habrá otro.
El conocimiento de cualquier lengua podría ser la clave para contestarnos preguntas sobre la prehistoria humana y la conservación de los diversos ecosistemas del mundo. Los hablantes de estas lenguas podrían experimentar la pérdida de su identidad original étnica y cultural.
En nuestro país, las lenguas con mayor riesgo de desaparecer es la Kiliwa, de Baja California; la náhuatl, de Veracruz; la Diapaneca, de Tabasco; la Mochó de Chiapas, y la Chocholteca de Oaxaca.
Lingüísticamente, México es uno de los países más complejos del mundo, considerando la diversidad de familias lingüísticas, y de las cuales, las más importantes, por lo menos numéricamente, son la Yutuazteca, la maya y la otomangue.
El náhuatl es la lengua indígena mexicana con más hablantes en todo el país, se calcula entre 1 y 2 millones de personas. Y el yucateco cuenta con aproximadamente 1 millón de hablantes.
Con el correr de los años, por más voluntades que se pongan para salvar las lenguas amenazadas, ningún esfuerzo será suficiente.
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