En su mensaje con motivo de su sexto informe de gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que entregará a su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, un México muy fortalecido en lo político, social y económico.
“A la siguiente administración le entregamos un país con importantes fortalezas: estabilidad política, social y económica, finanzas públicas sanas con 78% más de contribuyentes que hace seis años. Y una deuda manejable y en tendencia decreciente”, dijo, ufano.
En la ceremonia realizada en el patio central de Palacio Nacional, agregó, en su sexenio se dio la inflación más baja durante los últimos 50 años, se crearon un promedio de 800 mil empleos formales cada año, se dio la mayor inversión extranjera directa en toda la historia del país.
También, agregó, López Obrador recibirá un México “con los menores porcentajes de pobreza y de carencias sociales desde que se tiene registro”, y con “proyectos de telecomunicaciones en marcha que permitirán dar servicio de internet de banda ancha a por lo menos el 92% de la población para el año 2024”.
Flanqueado por los miembros de su gabinete, de un lado, y los gobernadores, del otro, mencionó avances en materia de salud, vivienda, obras viales y aeroportuarias, tratados comerciales con otros países, pidiendo que se califique a su gobierno por “cifras medibles” y “resultados tangibles” en todos estos rubros.
“Hoy somos un país mejor del que éramos hace seis años, lograrlo ha sido mi mayor compromiso desde el primer día de mi mandato”, dijo y agregó: “Este será el punto de partida de la próxima administración, que el primero de diciembre habrá de asumir la alta responsabilidad de gobernar a México”.
Al llegar a Palacio Nacional, al mediodía, Peña Nieto fue recibido por Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres, presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores, respectivamente, así como por Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El mandatario dividió su mensaje -de 1 hora 40 minutos de duración- en cinco grandes temas: “México en paz”, “México incluyente”, “México con educación de calidad”, “México próspero” y “México, actor con responsabilidad global”.
Conforme terminaba de exponer cada tema, las dos enormes pantallas que había en el presídium reproducían videos en los que se mencionaban los logros de su gobierno en cada uno de estos apartados, incluso con gráficas y estadísticas.
Corrupción y reformas
Respecto al combate a la corrupción, el mandatario indicó que, entre otras acciones, creó el Sistema Nacional Anticorrupción para combatir esa práctica.
“Respondimos para desterrar la corrupción de la vida pública con el Sistema Nacional Anticorrupción, el Sistema de Transparencia y la Ley de Mejora Regulatoria”, dijo.
También hizo una fuerte defensa de sus “reformas estructurales”, a las que calificó como el “eje” que articuló toda su administración.
Con la educativa, por ejemplo, dijo que se propuso combatir el rezago en contenidos, capacitación magisterial e infraestructura. Indicó que, al llegar al gobierno, la educación era “rehén de intereses particulares”.
Además, indicó que logró recuperar 44 mil plazas magisteriales que eran ocupadas para fines distintos a los educativos, desperdiciando así muchos recursos públicos.
Igualmente, defendió la reforma energética, ya que, argumentó, “permite recuperar nuestra condición de potencia en este sector y liberar recursos públicos para fines sociales”.
“No se recuperó la paz”
El presidente Enrique Peña Nieto reconoció que su administración no logró recuperar la paz ni la seguridad para los mexicanos: “Estoy consciente de que no alcanzamos el objetivo de recuperar la paz y la seguridad para los mexicanos en todos los rincones del país”.
Comentó que “durante la primera parte” de su gobierno logró “importantes reducciones en los niveles de violencia” y en las capacidades del crimen organizado.
Sin embargo, admitió que luego se dio “el surgimiento de bandas criminales de menor tamaño, sin que existieran en el ámbito local las capacidades policiales necesarias para enfrentarlas con eficacia”.
El Ejecutivo recordó que, en 2014, propuso al Congreso de la Unión la creación de 32 policías estatales bajo el modelo del mando único, pero su reforma fue rechazada, pese a que con ella y con la aplicación de recursos públicos se podría tener éxito en el combate a la inseguridad.
También hizo un reconocimiento a la labor del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina para lograr la seguridad a los ciudadanos.
Fuente: proceso.com